No era la primera vez que Alex y yo teníamos sexo, nos habíamos conocido hace ya varios meses atrás en un operativo para renovar el certificado de conducir. Desde el primer momento supimos que había un fuerte atracción y deseo entre nosotros y desde ese día hemos sido amantes ocasionales, sin compromisos ni ataduras pero si con mucho deseo.

Me considero bastante guapo, mido 1, 90 cm. Peso 98 Kg., no soy gordo, pero si bastante robusto, blanco como la leche, cabello castaño oscuro, muy velludo aunque siempre lo llevo rebajado, ojos grandes color marrón y barba tipo candando. Tengo 30 años pero por mi porte aparento como 35, me considero versátil, me gusta hacer de todo, sobre todo hacer de pasivo cuando el pene es mas grande que el mió, por cierto, me mide 19 cm. y es lo bastante grueso como para generarme algún tipo de problema a la hora de penetrar a mis amantes.

Alex, por el contrario es totalmente distinto a mi, como me gustan los hombres, bajito, gordito pero muy fuerte, blanco como la eche, con el cabello súper negro, lampiño natural, con un culo que es capaz de dar el mayor de los placeres y una verga lo suficientemente grande como para mantenerme emocionado mientras se la mamo. Alex es completamente pasivo, hecho que no me molesta en lo absoluto, con un culo así, podría pasar dentro de el todo l día.

Lo que les voy a relatar hoy, me sucedió justamente ayer, y hasta el momento ha sido una de las mejores experiencias sexuales que he tenido, y créanme que han sido muchas.

Estaba en mi oficina algo fastidiado, el día había sido algo aburrido, y aunque el fin de semana había estado de viaje con mi pareja, la necesidad de sexo ocupaba toda mi concentración. Como ya era costumbre, llame sin pensarlo mucho a Alex, no necesitábamos explicaciones. Simplemente manifestar la disposición a tener sexo en determinado momento. Luego de una corta conversación, quedamos en encontrarnos en 15 minutos en una estación del metro bastante cercana a mi trabajo.

Cuando por fin llego, me comento que nuevamente no estaríamos solos, que iríamos a casa de un amigo que estaba bastante bien y que tenia una verga deliciosa, pero lo mejor que tenia era la manera de coger. Reconozco que desde ese momento mi verga logro alcanzar su máximo nivel de reacción, ahí, en la calle, frente a todo los transeúntes.

Al llegar al edificio ya Roberto nos estaba esperando, aunque no era un galán de telenovelas, la verdad es que no estaba nada mal, estatura mediada, contextura mediana, cabello negro con abundantes canas, piel morena, y una cara de morboso, que sumado a los detalles que ya me habían contado de el, me hicieron sentir mas punzadas en mi zona genital. Inmediatamente Alex y Roberto se saludaron, me presentaron y sin mayor protocolo subimos a su apartamento.

Una vez adentro, Roberto nos ofreció un vaso de agua como para romper un poco el hielo, momento que aproveche para ir al baño, necesitaba orinar, conociendo bien a Alex, mi jornada sexual seria intensa y por lo que me había contado de Roberto, seria mas intensa que de costumbre, así que prefería estar listo para que la faena durara bastante tiempo. Al salir del baño, ya Alex y Roberto se estaban besando en la puerta de la habitación, verlos allí, con tanta pasión y deseo me excitaba tanto que prefería mantenerme al margen, no todos los días un puede ser espectador de situaciones tan morbosas.

Allí seguían ellos, desatando toda su pasión, sus deseos sus ganas, sus verdaderos seres internos, mientras yo me sentía en un set de filiación de alguna película pornográfica, de las buenas. No pude mas, la situación me invitaba a participar, me acerque por detrás de Alex y comencé a besar su cuello y a tocar sus pectorales mientas que Roberto besaba sus labios y apretaba sus nalgas, éramos un trío lleno de lujuria, todo estaba permitido entre nosotros, yo continuaba besando a Alex tocando sus pectorales duros, su abdomen abultado y su gran verga, Roberto besaba ahora su oreja, lamía su cuello y sus manos seguían apretando sus nalgas, al tiempo que frotaba mi verga encerrada n los pantalones. Así continuamos un buen rato, besándonos ahora los tres simultáneamente, frotando cada parte de nuestros cuerpos, llenándonos de más morbo y mas deseos. Desde mi posición pude fácilmente desabotonar el pantalón de Roberto con el objetivo de descubrir las dimensiones de su herramienta, ya Alex me había comentado que estaba muy bien dotado, pero mis manos se encargaron de confirmar aquel rumor, una verga muy morena, como de 17 cm. y de grosor ideal estaba entre mis manos en aquel momento, Mis labios y mi culo, decidieron que esa oportunidad no la dejarían pasar, aunque el centro de atención seguía siendo Alex.

