Me llamo Ernesto, tengo 21 años y este es mi relato:
Estos días a hecho calor y decidí comprarme unas playeras blancas; fui a una tienda en el centro.

Una vez estando en los probadores; me calenté y empecé a masturbarme por encima de mi boxer, quería terminar pero escuche una voz diciendo:

-«Buenos días, buscaba algo en especial joven»

A lo que yo solo escuché:

-«No muchas gracias; solo estoy viendo unos boxer, gracias»

Era una voz muy bonita, pero de esas de un hombre que te prende cañón oirlas; rapidamente me cambié y salí del vestidor. Me impacto ver a ese macho, era un hombre medio mamado, no está ni gordo ni flaco, se veía que se cuidaba; nalgoncito y se le notaba buen paquete.

Él seguía buscando su ropa interior; había muy bonitas así que decidí verlas y aprovechar para ver aún más de cerca a ese hombre.

Me calentaba la idea de imaginarmelo en boxer; como todo hombre puse atención cuáles compraría; me dió una erección y creo él lo noto porque a unos centímetros de mi se tocó su bulto; confirmando mi sospecha de que era dotado.

Por mi erección me fui a los vestidores a qué se me bajara; abro la puerta y ahí estaba ese macho frente a mí, rápidamente se mete:

-«Hola, así que aquí estás bebé». Me dijo despacio y con voz suave.

Se bajó el pantalón dejando salir ese animal que se carga; era grande como de unos 21 cm; y esas bolas uffff.

-«Traga, ví como me viste mi paquete aya afuera; buscabas verga no; pues aquí está tragate mi verga»

Le palpitaba su verga dentro de mi boca; él se quejaba diciendo:

-«ufffff siii que rico así chupa, chupa todo putito; vas a querer leche; anda pídela»

-«Quiero leche, anda papi»

Él seguía masturbándose, mientras me trabaja sus bolas; pasaron 20 minutos:

-«Aaaaaa abre la boca aaaaahhhh»

Obedecí y fue impresionante cuánta leche salía de su trozo; me las trague; el me dió unas palmaditas en mi cara, se vistió y salió del probador

Esperé un rato en el probador pague y salí; pero ya no estaba, en eso me tocan por atrás, era él que me dice:

-«Hey hola, espero te gusten; luego me dices que tal te quedan» me guiña el ojo y se va.

-«Gracias» le dije.

Al llegar a casa; veo la bolsa y eran unos boxer con estampado; y una tarjetita con su número.

Aún no nos vemos pero prometo contarles

¡Comenta! (No es necesario registrarse, solo escribe el comentario y da ENVIAR)