Relatos eróticos gay en español
Había muchos chicos esperando a tener su lugar y poder vaciar lo que su hombre le hubiera dejado en su culo. Querido, después de tu sugerencia no podía dejar de pensar en satisfacer tus deseos, y los míos por supuesto. Leer más
Pero cuando volteamos a ver al negro todo cambió, pues tenía una verga a 22 cm, gruesa, llena de venas, muy rica y apetecible. Sin experiencia sexual de ninguno de los 3 solo nos empezamos a masturbar mutuamente, después decidimos pasar a algo más y terminar con nuestra inexperiencia.
Yo miré a Luis con su verga en mi boca, como diciéndome «deja que hagan con mi culo lo que les de la gana». Luis entendió y me dió una rica cachetada y me dijo «eres una asquerosa perra». Luego escupió mi cara, sacó su rica y gruesa verga de mi boca y me escupió dentro de ella y luego otra vez en la cara y con su mano restregó su saliva por toda mi cara e hizo que volviera a meter su verga en mi boca.
Me dolía mucho, me concentraba en poder sentir, en gozar, en disfrutar lo que yo había provocado en dos hombres apenas. Antes reía orgulloso de mi vergota, ahora tenía qué soportar las embestidas de un igual.