Aprovechándonos de dos hermanos
Volteé a ver a mi amigo y él estaba en las mismas condiciones, con la polla del hermano menor en la boca tratando de que se pusiera dura.
Relatos eróticos gay en español
Volteé a ver a mi amigo y él estaba en las mismas condiciones, con la polla del hermano menor en la boca tratando de que se pusiera dura.
Entonces me dijo “yo no soy puto, pero ando caliente… mi esposa esta embarazada y nada de nada y ahora sin tomar alcohol no tengo cómo fugarme”. Le dije que una mamada lo iba a relajar, él se me quedó viendo y me dijo “apoco si la mamas rico” y le dije “pues si quieres te enseño en lugar de decirte” y sin esperar respuesta me acerqué y me bajé a mamársela.
Las miradas de ambos se cruzaron bajo el agua de las duchas. No sabía qué hacer, pero sentía que iba a estallar. Sin que el contacto visual desapareciese, lo vio atravesar la distancia que los separaba. El aire se negaba a abandonar los pulmones de Jaime.
«Ay amigo, esos chavos por dinero hacen lo que sea, la neta yo si le pagaba por darle unas chupadas, está riquísimo el cabrón.» y yo me quedé pensando en Omar y en lo que me había dicho mi amigo, la verdad si me animaría a pagarle para me dejara chuparle la verga.
Mau y yo conseguimos aguantar nuestras erecciones, Mau y yo sabemos que somos gay, y que nos gusta divertirnos, pero nunca habíamos imaginado hacerlo juntos.
Una tarde mientras estábamos los cuatro jugando, mi hermano sacó una revista porno que de inmediato hizo que nuestras hormonas se dispararan al igual que nuestras vergas.
De pronto se acerca a mi, toma mi mano y hace que le agarre el pene y me dice con voz ronca «hazme el paro, wey» apuntando con la mirada su enorme miembro que estaba durísimo.
Cerca de mi casa hay un parque y ahí se han quedado muchas de estas personas casi a vivir; hay entre ellos una pareja de hermanos hondureños, ellos son Jonas de 17 y Homero de 15, viajan solos.