Hace tres semanas me fui a una fiesta de una compañera de trabajo, cosa rara porque últimamente disfruto estar en casa y por lo regular no salgo. Me la pasé muy bien platicando con amigos y tomándome uno que otro tequila; cuando vi el reloj decidí que ya era hora de marcharme, eran las 5:30 de la mañana, así que me despedí, agarre mi coche y me fui rumbo a casa.
Mi casa está en la calle principal del centro de la ciudad donde vivo, y es muy común que los fines de semana en las noches uno se pueda encontrar a hombres jóvenes que buscan algo de acción, así que pasan los coches y levantan a los chavos para tener una buena noche de sexo.
La idea era tentadora (siempre lo es), y decidí, antes de llegar a mi casa (donde me esperaba mi pareja durmiendo) dar una vuelta a la cuadra a ver que salía, al menos una chaquetita con la boca de algún chico caliente. Claro que a esa hora no encontré ni a los del camión de la basura! Pero antes de llegar a mi casa, en un semáforo me adelantó un chico en un auto compacto, y viéndome con insistencia le hice la seña de que me siguiera, uuy! tiempos aquellos, hace años que no ligaba de coche a coche.
Llegamos a mi casa, y yo metí el coche en el estacionamiento, ya que vivo en un edificio de departamentos. El chavo este ya me esperaba y entró conmigo al edificio, pero no podía llegar a mi casa, total, que nos quedamos en las escaleras del edificio, apagué las luces del pasillo y comenzamos a acariciarnos por nuestras entrepiernas, mientras nuestras bocas se juntaban y las manos tomaban más confianza en el cuerpo del otro. Para pronto que le desabrocho el pantalón y palpo su dura verga encima de su trusa, la saco y la miro, era una verga morena, con prepucio, no muy gorda, como de 16cm, olía riquísimo y sabía aun mejor, mi boca se abrió y rápido comencé a mamar como yo se, arrancándole suspiros y sintiendo sus manos en mi cabello tratando de dirigir esa cogida por mi boca.
Yo subí mis manos por su pecho, bajo su playera, eran un cuerpo musculoso, durito, con sus tetillas erectas, yo estaba gozando ese rapidín como decimos en México, cuando oímos unos ruidos y la luz de las escaleras se encendieron. De inmediato nos acomodamos las ropas y salimos del edificio. Resulta que ya iban a dar las 7 de la mañana y aunque era sábado nunca falta el vecino que madruga y empieza a haber actividad… Nos quedamos platicando en la calle de manera normal, para reponernos del susto. Me dijo que se llama Oscar, tiene 38 años, es guapo, varonil, moreno, con 10 años de casado, bisexual, y charlando me dijo que quería que fuéramos amigos, que él buscaba un amigo como yo para poder desahogar las ganas de verga cuando ambos quisiéramos. Yo le dije que me encantaba la idea, que yo tenía pareja, entonces estabamos en la misma, intercambiamos teléfonos y quedamos de llamarnos luego.
A la semana siguiente dicho y hecho, me llamó y quedamos de vernos afuera de una dirección que me dio. Cuando llegué ya me esperaba y me dijo que esa casa era de un amigo, que sino me molestaba hacer un trío. Por supuesto que mi mente activó la lujuria que invadió todo mi cuerpo, pero actué como si nada, muy normal, y acepté sin hacer mayor escándalo. Oscar también me dijo que no me fuera a asustar, que era un señor maduro pero que tenía una verga poco común… claro que me picó la curiosidad y rápido entramos en la casa.
Yo estaba algo nervioso, la situación era un tanto poco usual, digamos, pero de repente me encontré en un cómodo departamento, decorado con buen gusto, tomando un poco de tequila con jugo de toronja y platicando amenamente con Oscar y con Raúl (el dueño de la casa) de cuestiones de política, economía, etc.
Raúl efectivamente era un hombre mayor, quizá de unos 55 años, alto, blanco de cabellos canosos, de complexión atlética, muy varonil y guapo, bien vestido, de excelentes modales y mejor plática, vamos, era uno de esos señores ya maduros que realmente inspiran deseos en los demás. De buena posición y amplia cultura pues ha viajado por todo el mundo, me enteré que es divorciado, tiene 3 hijos grandes, él vive solo y tiene una novia con la cual convive los fines de semana. Todo era muy normal, y eso era lo raro, no me imaginaba a los tres en pleno acto sexual, pero después de una hora de plática y de entrar en confianza, Oscar mi amigo se levanta mencionando que yo tenía un tenía un cuerpo magnífico y que Raúl era extremadamente caliente, y comienza a quitarse la camisa y a desnudarse por completo… Raúl un poco tímido lo siguió y me invitaron a hacer lo mismo… se notaba que estos dos ya tenían montado el numerito.
Quitándonos hasta los calcetines nos quedamos los tres en trusa, yo con una tanga blanca pequeñita de likra y ese fue el inicio de una noche tan excitante como hacía años no tenía yo…
Oscar se quitó su trusa y me mostró su cuerpo lampiño, con amplios pectorales, su verga morena apuntando hacia arriba, y sus manos acariciando mi pecho y besando mi cuello… Raúl me pidió que le quitara su trusa, una tanga negra, y al hacerlo saltó ante mi una verga rosadita, circuncidada, con vellitos güeros, y de una longitud increíble y un grosor realmente sorprendente… y acaricié su cuerpo velludo, muy bien cuidado, con un aroma delicioso, mezcla de su loción y su olor corporal que me resulto delicioso.
