Séptima Ronda

Esta vez mi tarjeta decía: Deja que el jugador de tu derecha te folle la boca por 10 segundos. Si metes las manos pierdes. 4 puntos. –Vente perro-me dijo Rodri, con un poco más de intensidad de lo normal, mientras se bajaba su short y bóxer a la mitad del muslo.

Me puse de rodillas para llevarme su verga a la boca y sólo sentí cómo me tomó con fuerza de la nuca con ambas manos y empezaba a follarme de forma violenta, mientras gruñía un poco. Afortunadamente, no era muy grande, así que fue fácil soportar sus arremetidas durante los diez segundos planteados por el reto. Recuperé toda mi ropa salvo los tenis y fui a sentarme para vestirme.

Rodri ya había tomado su tarjeta. Su rostro mostraba una combinación de entusiasmo y miedo. Su tarjeta decía: Cumple satisfactoriamente con los retos de los siguientes tres turnos. Si fallas uno, pierdes. 5 puntos. Así que no tuvo más remedio que esperar a que Daniel tomara su tarjeta y la leyera.

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Ponte en cuatro, con el culo al aire y la cara en el suelo durante los siguientes dos turnos por dos puntos. A Daniel no le hizo mucha gracias, sin embargo nos dio la espalda e hizo lo propio, mostrando lo que yo tanto anhelaba conocer, y no decepcionaba para nada, se veía un hoyito igual de rosado que el de Rodrigo, pero bastante más peludo.

Por su parte, Rodri no había perdido ni un segundo, cuando ya estaba con la cara en el suelo y el elástico justo debajo de sus nalgas, dejando al descubierto ese culo que ya conocía.

Leo tomó su carta y vimos cómo palidecía un poco. “Deja que te metan completa la verga que entre todos elijan como la más gruesa del grupo. Cinco puntos”. No hubo ninguna objeción cuando Miguel se puso de pie y dijo –Ésta es la que te espera-.

Leo estaba tomando un momento para decidir si valía la pena, cuando escuchamos la voz de Rodri que decía –Empieza conmigo mientras tanto, yo sí la aguanto como hombre-. Todos nos reímos por el comentario y Miguel se acercó a él, tomando en su camino el lubricante de la mesa.

Rodri acababa de tener adentro la cabeza de la verga de Daniel, así que debería estar un poco abierto, sin embargo, Miguel volvió a tomar lubricante en sus dedos y empezó a dilatar el ano de Rodri, para hacer la tarea un poco más fácil.

Después de un par de minutos, ya estaba utilizando tres dedos, y sólo escuchábamos los gemidos de Rodri, ya que todos los demás estábamos expectantes. –Bueno, ya voy a entrar- le comentó Miguel-No duele tanto como te imaginas-agregó Rodrigo y Leo y yo lo volteamos a ver, levantando un poco las cejas.

Cuando Miguel apuntó la cabeza de su verga y empezó a empujar, parecía como si quisieras introducir una botella de vino en el agujero de una dona, sin embargo, para nuestra sorpresa, empezó a entrar. Rodri se quejaba y apretaba los ojos cerrados, pero le decía que siguiera.

En menos de un minuto, ya estaban tocando los huevos de Miguel con los suyos; había cumplido el reto. Miguel se salió de Rodri y se levantó para ir con Leo – ¿Estás listo?-preguntó, Leo asintió y empezó a quitarse su bikini y acomodarse apoyado en la mesa.

Volteé a ver a Rodri y, sin poder levantarse todavía del suelo, sólo pasaba sus dedos por su agujero, que se veía el doble de grande que hace unos minutos. Mientras tanto, Miguel ya trabajaba en el culo de Leo, siguiendo el mismo proceso que había utilizado con Rodri, sólo que a él le dijo algo al oído que no alcancé a escuchar.

Al fin empezó a meter su verga y yo pude ver el cambio en la expresión del pasivo, que se limitó a proferir un par de maldiciones y agarrarse con fuerza a los bordes de la mesa, sin embargo, no desistió, y pronto la tenía toda dentro, así que también había pasado la prueba.

Rodrigo tomó su tarjeta y leía: Todo los jugadores intentarán hacer que te corras. Pierdes en cuanto pidas que se detengan. 1 punto por cada minuto completo (Máx 5 puntos).

Una vez que ambos Rodrigos accedieron a realizar el reto, tuvimos que planear un poco la dinámica, concluimos que colocaríamos a ambos sentados al mismo tiempo, espalda con espalda, y ellos mismos se encargarían de sujetar sus manos mutuamente.

Rodri se quitó short y bóxer, quedándose únicamente con los calcetines puestos; éste únicamente tendría que resistir un minuto para que contara que había cumplido con el reto y pudiera obtener los puntos de su reto, mientras que Rodrigo tendría la libertad de ganar los cinco puntos si así lo consideraba.

De igual forma, le permitimos a Daniel levantarse, para que nos ayudara y fuésemos cuatro contra dos.

Iniciamos el cronómetro en el celular y nos lanzamos a ello. Daniel y yo nos quedamos trabajando en Rodri, mientras que Leo y Miguel se quedaron del otro lado.

