Hola, mi nombre es Santos, trabajaba para el transporte público en la ciudad, vivo en Suba, pero esta vez no vengo a contarles algo que me pasó a mí, si no lo que vi esa madrugada, después de llegar de rumba.
Ya llevaba como 8 meses en el sistema y pues la verdad nunca me ha interesado estar con compañeros de trabajo, no va conmigo, soy más de conocer y si se da, entablar una relación estable;
Tomás, de 26 años piel canela de 1:65 de estatura, barba siempre arreglada y bajita, labios grueso que le hacen ver una hermosa dentadura, aparenta ser un macho y dice tener novia pero la verdad, no como de esos cuentos, él siempre me caí mal porque se quejaba de todo, muy poco lo trataba, además yo soy una persona que a todo le busca el lado bueno y positivo; un día trabajando junto me molesté con él, por un comentario de mal gusto que hizo.
Así que no aguanté más; exploté y le dije muchas cosas de él que no me gustaban, además lo regañé que si seguía cometiendo los mismos errores lo podían mandar a descargos, desde ese día comenzó a mirarme diferente, y a soltarse un poco más conmigo; por el otro lado estaba Omer, delgado, un con 1;77 de estatura, blanco, ojos achinado, nariz aguileña, con barbita, con 28 años, pero no los notaba, se ve más joven en persona.
Después de que las cosas empezaron a mejorar entre Tomás y yo, para esos días me enteré que se estaba organizando un paseo con varias compañeras, total que me invitaron.
Por cosas de la vida, solo pudimos ir Omer, Tomás, una compañera, su sobrino y yo, así que solo pudimos ir los 4, pasaron los días y ya teníamos planeado todo, esa noche al salir de turno me quedé en el apartamento de Omer, ya que él vive cerca y a mi me quedaba más lejos y así poder madrugar todos al siguiente día, todos nos encontramos en el Portal Norte, para ir a coger el transporte para irnos de paseo.
Ese día la pasamos súper y como me quedé en una mini pantaloneta de piscina, me gané muchos admiradores, pero no iba en ese tipo de planes, así que me quedé quieto; los ignoré, además había un niño con nosotros, Tomás se daba cuenta de esos manes, es que no sé pero cuando trabajaba con él me ganaba unos manes descarados y lo único que yo hacía era molestarme, no me gusta demostrar el hambre.
Ese día conocí la vida de Omer, y entendí por qué siempre trataba de andar feliz y era que había sufrido mucho en la vida.
Pasaron los días y a la siguiente semana saliendo de trabajar había una amiga que la había dejado el novio, quería ir a tomar, quería salir, era viernes y nos habían pagado quincena, y la Uribe estaba cerca, así que armamos planes a última hora, nos animamos y nos fuimos a rumbear; esa noche bailamos y tomamos hasta que cerraron la disco, estaba pensado en buscar taxi para irme y Tomás me dijo que cómo se me ocurría, que nos podíamos quedar donde Omer, que él estaba de acuerdo y su hermana estaba de viaje, así que andaba solo; el resto de los amigos se fueron, ya que vivían cerca.
Al llegar al apartamento me ofreció la habitación de la hermana; entré al cuarto, me quité la ropa y me quedé en bóxer pantaloneta, me gusta dormir desnudo, pero como no era mi cama, me tocaba por respeto quedarme así, Tomás me tocó la pierna y dijo que tenía buena carne, pero el comentario que hizo, no me gustó, le dije que no molestara, estaba en casa ajena y a él solo lo veía como un amigo, al ver mi reacción se fue para donde Omer, me recosté y me estaba quedando dormido, pero la incomodidad de no estar en mi cama y además la costumbre de una casa diferente no me dejaba dormir.
Me puse a mirar el cel y a responder los mensajes que tenía en el WhatsApp, como a la media hora, escuché un ruido, como de un golpe contra la pared, salí de puntitas y tuve cuidado al abrir la puerta de la habitación, al mirar la habitación de Omer, no podía creer lo que veía.
Tomás le tenía amarrada las manos a Omer, lo tenía recostado a la pared, le besaba la boca de forma brusca, los dos estaban en ropa interior, Tomás tenía un pantaloncillo color ocre, con mallita blanca, se le veían esos 14 cm de verga, eso sí, gruesa y con la cabeza rosada, con un culote como para darle verga, pero él era el que le iba a hacer eso a Omer, lo tenía en bóxer, eran largos de color negro, con un bulto más llamativo que el de su victimario.
