🔥 Un relato exclusivo de Relaróticos 🔥

Tenía 18 cuando inicié mi primer empleo en una cadena de restaurantes italianos muy famosa en México, el ambiente laboral si bien no era el mejor del mundo si ha sido de los mejores en los que he estado, creo mucho tiene que ver que el gerente de la sucursal siempre estaba al pendiente de todo y de todos.

Ahora tengo 25, cuando trabajaba ahí tenía 18. Como ya lo he dicho, era alto de tez blanca delgado, no marcado, pero si con rasgos muy finos, si bien no era muy femenino si tenía algunos rasgos. Mi gerente era más bajo que yo, moreno, lampiño, con unos labios muy gruesos, de complexión gruesa, lo que siempre me fijaba es que se le marcaban los brazos en cualquier prenda que utilizara.

Mientras trabajamos juntos el siempre fue muy atento, pero lo cierto es que lo era con todo el personal. En la posada que me toco estar ahí, fue la primera vez que lo vi con ropa casual, no podía dejar de verlo, se le notaba el paquete sobre su pantalón de mezclilla y llevaba una camisa blanca tipo polo que hacía resaltar sus brazos y los pezones, esa vez recuerdo haberme editado tanto que tuve que ir al baño a jalármela.

Tenía 18, era MUY caliente en ese entonces, me masturbaba mucho y muy seguido, así que recuerdo haberme venido rápido y haber echado mucha leche.

Yo a propósito ese día me fui con un pantalón muy ajustado, que si bien no era muy nalgon si tenía mis nalgas paraditas, había fantaseado que el me veía y que con unas copas de mas por lo menos un agarrón de nalgas me daría, pero no fue así, el era muy hetero y al parecer ni borracho se le antojaba.

Me salí de trabajar de ahí por cuestiones escolares, seguía teniendo contacto con él por las redes sociales, nada muy personal solo reacciones a las historias en instagram o en estados de whatsapp; me di cuenta que el se fue a trabajar a Can Cun y yo ahí fue que comentaba mas sus fotos, pasaron alrededor de tres años y por casualidades hice un viaje con amigos justo a Can Cun.

Él se dio cuenta que andaba allá y me escribió, me dijo que me invitaba al club de playa en el que él estaba trabajando, acepté, la verdad si tenía muchas ganas de verlo, me puse mi putishort, pero abajo de este llevaba un calzón muy chico de esos cacheteros.

Si bien seguía delgado ya había embarnecido un poco y mis nalgas tenían mas volumen, el mando por mi, llego una camioneta y manejo alrededor de 40 minutos de mi hotel al famoso club. Me recibió como siempre muy gustoso y todo lo que consumí ahí me lo invito. Me enseñó el lugar, siempre que había que entrar a algún lugar o subir escaleras me dejaba pasar por delante, yo a propósito levantaba mas el trasero para ver si se le antojaba.

El club contaba con algunas habitaciones y me llevo a una que estaba desocupada, “puedes dejar aqui tus cosas, refrescarte, sentirte como en casa Edi” me dijo. Se fue porque tenía cosas que hacer, estaba trabajando, yo baje a la playa pero ya me habías quitado todo menos mi calzón cachetero para tomar el sol.

Luego se acercaba a mi de vez en cuando para ver qué la estuviera pasando bien. Ya más tarde que bajaba el sol, yo ya tenía unos tragos encima y él se acercó ahora si para hablar conmigo, nos pidió unos mezcales y nos pusimos a platicar de todo lo que habíamos hecho en estos tres años, él empezó a halagarme y yo le regresaba los halagos.

Se acercaba la hora que yo tenía que irme y entonces me acompaño al cuarto por mis cosas, yo había nadado en el mar y estaba lleno de arena así que le dije que me daría una ducha, sin embargo seguíamos platicando así que le dije que me esperara, que me ducharía rápido, así lo hice y al salir del baño ya con los tragos encima decidí salir totalmente desnudo, pero muy casual como si yo lo viera normal.

Salí secándome el cabello mientras seguía la platica donde la habíamos dejado; “Woow” lo escuche decir “Oh lo siento! Espero no te moleste el atrevimiento, ya me siento en confianza” dije algo nervioso y con una risita al final “Para nada Edi, tienes un muy buen cuerpo, muy finito” “Gracias, siempre tan galán tú” “Puedo ver más” “Claro” le dije mientras me daba una media vuelta para que apreciara mis nalgas.

Me puse erecto inmediatamente, estaba que ardía de caliente, regrese de frente, tratando de tapar mi pene para que el no viera mi ereccion, no lo hice muy bien.

