El semestre pasado tomé la materia de Estadística Aplicada con un maestro que en verdad dejaba miel por donde caminara, era un profe muy joven, tendría como 27 años, alto como de 1, 82 de altura, tiene un cuerpo atlético, unos pectorales bien formados en horas de gimnasio en la universidad (según me enteré después) los cuales se notaban debajo de sus camisas blancas de vestir con las que da clases.

Su piel es clara pero sin llegara ser pálido y unos ojos maravillosos de color azul claro. La verdad es que nadie podía dejar de mirarlo.

La materia que él daba es obligatoria en la Licenciatura, así que aunque yo no quisiera la tenía que tomar, aunque siempre he sido un chaval muy aplicado a las cosas de la escuela estas materias de números no se me dan.

El primer día el Prof. nos trato de lujo, incluso nos sentíamos de regreso en la primaria, llevó algunas paletas de caramelo para las personas que participaran y que expusieran sus dudas así que no desperdicié la oportunidad y fui uno de los más activo en la clase. Un detalle que me sorprendió muchísimo y que me causo mucha tristeza fue que aun sin tener las listas y sin presentarnos formalmente me dijo «Natan, puedes venir un momento» yo me sorprendí por que nunca le había dicho cuál era mi nombre.

Yo le dije «Claro Prof., dígame que necesita» él me dijo que necesitaba que sacara unos juegos de copias para la siguiente clase, yo acepté gustoso. Ya cuando me retiraba me dijo que sabía mi nombre por que yo había sido alumno de su novia el semestre pasado. En ese momento me desilusioné tanto, jejeje, pensé en dejarle las copias en el escritorio y decirle «pues qué se cree que soy su gato o qué «; pero bueno al fin y al cabo me di cuenta que solo era un tipo heterosexual que me va dar clases un semestre y yo imaginándome un buen de aventuras con mi querido profesor.

Vaya sorpresas que se lleva un en la vida, pensé.

Así pasaron las semanas, algunas veces salíamos a desayunar o platicábamos después de clases, ya que yo tenía la siguiente hora libre, pero mi fastidio era que siempre íbamos con su novia. Y yo, solo como el perro, por que a mis amigos no les gustaba la idea de salir con dos profes. Así que no hicimos muy buenos amigos, la verdad es que todo estaba de pelos; yo nunca pense que pudiera hacer tan buena amistad con una pareja heterosexual, claro siendo yo el tercero malo, jejeje.

Un día yo no me sentía con ganas de nada y algo que me gusta mucho es ir a los centros comerciales a caminar un rato y si tengo plata, pues comprar discos o ropa, lo que se me ponga enfrente, así que llegue a una tienda de ropa, luego pase una de discos y al final decidí comprarme unos zapatos. Todo este caminar me dio hambre y cuando entré al retaurante ¡Oh Sopresa!, ahí estaba la novia de mi profe, ya estaba punto de acercarme a saludarme cuando llegó otro tipo y le plato semejante beso que por obviedad no era de amigos.

Decidí calmarme, quizás estaba viendo mal o mal interpretando las cosas, así que me dieron una mesa y como tenia tanta hambre, me dije «primero como y luego voy a saludar» y así lo hice. Cuando llegué a su mesa, saludé a la dichosa «novia» de mi amigo el profesor y se puso de mil colores… «Hola Miranda ¿Cómo estas?» Ella respondió: «Bien Natan, ¿Que haces aquí?» Yo le dije «vine a comer, y te vi desde hacia un rato pero no quería distraerte».

En ese momento se paró el otro tipo y me dijo»mucho gusto, me llamo Rodrigo Corona».

«Mucho Gusto Rodrigo, yo soy Natan un alumno de Miranda». La cosa se puso buena, Miranda no aguantaba la cara, pero tampoco soy un maldito, así que me despedí para evitar ponerlos en más apuros. Al Lunes siguiente tenía clase con mi amigo el Profe. Y bueno dicho sea de paso venia de lujo, con un traje color gris oscuro una camisa sin corbata, era muy sport, se veía genial y más cuando se quitó el saco… WOW … de inmediato las chavas, y claro uno que otro, se inquietaron de verlo tan lindo.