Sin pensarlo mucho, mientras Alex y Roberto continuaban en un beso apasionado, yo me senté en la cama y ayude a los dos a terminar de desvestirse, no lo hice por altruismo, quería tener el mejor panorama de aquellas vergas erectas y deseosas de ser mamadas. Y así fue, le di la oportunidad a la verga de Roberto que estrenara mi cavidad bucal esa tarde, de un solo golpe introduje su verga en mi boca y con mucha sutileza pero con mucha firmeza comencé a follarme la boca con la verga de Roberto, mientras mi mano izquierda pajeada velozmente la gran herramienta de Alex (era un lastima que Alex solo fuese pasivo, estoy seguro que tener su verga dentro del culo seria maravilloso). Los jadeos no se hicieron esperar, y con ellos mi acalentura aumentaba, alternaba entre la verga de Roberto y la verga de Alex, hasta llegue e meterme las dos en la boca al mismo tiempo, o al menos sus grandes glandes. Que placer tenia en ese momento, me estaba dando un banquete de lo mejor.

Ya, a esta altura de la función, nuestra lujuria nos exigía nuevas posiciones y más espacio, y la cama era la ideal para darle rienda suelta a nuestros ardientes cuerpos. El primero en adoptar posición fue Alex quien se subió a la cama en cuatro patas para dejar su orto expuesto a nuestros ojos y lenguas. Fui yo quien se dio el lujo de comenzar a chupar su culo. El paisaje de sus grandes y fuertes nalgas, completamente lampiñas abiertas por sus propias manos dejando al aire libre una gran cavidad anal, dilatado por la excitación o por el uso produjo en mi una euforia difícil de calmar, desaforadamente comencé a penetrarlo con mi lengua a medida que lo nalgueaba y apretaba sus fuertes muslos. Era el paraíso.

Estaba tan concentrado en mi tarea que olvide por completo la presencia de Roberto, pero cual fue mi sorpresa cuando sentí algo húmedo u punzo penetrante en mi esfínter. Era la lengua de Roberto, que al sentir envidia de la tarea que realizaba su colega, decidió hurgar en mis entrañas de la misma manera que lo hacia yo en Alex. Que placer, su lengua parecía manejada por control remoto por mi, era tanta la conexión entre los tres, que los mismos movimientos que recibía Alex de mi parte, los recibía yo de parte de Roberto. Rober me mamaba el culo, yo se lo mamaba a Alex y Alex gemía y pedía a gritos mas (de parte de los dos) No se cuanto tiempo estuvimos en esa posición, se que nos turnamos, en varias oportunidades, inclusive, en algunas oportunidades Alex fue penetrado por ambas leguas, llevando a mi a los niveles mas altos de la lujuria.

Por varios minutos permanecimos en la cama, haciendo posiciones que nos permitían mamarnos las vergas, los culos e inclusive, dedear a Alex, el cual llego a recibir como entrenamiento para lo que le venia, cuatro dedos en su culo, dos de Roberto y dos míos.

Solo cuando sentimos que Alex bien dilatado Roberto se coloco un condón, se coloco las piernas de Alex en sus hombros y con mucha decisión y sin problemas lo penetro hasta el fondo. Los gemidos de Alex demostraban que no existía nada de dolor, por el contrario, el placer que estaba recibiendo lo tenia completamente fuera de si. Roberto envestía salvajemente, llevando su glande hasta las profundidades del ano de nuestra victima, y lo se porque pude intrucir un dedo, inclusive hasta dos, en el culo de Alex mientras esteba ensartado.

No aguantaba mas, necesitaba aumentar mis niveles de placer, así que tome un condón, me lo coloque y espere mi oportunidad. Roberto al verme listo para darle batalla a ese culo interminable e infinito se salio y Alex con su mirada me dijo que estaba dispuesto a recibir mi gran herramienta. Y así fue. Con mas delicadeza que Roberto, coloque mi verga en la entrada del culo de Alex y como por arte de magia, sin ningún esfuerzo, esta fue entrando en la cavidad anal de Alex, la cual, estaba tremendamente dilatada por el trabajo previo y la salvaje cogida que le acababa de dar Roberto. Alex me lo agradeció, mis movimientos, igual de profundos pero con mas suavidad, permitieron que Alex se entregara mas, que abriera sus nalgas con sus propias manos y pidiera mas verga en su culo, estaba como loco, poseído por una extraña pasión y locura. Y así estuvimos alrededor de 15 minutos, alternándonos el culo de Alex entre Roberto y yo.

