🔥 Un relato exclusivo de Relaróticos 🔥

La primera prueba Para que entiendan bien la historia, debo dar un poco de contexto: durante el invierno anterior, en una de esas tardes, en donde estás caliente sin ninguna razón y no tienes cómo desahogarte, tuve una idea acerca de un juego de tono sexual que creí sería divertido.

Al principio sólo me lo estuve imaginando, pero al final terminé sacando una libreta de mi mochila y comencé a escribir todas las reglas y la forma de jugar, además de algunos retos e ideas para las casillas. El juego terminó siendo bastante complejo, pero intentaré explicar cómo funciona, de la forma más corta posible, para no aburrirles.

El juego funciona en base a retos, yo hice unos cuantos para darle volumen, pero la idea es que cada jugador escriba algunos de su propia creación, de forma que plasme sus gustos, fetiches o juguetes que pudiera llevar a la reunión.

Dentro de los retos hay algunos especialmente fuertes o difíciles que sirven como el reto final para ganar el juego.

Cada reto tiene un valor en puntos, que después sirven para que el jugador pueda avanzar al final de la ronda.

La ropa sirve como moneda dentro del juego y es necesario pagar con una antes de cada ronda.

Las casillas del juego contienen algunos bonos o castigos relacionados a las prendas.

El objetivo final es cumplir con tu reto de cada ronda para poder avanzar y llegar hasta el reto final.

Está prohibido correrse durante el juego y se puede establecer un castigo para quién lo haga. Lo dejé así durante un tiempo, pero me seguía carcomiendo la curiosidad de ir más allá y hacerlo físicamente para poder jugar, así que fui a comprar algunas cosas a la papelería y me puse a trabajar, teniendo mucho cuidado para que mis papás no sospecharan nada ni lo vieran por ahí.

El producto fue mayormente papel y cinta, pero a fin de cuentas, jugable; el único problema era que no tenía con quién. Al acercarse las vacaciones de semana santa, vi mi oportunidad, pues me quedaría sólo en casa por motivos de la universidad. Así que decidí arriesgarme y entré a Grindr para empezar a buscar candidatos que me agradaran.

Después de dos semanas de búsqueda y muchas dick pics no solicitadas, por fin encontré tres buenos candidatos y, aunque éramos solo cuatro jugadores, me imaginé que seríamos suficientes para estrenar el juego y divertirnos.

Ya que intercambiamos nudes y tuve acceso a la información del perfil, podría hacer una breve descripción de cada uno de los jugadores para que puedan ir imaginando la situación:

– Empezaré conmigo, me llamo Samuel, soy bastante alto (arriba del 1.85), delgado, he estado haciendo ejercicio en casa, pero aún no veo muchos resultados, sólo un poco más de definición en brazos, piernas y pecho. Tengo la piel clara y el cabello castaño y una verga muy promedio, entre 14 y 15 cm algo gruesa, normalmente mantengo mi vello púbico recortado y me rasuro el pecho. Debo decir que he recibido cumplidos por mi rostro, aunque yo no veo razones para eso.

– Después está Leo, es más bajo, aproximadamente 1.75, de piel morena y cabello negro muy lacio, que lleva corto de los lados y más largo de arriba, lindas facciones y un cuerpo trabajado por el deporte, por lo que pude ver, tiene los brazos fuertes y unas nalgas de infarto. Su verga se veía muy normal en las fotos, de buen grosor y curva hacia arriba ligeramente.

– Rodri, que era el más bajito de los cuatro, un poco arriba del metro setenta, piel trigueña y cabello negro ondulado, un poco corto. Su verga se parecía mucho a la mía, sólo que un poco más corta y menos gruesa, pero lo que más me impresionó en sus fotos, fue su cuerpo, se notaba que le metía duro al gimnasio, ya que tenía un six-pack bien definido y una espalda ancha, acompañado de brazos y piernas bien moldeadas y unas nalgas, pequeñas pero bien duras.

– Finalmente está Daniel, un amigo de la escuela de Rodri, que me llamó más la atención, porque era mi tipo. Superaba el 1.80, blanco, delgado, cabello claro y un poco largo, tenía un poco de acné, pero se notaba que sería un galán cuando las hormonas por fin lo dejaran tranquilo. Desnudo se veía bastante bien, con una verga gruesa con el glande grande y rosa, que se curvaba un poco hacia la izquierda. No tenía abdominales ni otros músculos definidos, pero se veía que hacía algo de ejercicio.

El inicio La espera se me hizo eterna hasta el día del encuentro, y tuve que hacerme muchas pajas pensando en lo que iba a pasar próximamente.

Acordamos que nos veríamos el sábado de la semana santa, a las 4 de la tarde, pensando en que nos llevaría un buen rato terminar el juego.

Ese día me preparé con todo lo que creí que necesitaríamos, saqué el lubricante que guardaba en el cajón, junto con unos condones que había comprado especialmente, e incluso saqué mi masturbador prostático para incluirlo en alguno de los retos y tenerlo listo por si acaso.

