Hola a todos este es mi primer relato, espero que les guste. Esto me pasó cuando había ingresado a mi primer año de preparatoria. Soy un chico de cabello rizado negro, piel blanca, delgado pero con el culito siempre paradito y con piernas marcadas porque siempre practiqué danza y eso hizo que se me hicieran buenas piernas y claro bien puta desde joven.

🔥 Un relato exclusivo de Relaróticos 🔥

Yo a la prepa llevaba aproximadamente 6 meses de haber ingresado cuando hubo un paro estudiantil en el IPN en el 2014 y casi pasamos 3 meses sin clases y yo comenzaba a aburrirme, así que un día salí con mi mejor amiga a pasar el rato y vi a un chavo al que le pondremos Ernesto quien estudió en la misma secundaria que yo y que siempre sospeche que era gay (aunque el era de closet en ese entonces).

Él es 4 años más grande que yo y sabía que el también había estudiado en el IPN. Fisicamente es muy alto, delgado, moreno, labios muy carnosos, cabello chino tipo Kalimba y ese día que lo vi. Como yo no pierdo el tiempo, decidí pedirle que me diera clases de regularización de matemáticas (cosa que era falsa pues yo siempre he sido bueno en mate pero yo ya andaba con mi plan de cojermelo).

Él primero dudo pero al final aceptó e intercambiamos números y acordamos precios y horario en el que iría a mi casa. El día de la primera clase por fin llego y yo estaba emocionado de tenerlo en mi casa. Allá en ese entonces mis papás no estaban en casa hasta las tardes porque trabajaban, solo mi abuela estaba conmigo, pero ella salía o se la pasaba tejiendo y pues no había problema de llevar a alguien a mi casa.

Ya en clase con Ernesto que fue en la sala de mi casa, todo marcho bien, me explico cosas que yo ya sabía, hice como que no era bueno para que siguiera dándome clases. Así pasaron como 3 clases más con normalidad, nada sexual.

Pero Justo en la cuarta clase yo decidí aventarme un poco más y mientras me corregía algo, llevé mi mano a su rodilla, el se puso muy nervioso pero decidí ir un poco más y fingí que se me había resbalado mi mano a su verga.

Comencé a tocarlo sutilmente para sentir su miembro que al instante reaccionó. Su cara cambio de nervioso a excitado y eso me prendió mucho, así que le baje un poco el zipper y metí más mi mano. Sin embargo, mi abuela llegó de la calle y no pasó a más ese día.

Lo que siguió después es que el me mando un mensaje diciéndome que el no era gay pero conmigo le pasaba algo que nunca antes le había pasado (ya saben típico de “heteros”) y en ese mismo mensaje me dijo:

– Mira yo soy hetero pero si me gustaría saber si puedo experimentar contigo, pero si lo vamos hacer quiero que sea todo completo y en secreto.

Yo al leer este mensaje me calente mucho porque había funcionado haber sido bien puta con el, asi que lo invite a mi casa un día, yo ya preparado con halls negras y agua, pero en esta ocasión en cuanto llego lo subí a mi recámara y no a mi sala.

Recuerdo muy bien esto porque fue mi primera vez mamando. Él estaba un poco enfermo ese día así que le dije que se acostara en mi cama y empezamos a jugar a aventarnos como tipo luchitas y en un momento ya estábamos acostados uno a lado del otro, me moví un poco para dejar mi cabeza sobre su pecho.

Ahí estuvimos como 5 minutos, el acariciaba y jugaba con mi pelo, yo solo olía el perfume que emanaba de su suéter, me volvía loco su olor, su virilidad, la forma en la que me hablaba y más el deseo de tener su verga para mi.

Después, poco a poco comenzó a empujar mi cabeza en dirección a su entrepierna, yo sabía lo que quería y moría por complacer a mi primer hombre, así que quede encima de su verga aún con bóxer y pantalón, disfrute el momento como nunca, baje la cremallera muy lento para excitarlo, pero el excitado fui yo.

Siempre creí eso de que Los Altos tienen la verga grande era solo un mito, pero con el en serio lo comprobé, a pesar de que aún no le bajaba el bóxer pude ver que la erección dejaba a relucir una deliciosa verga de aproximadamente 18 cm. Él comenzaba a a desesperarse y yo me divertía mucho verlo añorar que le mamara la verga.

Ya después de unos segundos de haber dejado el bóxer bien mojado, le baje el short poco a poco y así saqué su verga enorme, durisima que hacía que las venas se le saltaran y que se ensanchara al punto de lucir deliciosa.

Inmediatamente comencé a chupar su pene, me metí la cabeza primero. Al inicio no me gusto el sabor tan salado pero poco a poco conforme pasaba su verga en mi boca menos lo quería dejar. Chupaba su verga como si se trarara de una paleta. Le daba lenguetazos desde sus huevos hasta la punta y succionaba du huevos de arriba y abajo.

Habían momentos en los que el se emocionaba y me ahogaba con su verga hasta hacerme hacer ahorcadas. Cada vez babeaba más y sentía su vergota más profundo. Movía sus caderas como si cojer mi boca fuese la prioridad del momento.

Con cada impulso que daba para hacerme mamar una y otra vez, hacia qué yo me volviera mas loco y chupara con labios y pasara por mi lengua cada elemento. Sus huevos grandes y con mucho semen cargado, hasta llegar a las venas saltadas que se marcaban hasta su cabeza, cabezona que incitaba a no quitar tus labios de ahí.

En un momento se me ocurrió soplarle (recordar que había tomado unas halls primero) y eso hizo que se volviera loco. Comenzó a moverse de forma frenética mientras el me bajaba el pantalón para dedearme y nalguearme a la par hasta que vi que su abdomen definido comenzaba a contornearse y una serie de bífidos aparecían, así como los toros.

Ahí supe que no debía separar mi boca de esa verga, solo escuché que me dijo:

– ahi te va la leche trágatela mi putita

Fue lo más rico que me pudo pasar en mi adolescencia. Con el inicié mi vida sexual y me hizo sentir tan puta y deseado mientras me dedeaba. Lamentablemente después de eso no dejé que me cojiera porque me daba miedo por el tamaño de su verga.

Sin embargo, ahí no termino nuestra historia, solo fue el comienzo. Espero que les haya gustado y si quieren más relatos míos, estaré enviando más historias. Gracias.

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