Era evidente que Roberto estaba cansado, pero a la vez muy excitado. Sus envestidas eran muy salvajes lo cual hacia que en varias oportunidades se salía de Alex para descansar, momentos que yo aprovechaba para llenar el vació. Es en una de estas oportunidades, mientras lo tenia completamente penetrado, dándole movimientos circulares con mi verga dentro de su culo, que la locura me llevo a plantearle algo que no sabia si estaría dispuesto a realizar. Mirándolo a los ojos le dije: Métete las dos vergas, se que puedes hacerlo. Lo dudo por un momento, pero al poco tiempo, mientras recibía mis envestidas cada vez mas fuertes me dijo: Ok.

Roberto no lo podía creer, inmediatamente busco mas lubricante y me animo para que me saliera del culo de Alex para prepararlo para tal hazaña. Inmediatamente retire mi verga de su culo y me acosté boca arriba en la cama, Alex, sin pensarlo dos veces se sentó y comenzó a cabalgar sobre mi verga de una manera frenética, Roberto, desde atrás se masturbaba frenéticamente mientras decía, que rico! Coño que rico…..

Cuando Roberto pensó que todo estaba listo, se coloco detrás de Alex, quien permanecía sentado sobre mi verga y comenzó a tratar de penetrarlo. Yo sujetando a Alex por la cadera, detuve sus movimientos y lo bese profundamente en los labios. En eso comencé a sentir como la verga de Roberto comenzaba a abrirse paso entre la mía y los pliegues del culo de Alex. Sus ojos se desorbitaron y lanzo un grito que pensé que era de dolor pero cuando por fin pudo hablar sus palabras fueron: que rico, jamás pensé que podría. Eso nos día animo para seguir dándole los dos simultáneamente. Por comodidad, Roberto se que quieto y yo comencé a moverme siendo yo el que manejaba el ritmo de la doble penetración, que apretado tenia el culo, yo estaba en el quinto cielo y Alex no paraba de jadear, gemir y gritar de placer. Como a los 5 minutos Roberto se salio, alego que estaba demasiado excitado y aun no quería acabar, el vació que dejo al sacar su verga fue llenado inmediatamente por mis envestidas.

Alex seguía sobre mi, me besaba con mucha pasión, como agradecido por la pasada experiencia, yo seguía dándole verga por el culo, cada vez mas concentrado en la sensación de su culo tremendamente dilatado. Roberto, quien ya había descansado un poco, se aparto de nosotros para colocarse otro condón, por un momento pensé que había acabado y se lo iba a cambiar, cual fue mi sorpresa cuando sentí sus dedos húmedos en mi culo, estaban llenos de lubricante, lo que me di a entender que me quería penetrar, yo no me negué, no estaba en la disposición y con las ganas de hacerlo. Sin preguntarme alzo mis piernas y dejo ir su verga por mi culo. Coño me quise morir, su gran verga violento mi esfínter e inmediatamente comencé a sentir el bombeo en mis entrañas. Yo estaba ido, una verga taladrándome el culo mientras un culo se apoderaba completamente de mi verga.

Alex acelero el ritmo de su cabalgata gritando que se iba a ir, era de esperar que tarde o temprano eso pasaría, con un gran gemido, Alex derramo toda su leche sobre mi pecho, la cual era tanta que resbaló por mis costado, casi al mismo tiempo, Roberto comenzó a acelerar sus embestidas y pude sentir como su verga se agrando en mis entrañas y contracciones me indicaron que estaba acabando, yo, por mi parte no pude aguantar mientras mis dos amantes acababan, uno dentro de mi y el otro sobre mi, me deje llevar y deje que todo mi semen explotara como una bomba llevándome al mejor orgasmo que he tenido en mi vida. Los tres al mismo momento acabamos mares de leche (como después pudimos notar en nuestros condones)

Así termino esta tarde de sexo, cada uno se dio una ducha para limpiar el sudor y los restos de saliva y semen que teníamos en nuestros cuerpos, nos vestimos y quedamos para otra oportunidad, ojala que no sea dentro de mucho tiempo, recordando todo mientras escribo me he masturbado tres veces.

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