Me vestí con un suspensorio que había comprado hace tiempo, de color rosa y azul pastel, que hacen juego con mi tono de piel, un short blanco, playera azul marino y unos tenis cómodos. De igual forma, preparé en la cocina unas jarras con agua y algo de botana por si hacía falta.

Los primeros en llegar fueron Daniel y Rodri, ambos con short y playeras deportivas, ya que, según me dijeron, se suponía que estarían jugando fútbol con sus amigos en la deportiva. Estuvimos platicando un rato y me cayeron bien, supe que ambos jugaban fortnite y quedamos de jugar juntos en otra ocasión. Se notaba que todos estábamos nerviosos.

Un rato después recibí un mensaje de Leo y fui a abrir la puerta, pero cuál fue mi sorpresa al ver que no estaba sólo, sino que había otros dos chavos, ambos blancos y rubios de cabello corto y casi de la misma estatura y complexión física, la única diferencia era que uno de ellos tenía unos de los ojos más bellos que he visto, de un color verdoso, enmarcados en una cara de niño bueno que te derretía.

-Perdón, no sabía si avisar o que fuera una sorpresa- dijo Leo. –Ellos son Miguel, mi compañero del equipo de americano- dijo señalando a su acompañante en quién no me había fijado bien (que ahora que lo veía, no estaba nada mal tampoco) – y su hermano menor Rodrigo.

Los hice pasar a la casa y consultamos con Daniel y Rodri si estaba bien que se unieran al juego, ambos estuvieron de acuerdo, así que estábamos listos para comenzar. Les expliqué rápidamente las reglas y escogimos la mesa del comedor para acomodarnos, colocamos las casillas del juego en la mesa, cada quién escribió algunos retos para alimentar el montoncito y nos sentamos en las seis sillas.

En una de las cabeceras me senté yo, a mi derecha se sentaron Rodri y Daniel en ese orden y a mi izquierda, Miguel y Rodrigo, en la otra cabecera se sentó Leo, quien, además, se tuvo que deshacer de sus tenis, para que todo tuviéramos la misma cantidad de prendas al iniciar el juego, ya que llevaba puesta una camisa abierta, con una camiseta de tirantes abajo.

Acordamos que el castigo para quién se corriera durante el juego sería simplemente perder un turno, durante el cual, no podría negarse a ayudar a quien lo solicitara durante su reto y, así mismo, establecimos que el ganador del juego escogería la cena de esa noche y no pagaría por ella.

Me cedieron a mí el primer turno y el juego continuaría hacia la derecha. Una vez que todos habían pagado su tributo al banco (todos nos quitamos los tenis, salvo Leo que se quitó los calcetines, ya que no tenía sus tenis), fue mi turno de tomar una tarjeta de reto.

Primera Ronda.

Era una de las tarjetas que yo había escrito desde el principio, decía: Es hora de comparar tamaños, recibe un punto si estás en la mitad inferior, dos si estás en la mitad superior o tres si tienes la más grande o la más chica.

La leí en voz alta, así que todos nos la sacamos y comenzamos a pajearnos un poco para levantarlas, yo no necesité mucho estímulo, ya que estaba bastante emocionado por jugar y, por lo visto, mis compañeros de juego estaban en condiciones similares.

Ya conocía tres de las cinco y sabía que no podría conseguir los tres puntos, así que mi única esperanza era que los hermanos la tuvieran más bien chica, primero volteé con Miguel y por desgracia, se veía de un largo similar al mío, pero significativamente más gruesa, tanto, que no alcanzaba a cerrar los dedos por completo al pajearse.

Entonces vi la de Rodrigo y se me fue el alma al piso, lo que tenía ese niño entre las piernas era un monstruo; no tan grueso como su hermano, pero debía medir más de 20 cm, y se ensanchaba en la parte de en medio, dándole un aspecto aún más intimidante.

No fui el único que lo notó, todos salvo su hermano lo miraban atónitos y soltaban algunas expresiones de asombro, mientras Rodrigo se limitaba a poner una media sonrisa y guiñaba muy seguro de sus dotes.

Una vez que pasó la sorpresa inicial, acordamos que sólo tendría un punto, así que avancé una casilla la moneda que yo había elegido como mi tótem.

Entonces fue el turno de Rodri, leyó la tarjeta que había tomado y ésta decía: Boca arriba, lleva tus rodillas hacia tu cabeza, si tocas la superficie donde estás acostado, ganas dos puntos. Obviamente el reto fue pan comido para él y avanzó las dos casillas.

El tercero en tomar tarjeta fue Daniel, decía: Prueba la verga de todos los jugadores y elige tú favorita. Ganas cuatro puntos y un punto más para la verga que elijas. Parecía un poco temprano en el juego para ese reto, pero Daniel no perdió tiempo y se hincó al lado de Rodri y empezó a chupar su verga. Mientras tanto, todos nos paramos y las sacamos para ya tenerlas listas.

