Un relato de @Varitent29

Resulta que todos los fines de semana, mi hermano mayor, Daniel, y algunos de sus conocidos juegan soccer en una cancha del barrio en el que vivimos; debo aclarar que solo conozco a uno de los amigos de mi hermano puesto que nuestras familias son cercanas (amistosamente hablando).

Por otro lado, yo me considero un tanto antisocial por lo que casi no salgo a jugar con mi hermano y sus amigos. Aquél amigo de mi hermano, Sebastián, tiene alrededor de 28 años y siempre me ha llamado la atención, ya saben a qué me refiero. Siempre me he imaginado como seria la experiencia sexual con él, pero no me atrevía a tomar la iniciativa a pesar de que ya había llegado a mis oídos que Sebas era cachero (término latino) significa que es hetero pero le gusta follar con hombres por diversión / calentura.

Fue cuando empezó la pandemia que mi hermano y sus amigos dejaron de jugar Soccer, pero en el momento que la situación empezó a normalizarse, ellos empezaron a jugar nuevamente, juegos de los cuales yo era partícipe porque un par de sus amigos no aparecían y aunque no era muy bueno en ese deporte siempre daba lo mejor de mi.

A finales del 2020, específicamente en noviembre, el equipo de mi hermano participó en un partido Inter barrial del cual ellos salieron victoriosos; yo no jugué. Como celebración, la madre de Sebastián hizo una pequeña fiesta en su sala de eventos que está anexa a su casa. Para ser más claro la sala de eventos está en la planta baja y las habitaciones de su familia en los pisos superiores.

Mientras estábamos en la reunión no podía dejar de mirar disimuladamente a Sebastián luciendo su uniforme sudado y cómo se le marcaba un buen paquete. ¡Era deliciosamente morboso!

Después de un rato, a eso de las 8 p.m., apareció el hermanito de Sebastián, Marcos de 16 años, también está muy bueno y con un físico estupendo, pero no era apropiado considerando que tengo 21 años. El caso es que, después de un rato en la fiesta Marcos se acercó a mi y nos pusimos a conversar, además que nuestro rango de edad no es muy diferente.

Al cabo de media hora la fiesta se tornó aburrida y él me invitó a su recámara para jugar PlayS, pude notar que era hetero porque tenía fotos de chicas pegadas en su pared además de unas revistas porno sobre su mesa de noche, un tarro de crema y papel, tenía entendido que para ese entonces no tenía pareja, así que me imagino que se masturbaba a menudo.

Al ver esas revistas me olvidé por un instante de que era un menor y empecé a calentar, por lo que esperé el momento en que saliera de la habitación para indagar un poco entre sus cosas.

Primero revise su ropa interior ya que tengo un fetiche con la ropa interior, me ponen muy cachondo, todo olía a lavanda así que decidí rebuscar entre la canasta de ropa a lavar y encima de ella pude encontrar unas prendas embarradas de semen fresco (aún húmedo) así que las saqué muy despacio para no embarrar nada, pero al seguir buscando encontré mucha más ropa embarrada de sus corridas pero ya seco y tenía un olor rico.

Tomé la prenda que tenía semen fresco y me quedé un minuto oliéndolo hasta que no aguanté más y lo probé, estaba delicioso. De pronto escuché unos pasos acercarse así que tuve que dejar todo en su lugar y actuar natural para cuando él entrara continuar conversando y jugando playS.

Pasaron los minutos, y bajé a la sala de eventos a revisar cómo estaba la cosa, no me preocupaba si mis padres se iban temprano o se quedaban hasta tarde porque somos vecinos y tampoco tendría problema la familia de Sebastián en dejar que me quede a dormir, aunque sería la primera vez que duermo en casa ajena, obviamente que me debía quedar con Marcos.

El punto de mi relato es que al final acabé matando dos pájaros de un solo tiro, resulta que sí me quedé a dormir, pero antes de eso noté que Sebastián ya estaba medio borracho así que una hora antes de que se acabara la fiesta, a eso de la 1 a.m., Sebastián subió a descansar por lo que aproveché el momento en el que la fiesta continuaba para seguir sigilosamente a Sebastián subiendo con la excusa de que iba a la recámara de Marcos.

Por lo que noté Sebastián no cerró con seguro la puerta de su habitación, creo que no suele hacerlo, pero bueno. Cuando entré, escuché que estaba en el baño; ¡la puerta del baño estaba entreabierta y por el reflejo del espejo pude ver que estaba orinado y CARAY! qué trozo de carne se carga entre las piernas en estado flácido, se me hacía agua la boca por saber cómo seria erecto.

No demoró mucho en el baño por lo que corrí a esconderme detrás de un mueble cerca de su cama, desde ahí se pudo ver cómo se quitaba la ropa lentamente para irse a acostar y se quedó únicamente en unos bóxers grises ajustados los cuales estaban un poco húmedos por el sudor y unas gotas recientes de orina en la parte delantera. Sebastián está casado, pero por suerte la mujer está en casa de sus padres a miles de km lejos así que nadie más entraría a la habitación.

