Empezaré por presentarme, me llamo Andrés, tengo 18 años, soy de piel blanca, ojos cafés oscuros, delgado pero un poco marcado, me han dicho que tengo una sonrisa bonita y que soy guapo; mi mejor amigo, David, también tiene 18 años, es de piel blanca, ojos cafés claros, cabello castaño corto, es delgado pero muy marcado ya que hace deporte y va a gimnasio, y es muy guapo. Siempre he tenido claro que me gustan los hombres, aunque nadie lo note ya que no me gusta ser afeminado, soy hombre y me gustan los hombres.

A David lo conocí en el año 2013, estábamos en la secundaria, cuando entró por primera vez al salón de clases, me pareció muy guapo y conforme transcurría el curso ya eramos buenos compañeros de clase, él no sabía que soy gay, pero me moría por él, y nos hicimos muy buenos amigos, hablábamos todo el día y de todo tipo de cosas, me contó que le gustaba mucho el deporte, en especial el fútbol. Sin duda era muy diferente a mi, ya que a mi no me interesan los deportes, pero cada que me hablaba de fútbol yo fingía estar interesado en el tema. Aclaro que la única que sabia que soy gay era mi mejor amiga sara que también estaba en el mismo curso que yo.

David y yo seguimos mejorando nuestra amistad, nos contábamos todo, no le había dicho que soy gay no estaba preparado aún; un día la maestra nos puso a hacer un trabajo en parejas y como era de esperarse, David se ofreció a realizarlo conmigo, ese mismo día lo empezaríamos a hacer. En la tarde David fue a mi casa, mis padres estaban trabajando, fuimos a mi cuarto y allí empezamos a hablar.

D: Oye Andres viste el partido de anoche estuvo buenísimo. A: no, no lo vi estaba ocupado (Excusa), me contó todos los detalles y empezamos a hablar de otras cosas, hasta que se me ocurrió preguntarle. A: David hay algo que a ti que te de asco? D: la verdad sí, me dan asco los gays.

No le pregunte más nada, pero me sentí mal porque pensaba contarle que soy gay, pero no me atreví, pensé que de pronto terminaría con nuestra amistad, me preguntó porque me había quedado callado, le dije que no era nada y que se hacía tarde para empezar a hacer el trabajo; hicimos el trabajo, nos quedamos un momento jugando play, se despidió y se fue. Conforme iban pasando los días mi amistad con Daniel iba mejorando, salíamos a vacaciones de mitad de año, y David venia todos los días y hablábamos y jugabamos play, quería decirle que soy gay y todo lo que sentía por él, pero no me atrevía.

Un dia antes de entrar de nuevo a clases David vino a mi casa, me dijo que nunca había encontrado un amigo como yo, en el que podía confiar, yo le dije lo mismo, y me dijo.

D: desde ahora nos vamos a contar todo, nada de secretos entre nosotros, Vale ?A: esta bien, le dijeD: nada de secretos, repitio.Fue hay cuando me arme de valor y decidi confesarlo, le iba a decir que soy gay.A: Da..David tengo que decirte algoD: claro dime lo que sea, con confianzaA: lo que pasa es que yo, yo soy gaycuando escucho eso se quedo pasmado, no decia nada, pero luego.D: no, debe ser una broma tu no puedes ser gay. A: si, si lo soy, y hay algún problema con eso ?, le pregunté, y como estaban las cosas no le iba a decir lo que sentia por él. D: pero… si tú sabes que los gays no me agradan, me dijo.

En ese momento me dieron ganas de llorar, no lo podía creer, mi mejor amigo no me apoyaba, ni dijimos nada, miró su reloj y dijo que estaba muy tarde y que tenía que irse, ni siquiera se despidió solo se fue. En el momento que se fue no pude evitar llorar, pensé muchas cosas, en la forma como salió, seguro no volvería a hablarme, fue ahí cuando me odié a mi mismo por habérselo dicho; llamé a Sara, mi mejor amiga, y le conté lo sucedido, ella me dijo que esperara a que se le pasara, no tenía ganas de ir a clases al día siguiente, pero me tocaba afrontarlo.

