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🔥 Un relato exclusivo de Relaróticos 🔥

Iniciaremos cuando tenía 8 años. Mi primo José y yo éramos muy unidos, hasta en ocasiones él se iba a quedarse con los abuelos unos días y yo, como vivía cerca con mi madre iba también para jugar con él.

Justo en una ocasión se me hizo tarde en casa de mis abuelos y cuando mi padre fue a buscarme le dije que me diera el permiso para quedarme a dormir con ellos ya que mi primo se iba a quedar a lo cual mi padre aceptó.

En ese tiempo se acostumbraba uno a dormir en calzones, recuerdo que mi primo traía una trusa bikini color blanco y se le notaba un buen paquete lo cual me llamó la atención, sentí ese calor en el cuerpo; sentí como mi culito, en ese tiempo redondito y nalguitas paradas, se contrajo, es más, sentí como si se abriera.

Bueno nos quedamos en el cuarto que tienen mis abuelos para las visitas que cuenta con su propio baño; yo siempre acostumbré a ir al baño antes acostarme y a mi primo le dije qu si quería ir también, yo con la intención de verle su paquete.

Él aceptó y entró conmigo al baño seguún con la excusa de no desperdiciar agua. Fue entonces cuando mi primo se bajó su trusa y le miré el paquete. Lo tenía pelado, mi primo es mayor que yo 4 años, se le miraba que ya tenía bellos púbicos a lo cual le dije

— ¡Wow, primo! Tienes pelitos.

Él me dijo que a mi con el tiempo me iban a salir. Le dije «lo tienes grande» a lo cual me dijo que a mi también me iba a crecer, y fue cuando le hice la pregunta: «y tú ¿te la jalas? Y para mi sorpresa me dijo que sí, pero que solo lo hace en las noches acostado o cuando se baña,ya que le gusta ver unas revistas.

En ese momento sentí las ganas de agarrárselo y no me detuve, se lo agarré y me dijo «qué pasó, primo… se pide permiso».

Me sentí muy mal y pensé que le iba a decir a mis padres así que me fui directo a la cama con una camiseta y mi trusa. l salió del baño y se metió a la cama diciéndome «buenas noches» a lo cual le respondí igual.

Al poco tiempo le hablé «José, José… ¿estás dormido?»

No me contestaba así que nuevamente le dije «Pepe» y me respondió «¿qué pasa?, me despertastes… ya estaba soñando bien chido».

— ¿Qué soñabas Pepe?
— Que estaba con una morra y que nos besábamos y estaba a punto de que me diera unas chupadas de paletón y me despertaste.

Ahí me brilló una idea.

— ¡Ay perdón! ¿te dejó caliente la morra?
— ¡Sí! un chingo — me dijo.

Y le dije con voz entre cortante «a ver… ¿cómo te la dejó?»

Para mi sorpresa se descobijó y se bajó su truza Era una verga grande pues para mi todo se me hacía grande ya que estaba pequeño, pues mi culito nuevamente sentí que se abrió y saqué fuerzas y le dije «y te la vas a jalar o vas a soñar con ella otra vez…»

Me dijo que no tenía revistas para jalársela, a lo cual le dije que si quería le podía platicar de las chicas de la TV y le empecé a nombras unas, y se empezó a tocar su verga.

Era tanto mi morbo que me acerqué más a él y le decía más cosas y me dijo que su mano se había cansado, a lo cual sin pensarlo puse mi mano en su verga y la empece a jugar.

Él acccedió, se movía de placer y me dijo en un momento «chúpamela, ya que andas de acomedido».

No lo dudé y me agaché, la metí en mi boca, sentí raro, un sabor como ácido inexplicable y me saqué, a lo que él me dijo «métetela toda». Me agarró de mi cabello y hizo que se la chupara nuevamente, sentía como se movía y gemía de placer y yo sentía que me atragantaba con su verga en mi boca, cuando de repente me dijo «ya siento que se me van a salir… ya mamacita chúpamela que ya casi te los doy» y movía yo mi boca más a prisa.

Sentía como entraba y salía mientras su respiración se aceleraba más y más y él se retorcía hasta que de repente sentí algo en mi boca como agrio y salado y exclamó él ¡Ahí están mis mecos… los querías saborear y ahí los tienes. ¡Chúpale como paleta para que salgan todos!»

Yo obedecí, se la chupé como paleta de hielo y me dijo «ya primo, ve a lavarte la boca».

Fui al baño pero tenia en mi boca mecos de mi primo y mi saliva y esa sensación de comerlos o… no me miré en el espejo y los empecé a escupir y miré como mis tetitas estaban paradas y mi verga media dura.

Pensé en tragármelos, pero me dio miedo así que me lavé la boca y me fui a la cama; ya estando acostado me dice mi primo «de ahora en adelante vendré a que me la chupes, y tal vez te la meta».

Yo sentí como un toque de electricidad por todo mi cuerpo a lo que le dije a mi primo «nomas no le digas a nadie». Me dijo «no primo, ese será nuestro secreto».

Cerré los ojos y cuando los abrí nuevamente ya estaba amanecido, los gallos cantando, voltie a ver la cama de mi primo y no estaba, fui a su cama a oler su almohada y abajo de su almohada estaba su trusa como manchada la cual olí, y me quedé con ella. Hasta el momento la tengo y ahorita en mis manos solo de relatar esto me imagino todo lo que pudimos haber hecho.

Ya más grandes los dos nos hemos visto, él ya está casado con hijos y yo con novia, pero cuando nos vemos en su rancho es para recordar esos tiempos y sentir su verga pero esa es otra historia.

Díganme si les gusto para contarles más que hay bastantes como las de mi padrastro.

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