Entre los dos me arrancaron mi tanga y comencé a sentir sus manos y sus bocas, las caricias recorrían mi espalda, mis pezones erectos y duros ya, mis axilas, bajaban por mis nalgas y apretándolas rozaban mi ojete caliente, también se enfocaron en mis huevos y en mi verga, embarrando la babita que salía por mi excitación por la cabecita de mi verga. No pasó mucho tiempo cuando Raúl se agachó y comenzó a lamer mis ingles, cosa que casi me hace gritar (es una zona especial para mi) y besando mis huevos lentamente fue introduciéndose mi verga en mi su boca hasta la base, al momento que Oscar se agachaba también y mordiendo mis nalgas me las abría y yo sentía su lengua recorrer ansiosa recorrer toda mi raja hasta llegar a mi culo… metía su lengua, lo empapaba con su saliva y después daba ligeros soplidos que se sentían maravillosos para después volverme a lamer y a penetrar mi culo con su lengua. No chinguen amigos, yo hasta mareado estaba, no hallaba qué hacer, solo recuerdo que en ese momento quería explotar de placer.
Unos minutos después Raúl algo comento que nos fuéramos a la recamara y así lo hicimos, y ahí comencé a disfrutar de las dos vergas. Oscar me decía: «Chupa la verga de Raúl, a ver si te cabe esa chingaderota», y les juro que hice mi mejor esfuerzo pero no me cabía en la boca, batallé para que entrara por lo gorda que es (y miren que yo no tengo una boca chica!) y por más esfuerzos que hice no pude meter más de la mitad de esa reata monumental en mi boca. Ahora que la recuerdo, calculo que esa verga medía fácil unos 25cms. (y eso porque tengo aquí una regla) de largo, así que se imaginarán el deleite de tener esa verga para mí, además la fortaleza y la calentura de Raúl producían una verga extremadamente dura, mas que un señor de 55 años parecía un chaval de 20, era una cosa…
Tampoco podía olvidarme de Oscar, después de llenar mi boca con la enorme ñonga de Raúl, a Oscar le daba unas mamadas fenomenales metiéndome toda su verga en mi boca y acariciándola con mi lengua, era una verdadera delicia…
El momento crítico fue cuando Raúl me dijo que quería cogerme, pero mi temor se venció ante la calentura que tenía yo, y las ganas de sentir es chingadera en mi culo, en ese instante lo tomé como un reto, si no lo hacía corría el riesgo de sentir remordimientos el resto de mi vida, así que acepté… Con ayuda de mucho lubricante y después de preparar mi culo con un para de dedos expertos, ya acostado boca abajo en la cama, con una almohada bajo mi abdomen, sentí como esa vergota trataba de abrirse paso en mi culo, hacía mucho que nadie me penetraba, así que el dolor inicial fue inmenso… Oscar me tapaba la boca para no gritar, y sin misericordia, bueno no, si lo hacía despacio y cuidando de no lastimarme mucho, pero suena bueno eso de «sin misericordia», Raúl fue empujándome su verga… al principio no podía porque mi culo es de por sí muy estrecho, hasta que después de varios intentos fue entrando toda esa verga. Yo lloraba de dolor pero macho que soy (Ja!) me aguanté en espera de disfrutar ese enorme placer, y el placer llegó…
Un tipo como Raúl, tan exquisito, cogiéndome como un macho salvaje y con la verga de Oscar en mi boca, llegamos juntos a un tremendo orgasmo que casi cimbraba al edifico de departamentos donde estabamos. Raúl llenó mi culo con un mar de leche, bufando y agarrándose de mi cuerpo vi su rostro que ya tenía frente a mi; Oscar casi grita cuando sentí sus chorros potentes de mecos en mi boca y yo acrecentaba su placer acariciando sus huevos… y yo apenas tocando mi verga explotó en una fuente de semen que cayó en mi pecho salpicando mi cara hasta mi cabello, y también mojando el pecho y abdomen de Raúl.
La hazaña se había completado, y los tres habíamos disfrutado de una noche de placer hasta un límite no sospechado… Como quien dice, fue una megacogida de tres cabrones putamadre!!!
Después de descansar un poco los tres en la cama, nos aseamos y yo me puse la tanga de Raúl y él la mía (me encantan esos intercambios), nos vestimos y Oscar y yo nos despedimos.
Oscar me ha vuelto a llamar porque Raúl quedó gratamente impresionado conmigo, y quiere que repitamos la odisea, yo encantado, y quizá hoy viernes nos veamos de nuevo… Mi culito ya esta repuesto y muy ansioso de nuevo, y es muy excitante la idea de tener estos dos amigos que a pesar de nuestros compromisos personales podemos disfrutar de nuestra sexualidad de vez en cuando sin límites, y con toda la lujuria que tres hombres pueden sentir sin complejo alguno.
Sinuestra amistad continúa yo no descartaría la idea de que en un futuro nuestro grupo vaya creciendo, sería super, no creen?
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