Al día siguiente fui a la secundaria, llegué tarde, y ya todos estaban en sus puestos, cuando entré lo vi, no me sonrió nada, solo se quedó mirándome y después volteó a escuchar lo que la maestra decía; en el receso me quedé en el salón, no era capaz de salir y David en todo el día no me dirigió la palabra.

Ya al salir de clases me fui directo a mi casa, me sentía mal por lo que había pasado, al día siguiente llegué temprano a la secundaria, tanto que fui el primero, me senté y llegó David, que se sentó atrás de mi, se acercó y me dijo que lo disculpara, que todo esto era muy confuso para él pero que no quería perder la amistad que teníamos, yo volteé y lo miré, le dije que lo perdonaba y volvimos a habla como antes, aunque habían ratos incomodos, y yo lo notaba ya no éramos los mismos, pero yo solo pensé que se le iba a pasar.

LO MÁS RECIENTE

Ese mismo dia Pablo, un compañero del salón, nos dijo que su cumpleaños era el viernes y quería celebrarlo el sábado así que nos invitó a todos para que fuéramos, yo no quería ir pero David me convenció. Llegó el sábado y me arreglé muy bien, porque sabía que David también iba a ir, y él quedó de pasar por mi, llegó a mi casa a eso de las 7:30 de la noche y nos fuimos, al llegar a la casa de pablo, había mucha gente bailando y tomando, David se incorporó y comenzó a beber.

Yo estaba bailando con mi amiga Sara, después me comenzó a dar mucho calor, le dije a Pablo que si podia guardar mi abrigo en una de sus habitaciones para que no se fuera a perder, él me dijo que lo siguiera y fuimos a su habitacion, y cerró la puerta, le entregué mi abrigo y lo puso encima de la cama, le di las gracias y me disponia a salir, cuando sentí un jalón y me llevó hasta la pared y me apretó y me dijo al oído «David me contó que eres un puto, marisca», y me empezó a apretar muy fuerte yo le dije que parara, que no me hiciera daño, me dijo «a los putos como tú hay que trararlos así», y me empezó a tocar, yo tenía miedo, y comencé a llorar le dije que no me hiciera nada, pero me dio un golpe en la cara y me dijo que me callara.

Luego me empezó a tocar el culo, no sé de dónde saqué fuerzas pero le metí un puño en su estómago que lo hizo apartarse, cogí mi abrigo y salí del cuarto llorando, al salir de la casa David me vio y me dijo que, qué me había pasado, y por qué estaba llorando, él estaba un poco ebrio, y le conté lo sucedido, pensé que me iría a defender, pero sucedió todo lo contrario, me dijo que eso me ganaba por ser un maricón, y muchas cosas más, me sentí muy mal.

David regresó a la fiesta, y yo cogi un taxi y me fui para mi casa, cuando llegué mi madre me dijo que si ya se había acabado la fiesta, porque habia llegado temprano, entré a mi cuarto y lloré toda la noche por lo sucedido, no sabía qué pensar de David, me dijo muchas cosas, que me sentí humillado, me sentí como si todo fuera mi culpa, me acosté y me dormí.

Al siguiente día desperté, di gracias que era domingo, no tendría que verlo, así que fui a ducharme y salí, justamente pasé por la casa de David, y ahí estaba él, etaba con Pablo, no me digné a mirarlos, seguí derecho, pero sentía cómo ellos me miraban, y se reían, no le di importancia, al llegar a mi casa, miré mi celular y tenía un mensaje de Whatsapp de él, solo me dijo «hola bro!» pero yo no me digne a responderle. Luego me mandaba más mensajes y me preguntaba que qué hacia, tampoco le respondía, asi que me acosté y me dormí.

Al otro dia que desperté, mi madre me dijo que David había estado llamando como loco, yo le dije que si volvía a llamar le dijera que no estaba, o que le inventara algo, me dijo que por qué no le quería hablar, pues ella sabía lo muy buenos amigos que éramos, solo le dije que en ese momento no quería hablarle, luego de eso pasó una semana, en la que él me llamaba y yo no le contestaba, y en la secundaria no le hablaba, aunque a veces se acercaba.