Yo me despreocupé por que yo lo tendría para mi solo en el desayuno, jejeje, pobres ilusos solo lo pueden ver en los pasillos y en el salón de clase. yo en cambio lo tengo como amigo. Terminó la clase y me acerqué como de costumbre, le dije que si saldriamos a almorzar y me sorprendió la respuesta: «Natan, yo si te consideraba como un amigo». «¿Qué quieres decir?» le pregunté.

«No te hagas pendejo, se que intentaste salir con Miranda el fin de semana y ella me dijo todo lo que le habías propuesto. Pero para tu mala suerte ella y yo siempre nos comunicamos todo. Y de paso te digo que si quieres venir a mi clase estara bien, pero si no sigues viniendo será mejor para mi. Y tu calificación, no te preocupes, tu promedio de 10, seguirá como siempre. En mi clase tienes 10. Asi que con tu permiso, que tengas Buen día.»

La verdad que eso que me dijo, aunque fue muy poco, me dolió bastante, yo nunca invitaría a salir a Miranda, por obvias razones y en segunda nunca en la vida le hubiera propuesto algo malo. Me dio tanto coraje que pensé en ir a buscarla a su salón de clases y enfrente de todos sus alumnos decirle que era una zorra, un gata sin inteligencia y sobre todo una perra frígida… Pero me tranquilicé, me fui a mi coche y me puse a pensar.

Mucho no podía hacer, mi amigo el Prof. confiaba ciegamente en esta vieja, asi que ni siquiera podría intentar hablar con él, así que la verdad es que decidí, seguirle el juego. Pasó un mes y ya se acercaba el final del semestre y las cosas igual. Ninguno me dirigía la palabra, mi Prof. por que estaba muy enojado y ella de la vergüenza ni siquiera podía levantar la cara.

Y como caído del cielo en estos días me había hecho conocido de un tipo por Internet que me decía que la novia de su hermano daba clases en la misma universidad que yo iba. Al principio no le tomé importancia, pero luego le pregunté que cómo se llamaba y me dijo: «Se llama Miranda, hay pocas con ese nombre verdad». De inmediato mi mente comenzó a trabajar. Casi estaba seguro que era ella.

Así que para ganarme la confianza de este tipo tuve que acostarme con él y cosas así, les decía que no soy un modelo hecho en el molde Brad Pitt, pero mi altura, mi cuerpo y dicen que mi personalidad y mis nalguitas son las que cautivan. Así estuve viéndome una semana con este tipo y cada vez se hacia más pesado el ambiente en la clase, ya que de ser el alumno prominente y preferido del Profesor de Estadística ahora era el que alzaba más la mano, pero el que menos le hacia caso.

Asi que decidí jugármela, le dije a este tipo que tenía una reunión en mi casa (era mentira, era el departamento de un amigo) y le dije que me gustaría que fuera pues su hermano, su «próxima» cuñada y que sería algo muy petit. Este tipo se alocó y le encantó la idea, así que ya habíamos quedado, el viernes a las 9 p.m. en el departamento.

Ahora el problema era llevar a mi profesor a esa hora, así que decidí utilizar algo de cinismo puro, le mandaría una nota firmada obviamente por mi, horas antes de la noche del Viernes presumiéndole que su «Novia» estaría conmigo a las 8:30 en la Calle Alberto J. Pani esq. González Aparicio Cto. Economistas.

Obviamente todos sabemos que cuando se le pica el honor a un hombre, es lo peor que puede pasar en al vida, así que llego la hora, mandé la nota y ni un minuto tarde llego a las 8:30, le abrí la puerta y aunque no era su costumbre me empujó, y comenzó a buscar a Miranda, yo un poco nervioso le dije: «Sabes, sé que no es nada bueno el recado que te mandé pero quiero que veas algo, con tus propios ojos». Y ya le expliqué todo lo que había pasado.

Él por supuesto no me creyó. Le dije que por la amistad que teníamos me diera esta oportunidad. Y como no lo lograba convencer tuve que decirle que yo era Gay y que lo vería por la persona que invite, que por favor no se fuera; él se sorprendió cuando el dije que era gay, pero creo que eso era lo que menos le importaba. Al final aceptó a regañadientes y me dijo que si a las 9 no llegaban él se largaba de ese lugar, yo acepte y le rogué a todos los santos del cielo que fueran puntuales, eran las 8:50 y nada.. las 8:55 y tampoco dieron las 9:00 y no llegaron.