Tomás con una mano le sostenía las de Omer sobre la cabeza y con la otra le abría la boca para morderle con gusto los labios, este solo cerraba los ojos, se notaba que estaba disfrutando ese momento, había una pasión en esos dos que me hacía poner erecto.
Pasó a besarle el cuello, acto seguido los pezones, no era que Omer tuviera el gran cuerpo, pero es un flaco delgado pero provocativo, se veía limpio e inocente, a este le gustaba lo que Tomás le estaba haciendo, este pasa a morderle uno de los pezones, Omer hizo un gesto de dolor, este le agarró el cabello con los dedos, tratando de controlar el movimiento de Tomás, para que le hiciera más de espacio.
LO MÁS RECIENTE
- Mi amigo quería experimentar antes de casarse
- Mis experiencias como canguro (niñero)
- Doce albañiles y un putito
Tomás lo agarró por las manos, le hace presión por el estómago y lo sienta en una silla de descanso que tiene Omer en su habitación, le quitó el bóxer, le agarra esa vergota, como de unos 18 centímetros.
Tomás comenzó a pasarle la lengua por la punta de la verga de Omer, le rodeaba el glande, este se mordía los labios y le gustaba; comenzó a metérsela un poco más, en el mete y saca Omer se mordía los labios, estaba extasiado de placer, estaba temblando y yo observaba todo detrás del sofá que estaba en la sala, no me importaba el frío del suelo, solo quería seguir viendo lo que estaba pasando entre ellos dos.
Después de un rato de Tomás mamárselo a Omer, lo hizo que se pusiera en cuatro, le comenzó a lamer ese culo, se le veía provocativo, se quitó el pantaloncillo y se puso delante de la cara de Omer, dejaba ver un cuerpo con un culito provocativo, por no decir culote, pero este estaba dispuesto a que Omer se la mamara, este se la mamó por un momento, después se fue a buscar su culo donde ya había marcado territorio, comenzó a darle lengua, de una forma tan áspera, lo agarró por la cintura y pasaba su lengua de arriba abajo, después con la punta trataba de puntearlo, este se metió los dedos a la boca y lo llenó de saliva, y así comenzar a metérselo.
Cuando este ya había dilatado, le dijo en voz de desespero a Tomás que se la metiera, porque si no iba a morir de placer, se dejó caer algo de saliva en esa punta cabezona y gruesa, comenzó a puntearlo, cuando por fin Omer grita, la tenía adentro, el dolor no lo hacía hablar, porque estaba dominado por el placer, comenzó a darle cada vez más duro,
Tomás estaba extasiado; que no notaba que estaba arañando la espalda a su víctima, le daba duro palmadas en esas nalgas, no muy grandes, pero si provocativas; gritó «me vengo», este se había venido dentro de Omer. Pujó al venirse y se la sacó de espacio.
Lo levantó, le soltó las manos y comenzó a mamársela, le dijo que lo agarrara por el cabello, porque lo iba a hacer venir, comenzó a mamársela, le presionaba con la punta de los labios el glande, este se mordía, se seguía mordiendo los labios, estaba extasiado, quería seguir, pero el cuerpo no lo dejaba, porque sin pensarlo soltó ese chorro que le cayó en la cara a Tomás.
Se limpiaron, después entraron al baño y salieron como si nada, mientras yo rogaba a que estos se durmieran para limpiar el reguero que había dejado en la sala, me había masturbado dos veces viendo tanta adrenalina, cerraron la puerta de la habitación; a eso de la 7, me desperté, para no parecer atrevido; me fui para mi casa a ver si trataba de dormir algo antes de irme a trabajar.
Yo conocía su secreto y que con el tiempo mucho acercamiento entre los dos; comenzó a especular sobre una posible relación entre los dos, ellos siempre negaron todo, por motivos personales renuncié a la empresa, y me enteré que ellos ya no andan, es raro tratar a veces con ellos por WhatsApp, pero hablamos poco y lo básico, ellos nunca han aceptado su orientación sexual, pero yo sé lo que vi aquella noche de tragos.
TÚ TAMBIÉN PUEDES PUBLICAR TU RELATO
Escríbenos a redaccion@relaroticos.com o da clic aquí y llena nuestro formulario. Puede ser anónimo o con tus propios datos para que más personas te contacten.