«EL COMPADRE DE MIS PAPÁS»ESPELOMis padres siempre son muy tener compadres solo que con algunos se llevan mejor que otros, este es el caso del padrino de mi hermana mayor, y creo que siempre la amistad entre compadres siempre debe ser la mejor.

Desde que tengo razón mis padres siempre invitan a sus compadres a casa los fines de semana, pero la vida cambio, Su compadre Roman y su mujer siempre han sido parte de la familia hasta que, el destino decidió llevarse a su mujer, y quedo solo en su vida, nunca pudieron tener hijos, pues su mujer murió de cáncer.

Era algo triste mis padres siempre han tratado apoyarlo sentimentalmente, y a mi hermana siempre la trataba como a una hija, algo normal entre padrinos y ahijados, yo siempre lo veía como una hombre muy guapo, y aunque era un niño sabia que me gustaban los hombres.

Cuando murió su esposa dejo de ir a la casa, mis padres siempre trataban de hablar con el y apoyarlo sentimentalmente, mi hermana lo trataba como a un padre y yo pues no podía pues no era nada mio.

Así paso medio año hasta que las cosas comenzaron a cambiar y mis padres lo invitaron a la casa un fin de semana, yo me emocione pues me gustaba verlo, y admirarlo como hombre pues es muy atractivo y joven como unos 40 años, alto, rubio, ojos azules, y un cuerpo que la verdad a mi me gustaba mucho.

Cuando llego a la casa después de seis meses me pareció ver un hombre hermoso pues estaba muy bien arreglado, con una loción muy rica, y que ya estaba saliendo del luto de mujer, creo que verlo de nuevo me hizo sentir cosas que no entendía pero igual no me lo podía imaginar.

Como todo niño bueno lo salude, y me senté a comer con ellos y mi hermana muy feliz por su padrino, que ya estaba mejor, al terminar de comer mi hermana se despidió, tenia una cita con su novio y se fue, mis padres y yo nos quedamos con Roman.

Mi papá y el se pusieron a tomar y mi mamá lo invito a quedarse en casa, y el acepto, mi padre me dijo que si se podía quedar en mi cuarto, yo le dije que si, me fui a dormir y ya como a las 10 de la noche escuche que abrieron la puerta de mi cuarto, era mi padre y su compadre, le decía que dormiría en mi cuarto, y lo dejo ahí, me sentía muy contento de dormir con el hombre que me gustaba.

Yo me desperté y me levante y le dije que ya se acostara, que ya era tarde, y el sonriendo me dijo que si, pero me dijo que tenia calor, y le dije que si hacia calor.

Le dije si quieres quítate la ropa para estar fresco, cerré la puerta con seguro, y el me dijo que si yo no tenia calor le dije que si, el me dice anda quítate la ropa tu también, y yo sin pensar me quede con mi trusita roja, el solo me veía, me acosté y me puse a verlo, y el con mucho trabajo se quitaba la ropa, hasta quedar con un boxer blanco.

Ahí fue cuando pude ver su hermoso cuerpo cubierto de pelos era algo muy excitante para mi, me di la vuelta para disimular dando la espalda cuando sentí que se metía a la cama, ya para dormir, después de una hora creo me quede dormido.

LO MÁS RECIENTE

Fue hasta que sentí que me abrazaba con fuerza, me desperté, y sin poder verlo me dijo al oído, te quiero mi amor, y te tengo ganas, te extraño, me haces falta, nunca me dejes preciosa, supe que creía que era su mujer, pues me dio besitos en mi espalda, y mi culito estaba pegado a su verga.

Sentía algo muy caliente que quería entrar entre mis piernas, solo trate de dar lo que el quería abrí mi raja y acomode su pene en mi hoyito, pero sentí que era muy gruesa y larga, cuando me tomo de la cadera para ensartar su potente verga en mi, sentí como taladraba aquello en mi hoyito virgen, y apretado, me dolió mucho, pero no podía gritar, por miedo a que se diera cuenta que no era su mujer, me la enterró hasta el fondo sentí que trono mi culo, y comenzó a cogerme como si fuera su mujer.

Así estuvo como una hora, el dolor ya era placer, cuando sentí que se orinaba dentro de mi, sentí que me estaba orinando también, pero no, era su rico semen dentro de mi, el sueño y la embriaguez hizo que nos quedáramos pegados hasta el amanecer, al despertar vi que seguía pegado a mi pues su verga era grande no salia de mi, trate de moverme, hasta que se despertó, sintió que estaba clavado a mi, con cuidado me la saco, y me dijo que no sabia lo que había hecho.

Yo le dije, que no había problema, que me gusto mucho, el apenado tomo una toalla y me limpio el hoyito lleno de leche y sangre, me pidió perdón, y le dije que yo quería tenerlo así siempre, el me dijo que era nuestro secreto, y le dije que si pero que quería coger cada que viniera a mi casa, y el me dijo que si, nos levantamos y fuimos a desayunar como si nada.

Al llegar la noche, ya no estaba tomado, ahora solo teníamos sexo por gusto y diversión, hasta la fecha sigue siendo el hombre de mi vida que duerme en mi cuarto los fines de semana.

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