La siguiente semana era martes y se acercaba mi cumpleaños que era jueves, mi madre me dijo que podía hacer algo el día de mi cumpleaños, que invitara a mis amigos a comer, yo le dije que no, que no quería nada, para ese día, probablemente llamaría a Sara, pues era la única con que hablaba en el salón, llegó el jueves y al despertarme mis padres y mi hermano me felicitaron, llegué al salón de clases, y mi amiga Sara me felicitó, y me dio un regalo.

Al llegar a mi casa, ya mis padres se habían ido a trabajar y mi hermano se habia ido a la universidad, estaba solo en casa, cuando a eso de las tres de la tarde tocan la puerta, era David, me miró y me dijo si podía pasar, le dije que no, que estaba ocupado, iba a cerrar la puerta cuando de repente se interpuso y entró a mi casa.

Le dije que se fuera, pero no hacía caso, tenia una mano detrás de la espalda, no sabía que era, le dije que qué quería, y se lanzó hacía mi y me dijo «feliz cumpleaños» y sacó su mano detrás de su espalda y me entregó una bolsa de regalo, le dije fríamente «gracias» y puso el regalo en el sofa, me siguió hacia mi habitación, donde comencé a jugar play, la verdad me sentía extraño, él a mi lado, y yo ignorandolo, me preguntó muchas cosas, pero no le respondía, notaba mi frialdad hacia él.

D: abre el regalo, hay algo especial para ti. Fui por la bolsa y fui a mi habitacion, cuando entré me senté, él se paró y salió de mi habitación, y se quedó afuera, mientras yo abría la bolsa, me había dado una loción, él sabía cuánto me gustaban, y al fondo había un papel, lo abrí y era una carta, no lo podía creer me había hecho una carta a mi, no entendía por qué había tenido ese detalle conmigo, ya que el me decía que a las novias que había tenido, nunca les había escrito nada, la empecé a leer, había escrito muchas cosas, aunque obviamente él no tenía idea de cómo escribir una carta, decía que lo perdonara, que no quería perder mi amistad, que había sido un idiota por todo lo que me había hecho y mientras leía no pude evitar dejar escapar varias lágrimas.

Cuando acabé de leer, lo miré, estaba parado mirándome desde la puerta de mi habitación, le dije gracias, él se acercó, y me dijo que lo perdonara y me abrazó, y comenzó a llorar, no lo podía creer, estaba llorando, nunca lo habia visto llorar, y menos crei que fuera por mi.

A: que te pasa por qué lloras
D: porque no quiero que sigas enojado conmigo Andrés, lo sé, fui un imbécil quiero que me perdones.

Me abrazó de nuevo, yo no sabía qué decirle solo atiné a decirle, «te perdono», me miró y sonrió, él empezó a mirar su celular, mientras yo jugaba play, cuando de repente me dijo «Andrés puedes mirarme» de repente lo miré, lo miré a los ojos, y se fue acercando y posó sus labios con los míos, yo quedé paralizado, no sabía qué decirle, me abrazó y me dijo «tengo que decirte esto, me gustas mucho Andrés, al principio pensé que te quería como buenos amigos que somos, pero siento algo diferente por ti, esto nunca lo había sentido con ninguna chica, y creo que por eso fue que te dije todas esas cosas, porque yo no aceptaba que yo también soy… bueno, gay o bisexual tal vez».

Yo estaba en shock, no había comprendido las palabras que me había dicho, pero se lo confesé, le confesé lo que sentía desde hace mucho tiempo por él, me miró y volvió a besarme, esta vez el beso fue mas profundo, me empezó a besar el cuello, no podía creer lo que pasaba, pensé que era un sueño, pero no, era real.

Después me quitó la camisa y empezó a besarme el pecho, se detenía en mis tetillas y les daba lamidas, yo ya estaba un poco caliente, y todavía no creía lo que estaba pasando; luego me quitó los zapatos y los calcetines, y desabrochó mi pantalón en el que ya se veía una erección.