De nuestro lado, empezamos manoseando a nuestra víctima, jugando con sus pezones y masturbándolo, posteriormente, Daniel se lanzó a la verga de su amigo, mientras que yo le masajeaba los huevos y metí un dedo por debajo de estos, buscando estimular su próstata.

Después de un momento, Daniel se bajó a chupar los huevos con los que yo estaba jugando, así que decidí tomar el lugar que había dejado libre en la verga, podía saborear sobre todo las babas que había dejado Daniel, pero también se sentía lo tenso que estaba y lo hinchado de la uretra que corría por debajo de su verga.

Después de otros tantos segundos, Rodri nos pidió que paráramos y así lo hicimos, me levanté a revisar el cronómetro e iba ya por el minuto y medio, así que lo había logrado, cuando regresé a dónde estaban, pude ver la escena completa: Rodri ya se había volteado en su silla y sostenía las manos de Rodrigo mientras le lamía el cuello y la zona cercana a las orejas, Miguel y Leo se comían juntos la verga de éste, mientras que Daniel había empezado a lamer su pezón derecho.

No había mucho que pudiera hacer, así que empecé a jugar con su otro pezón y a manosear la zona de sus piernas cerca de su ingle. Pasaron varios segundos y Rodrigo se mantenía impávido, con los ojos cerrados y respirando rítmicamente, este niño de verdad tenía material de semental.

Leo se puso de pie y tomó la iniciativa, aprovechando que acababa de ser abierto por Miguel, se colocó por encima de la verga de Rodrigo, la perfiló a su entrada y comenzó a sentarse sobre ella, éste abrió los ojos impactado, pero los volvió a cerrar rápidamente, ahora más apretados.

Leo empezó un movimiento sube y baja y, con cada bajada, se clavaba más hondo esa enorme verga, en pocos segundos ya se encontraba completamente clavado y moviéndose con buen ritmo.

De repente, Rodrigo se levantó, quitando a Leo de encima suyo y empezó a apretar con ambas manos la base de su verga, volteé a ver el cronómetro y éste se encontraba en 3:55, cuando regresé la vista al grupo, me encontré con un Rodrigo colorado y con la boca abierta, atravesando un intenso orgasmo, mientras su verga palpitaba y mandaba volando chorros de semen que fueron a parar, un poco a la pierna de Leo y la mayoría al suelo y su propia mano.

El espectáculo había sido muy bueno, así que le permitimos quedarse con los tres puntos que había conseguido, pero se perdería el siguiente turno y estaría a disposición de los demás, como habíamos acordado al principio. Daniel y Rodri también habían cumplido sus retos, así que pudieron avanzar igualmente.

Era el turno de Miguel, su tarjeta decía: Tres voluntarios te ofrecerán la verga mientras tienes los ojos vendados. Al finalizar…1 punto por cada uno que adivines correctamente de entre todos los jugadores.

Miguel se colocó una playera sobre la cabeza, a manera de venda. Mientras los demás nos retiramos un poco. Acordamos que la verga de su hermano estaba fuera de la jugada ya que, además de conocerla bien, en estos momentos no podría alcanzar una erección.

Al final decidimos que Leo, Daniel y yo haríamos los honores, ya que la de Leo era como un punto medio entre las nuestras, y podríamos tomarlo en curva. Primero se acercó Leo y le ofreció su verga, Miguel la introdujo en su boca y empezó a darle una mamada, después la sacó y pasó la lengua por el largo de la misma.

–Siguiente- dijo a nadie en específico.

Era mi turno, hice lo propio, la boca de Miguel se sentía cálida, provocando un escalofrío desde mi verga hasta la punta de mi cabeza. Finalmente se acercó Daniel, Miguel comenzó  chuparle y pronto dijo –Estoy casi seguro de que éste es Daniel, puedo sentir la curva-.

Sin embargo fue el único punto que consiguió, ya que creyó que la primera había sido yo y la segunda Rodri, así que únicamente pudo recuperar su bóxer del montón.

El primero en destapar casilla fue Rodrigo, ésta indicaba: Nudista; a partir de ahora, no puedes volver a vestir tus prendas. En el momento no supuso un gran cambio, ya que se encontraba desnudo. El siguiente fue Leo, “Intercambia lugar con el jugador detrás de ti”, así que intercambió lugares con Rodrigo, aunque únicamente eran 2 casillas.

Por último, Rodri destapó la suya, ya sólo había una casilla entre él y el gran final. Su casilla leía: Intercambia todas tus prendas con quién esté en la misma casilla. En ese momento se encontraba sólo, así que no tuvo que hacer nada. Prácticamente todo estaba decidido, Rodrigo, quién era el jugador más cercano a Rodri, se encontraba a cuatro casillas de distancia.

Para jugar la siguiente ronda, Rodrigo y Daniel tendrían que jugar por recuperar prendas, ya que se encontraban desnudos, mientras que Miguel se tuvo que desprender nuevamente de su bóxer, ya que era lo único que había podido recuperar. Leo entregó su playera de tirantes, para quedarse con su bikini azul; Rodri y yo nos deshicimos de nuestros calcetines.

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