Para no causar sospechas, salí de ahí y me dirigí al cuarto de Marcos alrededor de las 1:30 pm, media hora antes de que acabe la fiesta. Necesitaba seguir observando a Sebastián así que estando en la habitación de Marcos pregunté: ¿bajarás a la fiesta o seguirás jugando playS?

A lo que él me respondió: – “La verdad es que tengo un poco de hambre, así que bajaré a comer algo y estar un rato más en la fiesta, luego me iré a descansar, pero si quieres dormir, ahí tienes la cama.”

Cabe recalcar que su cama era de dos plazas por lo que dormiríamos juntos. Aproveché su respuesta para decirle que sí, ya tenía sueño y quería descansar, una excusa más para ir a ver a Sebastián. Él sin dudarlo ni un segundo me dijo: “Bueno descansa después de un rato subo”.

Me recosté y un par de minutos después salí disparado al cuarto de Sebastián. Para mi sorpresa Sebastián estaba totalmente desnudo, tuvo que haberse sacado el bóxer en el momento que salí de su habitación. Ahí estaba él, tirado en su cama con una sábana Blanca que cubría parte de sus piernas y abdomen y en el que se notaba un relieve formado por el grosor de su pene.

Por precaución me asomé al corredor para ver si alguien venía y en vista de que no rápidamente coloqué seguro a la puerta y me acerque a Sebastián.

El corazón me latía a mil por hora de los nervios y terror de que se despertara así que primero hice una prueba, lo moví varias  para ver si reaccionaba ante la sacudida pero no, así que empecé lentamente a remover la sábana para contemplar su verga y poder sobarla, mientras lo hacía su verga empezó a ponerse dura así que aproveche para meterla en mi boca de apoco porque media como 19 cm.

Al cabo de unos minutos sentí dos manos que presionaron con fuerza mi cabeza para meterme toda la verga en la boca. Me asusté, pero al levantar mi cabeza me di cuenta que era Sebastián, quien me dijo susurrando: “tranquilo, haz silencio”. Y me hizo una señal para que se la siga chupando.

Hubo un momento en que me asusté más porque apresar de que gemía del gusto, él me dijo: «He notado como me mirabas desde que empezó la fiesta, sé que mi hermano te llevo arriba así que esperé un rato y me hice el medio borracho para ver hasta donde llegabas, te vi en el reflejo del espejo y escuché cuando saliste despavorido después de quedarme en ropa interior sobre mi cama. Ya sabía que ibas a regresar así que me quite el bóxer y te espere ansioso. Te daré lo que querías».

Fue cuando empezó a impulsar su verga con muchas más fuerza hacia mí boca, una y otra vez, después se levantó de la cama y se colocó detrás de mí con la intención de follarme pero escuchamos unos ruidos de llaves abriendo la puerta principal del segundo piso así que me subí el pantalón y salí corriendo a la habitación de Martín para no generar sospechas ya que arriba solo estábamos los 3 (yo y Martín en una habitación y Sebas en otra).

Estando en la habitación me hice el dormido, pero al entrar Marcos hizo caer una lámpara por lo que tuve que actuar como si me levantaba asustado. Me pidió disculpas y me dijo que ya se iba a descansar. Yo no sabía que Marcos dormía con un pijama fino de seda y sin ropa interior así que vi claramente como se quitaba cada prenda de vestir enfrente mío y debo reconocer que su tamaño de pene no está nada mal para su edad, estaba medio erecto, pero puedo decir que le mide unos 15 o 16 cm.

A pesar de que Marcos estaba apetecible yo tenía otro objetivo y sin querer también vi al hermano de Sebastián en todo su esplendor. Ya eran las 2a.m. pero a Marcos se le notaba muy cansado así que se dormiría rápido, después de unos 30 minutos se durmió y de pronto escuché unos pasos acercarse a la habitación, era Sebastián avisándome que vaya a su recámara para seguir en lo que nos quedamos.

Sin pensarlo dos veces salí sin tanto movimiento para no despertar a Marcos y me fui con Sebas. Apenas llegamos al cuarto me aventó a la cama y me puso en cuatro, me dijo: «sentirás lo que tanto querías, pero ni una palabra de esto y mucho menos a tu hermano», yo respondí: “esta bi…” seguido de un grito que opaqué con la almohada porque me lo metió con fuerza y sin aviso, me dolió tanto porque era mi primera vez y no me dilató.

Una vez adentro, empezó a sacarla y meterla suave pero poco que poco iba incrementando la velocidad hasta que terminó en mi espalda. Y sin mucho qué decirnos, me cambié y salí cansado de la habitación hacia la recamara de Marcos para descansar.

Al siguiente día casi ni me miraba así que lo primero que pensé fue que se arrepentía de todo y no me quiere ahí, así que después de desayunar me iba a ir, pero en un cruce nos chocamos y me dice: “Cuando quieras, mi puerta estará abierta para ti”. Desde ese entonces lo hemos un par de veces más. Ahora mi fantasía es que su hermanito culpa 18 años para seguir la misma estrategia con él y quién sabe, igual y me cojan entre los dos.

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