Después de Rodri, Daniel se pasó con Leo y después con Rodrigo, con quienes se estuvo un poco más de tiempo, al terminar probó la de Miguel, pero no pudo meterse la cabeza a la boca. Finalmente llegó conmigo y se la metió en la boca, que estaba húmeda y tibia, tenía además unos labios suaves que apretaban el cuerpo de mi verga cuando pasaban.

Después de unas cuantas subidas y bajadas Daniel se levantó y eligió la verga de Leo como su favorita, así que avanzaron cuatro casillas y una respectivamente. El turno siguiente fue de Leo, quién tomo una carta que decía: Aspira profundamente el calzón del jugador de tu derecha. 1 punto.

Así como estaba sentado, Rodrigo se bajó hasta los tobillos su pantalón de mezclilla, dejando a merced de Leo su entrepierna enfundada en un bóxer negro ajustado, en dónde se marcaba todavía la verga morcillona del chico.

Leo dudó un momento, pero terminó por arrodillarse y, clavando la cara entre las piernas de Rodrigo, con la nariz a la altura de sus huevos, comenzó a aspirar audiblemente, mientras que la verga de éste agarraba más tamaño. Leo se levantó y adelantó su tótem una casilla, mientras Rodrigo se acomodaba el pantalón nuevamente y tomaba una tarjeta.

Su tarjeta leía: Aspira profundamente el zapato del jugador de tu derecha. 1 punto. Se notaba que ambas habían sido escritas por la misma persona y que tenía un fetiche por los olores. Miguel soltó una leve carcajada y se levantó a buscar uno de sus zapatos en el montón de ropa que servía como banco y, al mismo tiempo, la cara de Rodrigo cambiaba a una expresión de preocupación.

-Eh, no mames! Es que le apestan las patas- gritó Rodrigo, a lo que todos reímos.

Miguel le entregó un tenis con su sonrisa burlona y Rodrigo, después de retorcerse un poco en la silla y reírse nerviosamente, terminó por llevárselo a la cara, con tal de no quedarse atrás de los demás. Los demás vitoreamos por la hazaña, mientras Rodrigo contenía una arcada mientras se quejaba –Wey, no mames, échales talco o algo.

Rodrigo colocó su tótem junto al mío y Miguel tomó su carta, que decía: Hazle garganta profunda (que choquen labios con pelvis) a la verga que elijan como la más grande del grupo. Tienes tres intentos. 4 puntos.

Ahora fue el turno de Rodrigo de carcajearse tendidamente mientras decía –Es el karma, jaja, ahora sí te va a tocar!

No hubo necesidad de volver a medir nada, ya que, aunque Daniel también tenía una verga grande, ésta debía medir unos 18 cm como mucho, así que Rodrigo se bajó nuevamente el pantalón hasta los tobillos, pero ahora acompañados de sus bóxer, mientras se masturbaba un poco para que alcanzara su tamaño máximo.

Mientras tanto la cara de Miguel reflejaba la angustia de no poder con el reto, pero también se veía la determinación en sus ojos de no dejar que su hermano pequeño se saliera con la suya. Para su primer intento, se colocó de rodillas frente a su hermano y, decididamente, introdujo la enorme verga en su boca, sin embargo llegó un poco más allá de la mitad y ya no pudo meterla más.

La sacó de su boca y, tras pensar un poco, preguntó si podía elegir la posición que quisiera, a lo que todos dijimos que sí, ya que no creímos que le ayudaría mucho.

Quiso intentarlo acostado, así que fuimos a mi recámara y Miguel se acostó boca arriba en la cama, con la cabeza colgando un poco del borde y le dijo a Rodrigo que la fuera introduciendo de esa forma, éste dobló un poco las rodillas y empezó a llenarle la boca a su hermano, quien iba jalando las piernas de Rodrigo con sus manos, para indicarle que siguiera, pasó la marca de la mitad y continuó, tenía ya cerca de dos terceras partes dentro, cuando le vino una arcada y empujó las piernas de su hermano para que se retirara, Miguel se enderezó con los ojos llorosos y la cara roja.

Todos creímos que se detendría ahí, pero después de apretarse un poco la nariz y la frente, se volvió a acomodar y le hizo señas a Rodrigo para que se acercara de nuevo, tomó aire profundamente y volvió a jalar de las piernas a su hermano para que le metiera su verga en la garganta.

Ya tenía de nuevo dos tercios dentro, cuando empezaba a dibujarse en su garganta la forma de la verga de Rodrigo. Todos nos quedamos con la boca abierta mientras, poco a poco, la enorme verga seguía entrando hasta que, por fin, la nariz de Miguel tocó los huevos de su hermano pequeño, que estaban llenos de vellitos incipientes.

Cuando se sacó la verga, recibió algunos elogios y alguna palmada en el hombro, incluso de Rodrigo, que estaba también sorprendido. Regresamos al comedor y Miguel avanzó las cuatro casillas que le correspondían, así que era el momento de destapar casillas.

¡Comenta! (No es necesario registrarse, solo escribe el comentario y da ENVIAR)