“Se te paro, ¿estás caliente?” “Tú me pones caliente” le dije ya con una voz más sensual según yo Él se quedó sentado en la cama mirándome sin decir palabra alguna, tenía puesto un pantalón de manta y una playera estilo guayabera, seguía teniendo esos brazotes y nice cómo su verga hacia movimientos de empezar a pararse bajo su pantalón, para este entonces yo ya había soltado la toalla y estaba con una mano jugando con mis pezones y con la otra tocando mi ya obvia erección.

Es ahora o nunca, pensé y me acerqué a él, puse mis manos sobre sus rodillas para poder agacharme un poco y empecé a besarlo, me sorprendió mucho que me siguiera el beso, ya que siempre lo había creído muy hetero.

Fue de los besos más ricos empezamos a jugar con nuestras lenguas, a mordernos los labios, besos tranquilos, luego más apasionados, agarramos buen ritmo luego luego, entonces me puse de rodillas y empecé a tocarle la verga, la tenia ya MUY parada.

Sentía cómo palpitaba, le mediría alrededor de 19 cm casi como la mía, ya había visto ese bultote pero no imaginaba tan grande ya que es más bajo que yo, pero era LA VERGA, al tocarla sobre el pantalón y darme cuenta que no traía ropa interior me exite aún más, si es que se podía.

Inmediatamente la liberé, pude ver que estaba circunciso y las venas resaltaban mucho, había también ya algo de precum. Le di unas sobadas suavemente porque quería ir despacio pero la lujuria no me dejo. La puse directamente en mi boca y empecé a chupar. La saboreaba como paleta de caramelo. Que rica sabía.

Yo lo escuchaba gemir y eso me prendía más, derrepente h sin avisar sentí cómo se corria en mi boca, sabía tan rico sus mecos que me los comí todo y seguía absorbiendo mientras el se movía como retorciéndose del placer. No habíamos dicho otra palabra y yo creí que eso había sido todo, si bien esperaba sentirlo dentro de mi, también ya estaba muy feliz de haberme comido eso.

Como no se quito yo seguía chupando para sacar hasta la última gota de semen, y lo rico es que no se le bajaba la erección. Tmo mi cara suavemente con sus manos y me empezó a besar de nuevo. Ns paramos, giramos y me recostó en la cama.

Ahora él estaba arriba de mi y llevaba el ritmo, empezó a dedear mi ano con su dedo mientras me seguía besando, yo automáticamente abrí mis piernas para facilitarle el trabajo. Después bajó para comerme el culo como nadie lo había hecho antes, yo no podía dejar de gemir y dar gritos de placer.

D solo acordarme ya me la esto jalando de nuevo.

Él era todo un experto, sentía toda su lengua dentro de mi, me mordía las nalgas y mientras me acariciaba, yo solo me retorcía del placer y agarraba su cabeza para que siguiera y así fue hasta que me dejo bien lubricado y entonces dijo “ahora si serás mío Edi, que ganas te traía”.

Me sorprendió y exitó tanto que lo vi a los ojos y le dije “hazme tuyo por favor, necesito de ti” acto seguido sentí como la cabeza de su pene empezó a entrar por mi ano. Le costó algo de trabajo aún con lo lubricado que estaba, pero una vez todo dentro sentí como una ola de calor recorrer todo mi cuerpo.

Se quedó quieto una vez que entro todo, fui yo el que empezó con los movimientos, esto lo hizo sonreír, sentí como que le daba gusto ver cuanto lo deseaba y yo viviendo mi fantasía sexual con mi ex jefe. Se vino dentro de mi y le pedí que no la sacara.

Nos seguimos besando y ahora si su erección estaba disminuyendo, yo empecé a jalármela antes de que por la flacidez su pene saliera de mi y me vine rápido ya por lo caliente que estaba, al parecer esto lo exitó más porque entonces sentí su verga crecer de nuevo.

Nos miramos pícaramente y entonces sin sacarme la verga me giro y me puso en cuatro, me empezó a bombear como si no hubiera un mañana. Yo, que acaba de correrme, me empecé a calentar de nuevo y a jalármela.

Estuvimos a si si acaso 5 minutos y terminamos casi al mismo tiempo. Me acosté y él sabiendo que me gustaba sentirla dentro ahí la dejo, y se dejo caer sobre mi, besando mi cuello y mis orejas, hasta que ahora si su pene salió de mi.

Nos bañamos juntos, pero aquí ya solo hubo besos y caricias, seguimos hablando de la vida y entonces mando a que me llevaran de nuevo al hotel. Seguimos en contacto pero ya no nos hemos vuelto a ver, yo aún me masturbo pensando en aquella vez y espero con ansias nuestro reencuentro.

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