Y como lo dijo a las 9:00 tomó su saco y se salió del departamento muy enojado, ahora si que la había hecho buena, lo había perdido para siempre. Dieron las 9:25 tocaron el timbre y yo abrí, y sí, era mi «amigo» del chat, su hermano que era el mismo tipo del restaurate y por supuesto la perra de Miranda. Me dio tanto coraje verla que no pude cambiar mi cara, así que los invite a pasar, ella estaba con una cara y buscaba el más mínimo instante para «platicar» conmigo en la cocina.

En eso tocaron el timbre y según esto era un repartidor de pizzas; estás seguro que es en esta dirección? Y me dijo que si, que ya estaban pagadas. Y bueno a pesar de mi enojo, no podía desquitarme con el repartidor, así que bajé por las pizzas y mi sorpresa es que sí era un repartidor de pizzas pero con mi profe al lado.

Me explico que él desconfíaba de mi, pero no puede desconfiar de otra persona que no conoce, asi que le dijo al repartidor que subiera, que dejara las cosas en la cocina y que echara un vistazo de con quien estaba la mujer de esa reunión. Subimos los tres, pero quien entró fue el repartidor y yo, y por fin… la muy puta de Miranda, se estaba dando un morreo de aquellos con el tipo. El repartidor de pizzas no hizo más que dar fe de lo que estaba pasando, salió y se lo dijo a mi profe.

A mi me sorprendió tanto por que volvió a tocar la puerta y yo abrí y entró como si nada, saludó a Miranda, a su novio del momento y a mi «amigo cariñoso»; NO SABEN QUE GUSTO ME DIO ver la cara de esta vieja, pero más aún me sorprendió la actitud de mi profe. No dijo nada, al contrario, propuso que comenzáramos cenar pizza. Y ya saben, de pronto Miranda, se sintió muy mal, así que tenía que ir a su casa. Dentro de mi sabia que era un chantaje por salir de esa situación.

LO MÁS RECIENTE

Mi profesor solo se limitó a decirle «Que te mejores pronto.» Al final, quedamos Mi Prof. y yo, con tres cajas de pizzas, con un otros dos six de cervezas y sin nada que decir, solo se le veía la tristeza en sus ojos. Y el comenzó a decirme: «No es la primera vez, ya antes había dejado amigos en el camino por Miranda, me siento muy apenado, Discúlpame.»

«No te preocupes, pero ya vez, yo no andaría con Miranda por nada en el mundo. No perdería tu amistad por que eres muy especial para mi. No solo eres mi profesor de Estadística, eres mas que eso.» le dije muy serio a lo que él me preguntó que qué era para mi.» Pues un amigo muy especial.»

«Pues tu también eres alguien especial para mi.» me dijo y añadió «Oye y por qué no me llamas por mi nombre, siempre me dices Profe.»

Esta bien, Gabriel.Y ya que estamos los dos solo ahora tendrás que consolarme.MMM, dentro de mi pensé » Claro pedazo de idiota, lo que siempre he buscado es estar contigo pero como eres heterosexual… pues bueno pero aún así quiero consolarte»

La plática cambió de tema, él me preguntó que por qué nunca le había dicho que yo era gay. Yo le dije que es algo muy mío y que no tendría razón de ser que se lo contase, por que pensaría que ando tras de él. «Natan, si tú anduvieras tras de mi, yo no nunca te diría que NO.»

Me quedé helado con la respuesta; decidí sentarme junto él y abrazarlo, era una luz verde, así que lo único que pude hacer fue abrazarlo muy fuerte, dándole a entender que eso que él me dijo era lo que yo siempre había querido.

En ese momento él levantó mi cara y me dio un beso de niños, esos de piquito, yo casi lloro de la emoción, pero bueno, tenia que sobre ponerme, así que ahora fui yo el que levantó la cara y le dio un beso apasionado, tocándole su cara, el respondió de inmediato.

Así que comenzamos jugar con nuestras lenguas entrelazadas, en ese momento no había nada que nos preocupara, comencé a desabotonarle la camisa poco a poco y seguía con mi boca besando su pecho, con una hilera de vellos, preciosa, desde su ombligo hasta su pectorales.