Él solo me miró y sonrió, bajó mi pantalón junto con mis bóxer rápidamente, y ahí estaba él mirando mi verga totalmente erecta, de aproximadamente 17 cm, lo dudó un poco pero se metió la cabeza de mi verga a la boca.

Yo no podía creerlo, mi amigo me estaba dando mi primer mamada, y se sentía muy bien, yo solo gemía y él me miraba y se reía, lo levanté y lo besé, y lo desvestí todo, quedé en frente de su verga larga, de 19 cm, blanca y me la metí a la boca.

David gemía como loco; yo continué como por 10 minutos y sus gemidos eran más fuertes, era señal de que iba a acabar, pero me levantó y me dijo que todavía no quería terminar, bajó y otra vez le dio una mamada a mi verga, abrió mis piernas y fue directo hacia mi ano, paso su lengua… era una sensación muy placentera.

Yo gemía muy fuerte, paro y me dijo que no gimiera tan fuerte, solo asentí, y el siguió; luego fue haciendo círculos con su dedo en mi ano, y lentamente fue introduciendo su dedo dentro de mi, al principio me dolió un poco, puesto que era virgen, pero luego estaba empezando a disfrutarlo, metioó un segundo dedo, dolió más pero aguanté, él subió y me dio un beso.

A: tienes condones
D: no los necesitamos
A: pero yo soy virgen, no sé si tu lo seas
D: lo soy, créeme.

La verdad me costaba un poco creer eso, como dije antes él me dijo que había tenido novias, pero después le creí, le volví a mamar la verga unos minutos y la puso en mi ano, ya sabia lo que iba a pasar

A: hazlo con cuidado por favor
D: esta bien, como digas.

Fue introduciendo su cabeza, y me dolió le dije que fuera un poco más lento, metió la mitad de su pene, se quedó quieto un momento y luego lo metió todo, me estaba doliendo mucho, el me decía que me aguantara un poco, que después iba a disfrutar y empezó a moverse.

Mientras me besaba puso mis piernas encima de sus hombros y empezó a moverse un poco rápido, ya el dolor estaba desapareciendo y sentía un gran placer

A: hazlo más rápido.

Él sonrió y lo metía más fuerte mientras me besaba, el cogió mi pene y empezó a masturbarme, mis gemidos aumentaron «David, ¡me vengo!» le dije mientras me vine en mi pecho y en su mano, sus embestidas aumentaron

D: ¿me puedo venir dentro de ti?
A: ¡hazme lo que quieras!

Él soltó un gemido y ahí supe que se había venido dentro de mi, nos besamos y sacó su pene ya flácido. Eran las 5 y media de la tarde, mi hermano llegaba a las 7, así que le dije que si nos dábamos un baño para limpiarnos; él aceptó, entró primero y yo me quedé afuera esperando, pero me dijo

D: ven bañémonos juntos, así no desperdiciamos agua.

Me giñó un ojo y yo con gusto entré y juntos nos bañamos, nos besamos y salimos; eran las 6, se puso solo sus bóxers y se acostó en mi cama, yo me acosté a su lado. Me dijo que había sido maravilloso, le di un beso, y solo me sonreía, le empecé a sobar el cabello y se quedo dormido, se veía como un ángel durmiendo, no podía creerlo de verdad.

Yo me estaba quedando dormido cuando escuché la puerta de mi casa, la estaban abriendo, era mi hermano, rápidamente me levanté para cerrar la puerta de mi cuarto, y que no viera a David acostado en mi cama y casi desnudo; él tocó mi puerta y preguntó qué estaba haciendo, le dije que estaba cansado, y que quería dormir.

Desperté a David, le dije que mi hermano había llegado, se vistió y cautelosamente salimos, nos despedimos de un beso, y se fue para su casa, esa noche recordé todo lo que hicimos, y me hice una paja recordando todo. Esta fue mi primera vez, sucedió con mi mejor amigo David.

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