... ...

El chacal de la colonia

Le quise hacer un oral pero me dijo que no, que ya no aguantaba tanto placer. A lo que yo le respondí que su hermano duraba más…

Borracho aflojó mi amigo

Sin embargo todo eso me daba confianza de siempre acercarme mucho a él y ofrecerle un masaje y siempre accedía por lo cansado que terminaba; al principio solo se dejaba mientras él se mantuviera sentado, entonces solo le sobaba su espalda, su pecho y de vez en cuando sus piernas.

La leche de mi papá

Al momento de llegar al baño veo que mi padre se la estaba jalando a todo lo que da; por un momento me sorprendí al ver tremenda verga grueso y larga y unos huevos grandotes que le colgaban, parecía recién rasurado.

Cruising en la barranca

Tenía un culo hermoso que se le dibujaba bajo el short de licra con el que se ejercitaba; yo apenas pude lo voltié para bajarle ese trozo de tela y comerme su riquísimo par de nalgas blancas.

Mi primer chacal de la cárcel

Mira, se ve que te gusta la tiesa y yo voy saliendo sin varo… qué te parece si nos vamos a tu casa a coger y me das una lana o por las malas (me sacó una navaja).

El primo de Valentín

Entré y me acosté a jugar con él, noté que se le paró el pene (no sé por qué) y pude yo notar que mi primo estaba bien armado, le mediría como 18 cm y estaba gorda achatada, o sea, no es completamente circular sino ovalada pero gorda.

Diego y su padrastro

Cuando entré no hice ruido y me di cuenta que se escuchaban gemidos; era Juan que estaba viendo porno y se tocaba la verga mientras tenía los ojos cerrados con la mano dentro de su short.

Con mi primo al final de la peda

Estábamos en una jardinera en la esquina de la casa donde solo entraba poca luz de la calle y yo solo escuchaba cómo gemía despacio para no hacer ruido.

La santa riata de mi hermano mayor

De pronto se acerca a mi, toma mi mano y hace que le agarre el pene y me dice con voz ronca «hazme el paro, wey» apuntando con la mirada su enorme miembro que estaba durísimo.

El hétero de informática

Al parecer le gustaba mucho por que gemía un buen, y me decía cosas como, «¡ah, no mames Tony, a mi esposa no le gusta hacerme esto!»

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.