Era la gloria, poder tíralo, pasar mis manso, me tiré al piso y él hizo lo suyo comenzó a quitarme la playera sin mangas que traía, ahí en la alfombra los dos abrazándonos, sin nada que cubriera nuestro abdomen o espalda, estábamos ahí los dos, como dos novios sin ninguna preocupación.

Cuando sentí que me comenzaba a quitar el cinturón y desabotonarme el pantalón, a bajarlo poco a poco, con delicadeza, me lo sacó poco a poco, y quedé en un slip blanco pegadito, marcándose ya mi abundante excitación por el momento la cual al verla provocó en mi profe una mirada coqueta y a la ves lujuriosa.

Yo le quité sus jeans más rápido que él a mi, y quedó con unos bóxer de lycra negra, era súper rico, en ese momento me di cuenta que ya estaba lubricando, comenzamos a tocarnos, él comenzó a tocarme el culo de una manera excitante, nadie lo había hecho igual, jugaba con mi hoyito, metía un dedo, se lo ensalivaba y seguía jugando mientras que yo me dejaba querer.

En ese momento decidí que era tiempo de sentir su miembro en mi boca, asi que le quité su bóxer y quedo libre ante mis ojos una maravilla, ese miembro rosado y grande, como de unos 19 cm, con unos vellos súper ricos, bien recortados en una limpieza que me excitaba con un par de huevos pegadizos al cuerpo sinónimo de su grado de excitación.

Era hermoso lo que tenía ante mis ojos, yo me perdía viendo como su abdomen se mercaba, así que comencé meter esa cosa en mi boca con tremendo gusto, él se arqueaba por el placer que le proporcionada cuando se la besaba, sacaba ese miembro de mi boca y lo recorría con mi legua. Sentía como a él le gustaba más y más lo que estaba haciendo. En ese momento con su voz perfecta me dijo » Quiero cogerte» esas fueron ordenes par mi y de inmediato me puse en el piso con una almohada bajo mi cintura, y me dijo al oído… «¿Puedo hacerlo sin condón?».

La idea no me ilusionó en lo más mínimo, pero por lo caliente del momento solo atiné en decirle, «como tú quieras mi amor» Y fue cuando sentí que su gran verga tocaba mi culito, mi hoyito y en eso era un poco tonto… me lo metió todo de un solo jalón, quedando encima de mi con tremenda herramienta adentro y diciéndome que siempre había querido acostarse conmigo, que lo que él quería era cogerme ya que desde que me conoció codiciaba tener mi culo en sus manos…

Todo eso que me decía, aunado con su tono de voz y los brotes de vello pubico qué me tallaba las nalgas me tenían vuelto loco y ayudaron a que mi culo se fuera abriendo y acostumbrando al trozo que tenía adentro facilitando la penetración. Y fue así que comenzó a meter y sacar su pedazo de carne arrancandome gemidos en cada movimiento, balanceando su cadera sobre la mía y chocando esos ricos huevos en mi culo.

Y así estuvo mucho tiempo, yo casi me muero del placer de tener al hombre que tanto había anhelado dentro de mi… me daba mis nalgadas, de besaba la espalda, me hizo cambiar de posiciones muchas veces pero nunca me saco su verga… Estaba en el último cielo, cuando comencé a sentir que mi culo se llenaba de su semen sin previo aviso. Fue en ese momento qué yo estaba con mi piernas en sus hombros lo que me permitió ver su cara, como cerraba sus ojos y hacia mil facciones de hombre excitado qué me hacían suspirar, además de su pecho, su abdomen inflandose, era delicioso todo.

Luego salió de mi y me dijo que quería que me masturbara encima de él, que quería verme venir. Yo lo hice, me senté en su verga aún llena de semen, y comencé a masturbarme, esto era riquísimo me miraba y nos besábamos y seguía masturbándome hasta que ya no pude y me corrí de manera impresionante…

Y ahí quedamos por un buen rato, cuando nos dimos cuenta de la hora eran ya casi las 2 de la madrugada… lo bueno es que teníamos el depa todo el fin de semana, así que lo único que hizo fue decirme que era el mejor alumno y el mejor amigo que tenia y por supuesto que si quería hacerlo otra vez…Y estas visitas que ahora han sido en mi casa se siguen repitiendo, este semestre el me escogió como su becario, y aunque no se mucho de Estadística, sé que voy a seguir aprendiendo.

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