Hola. Soy Max. Actualmente tengo 22 años pero les quiero contar lo que me pasó cuando tenía 15. Siempre fui gay y por eso los niños me rechazaban y mis únicas amistades eran mujeres.

Un día mis amigas me invitaron a una fiesta de pijamas en la casa de una amiga. Ahí también invitaron a otro chico, pero él era heterosexual. De hecho lo llevaban como distracción para todas, para jugar con él.

Y dicho y hecho, en la madrugada el chico comienza como juego a besarse con las chicas mientras yo jugaba en mi teléfono. Realmente me estaba sintiendo incómodo un poco.

Paso el rato y a la hora de dormir el chico queda acostado atrás de mi. No le di importancia y comencé a quedarme dormido, pero después de un rato siento un bulto duro en la espalda, era su pene, estaba parado y se sentía delicioso.

Luego supe que era porque una chica estaba diciéndole que estaba caliente y que quería sexo con él. Tener un pene duro en mi espalda cerca de mi culito me calentó mucho, así que decidí salir a tomar agua en la cocina.

Cerca de la cocina estaba la habitación del hermano de mi amiga, veo que la puerta está un poco abierta y siento gemidos, su hermano se estaba haciendo una rica paja. Me puse muy caliente y sin querer empuje la puerta, pero para mí sorpresa su hermano no se enfadó conmigo, al contrario me dijo:

— Entra, ven a ayudarme.

Ví su y era pene grande, de unos 18 cm, con la punta rosadita. Yo de inmediato comencé a comerlo y llamarlo, era mi primera vez así que lo hacía con torpeza, pero él no se quejaba, al contrario, gemía más y con sus manos me obligaba a comérmela toda.

Yo, súper caliente, seguía viendo como esa polla dura crecía en mi boca y su dueño estaba gozando de placer. De pronto me la saca de la boca y me dice «quieres que te la mame yo». Me causó mucha sorpresa su propuesta, y obviamente accedí con la cabeza y me dice «entonces dame tu culito».

¡Vaya plan! Me chantajeó prácticamente. Yo era virgen pero tenía a ese macho caliente dispuesto a darme su leche y a sacarme la mía, así que me decidí y puse mi culo para que el me lo dilatara como había visto en las películas pornos que se hacía, pero el muy cabrón me metió su polla entera de un golpe.

Me dolió pero me gustó mucho, y él comenzó a bombearme de perrito. Yo mordía la almohada de su cama mientras él ponía sus manos a los lados de mi cadera para empujar su pene contra mi y sus huevos rebotando contra mis nalgas. Como era mi primera vez no cambiamos de posición. Era un inexperto todavía.

En eso estábamos cuando ví que me decía «ya casi»; le pedí que se viniera en mi boca y efectivamente sacó su polla de mi culo adolorido y se corrió en mi boca. Me tragué toda su leche y el me besó apasionadamente mientras me secaba la comisura de mis labios con su lengua y me empezó a tocar mi verga y a decirme «que linda polla tiene mi perra, quizás algún día deje que me folles».

No sé por qué, pero el que me dijera esto me puso a mil y me corrí en su mano, el me lamió todo mi paquete hasta que no quedó una gotita de semen.

Luego me vistió y me pidió mi número diciendo que me llamaría para follar, pero que ahora como niño bueno me tocaba dormir. Estuvimos follando 3 años.

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