... ...

Estrenando a mi primo de 18

Me dice «qué te parece?» lo cual le digo «está muy buena la verga Fer» y él se acerca. Yo sin dudarlo la tomé con mis manos lo cual sentí q se estremeció y comencé a subir y bajar mi mano en su miembro.

El director de mi secundaria

Él se unta crema nuevamente en sus manos, su voz es temblorosa, sin duda alguna por la excitación que tiene.

Sometiendo a mi hermano mayor

Mi hermano me preguntaba que por qué lo hacía, que pasaba conmigo. Yo solo respondí que esta era la fantasía que tenía desde niño, que siempre lo había deseado y ahora todas esas pajas, todos esos litros de leche en su nombre se estaban convirtiendo en realidad. Comencé a besarlo en esta pose, imposibilitando moverse, en la cara y en el cuello, sintiendo el aroma a macho que tantos años me había perdido.

Comprando chavitos musculosos

—Oiga patrón, ¿y por cuánto me va a salir todo esto del gym y el entrenador?—. Me preguntó —No tranquilo, solo quiero algo a cambio Hernán. ¡Quiero follarte!—. Le respondí de una manera serena, tranquila y denotando seguridad.

Mi hermano mayor, mi héroe y mi amante

Él es de cabello castaño, ojos cafés claro, bronceadito, muy alto, y como le gusta mucho hacer ejercicio tenía unos brazotes muy grandes y unas piernas velludas deliciosas.

Andrés, el amigo de mi papá (1)

Además yo también miré la entrepierna de Andrés y me pude dar cuenta que al igual que yo esta situación lo excitaba mucho.

Mi maestro favorito

Así que comenzamos jugar con nuestras lenguas entrelazadas, en ese momento no había nada que nos preocupara, comencé a quitarle la desabotonarle la camisa, poco a poco.

El técnico viene a mi casa

Tan pronto estuvimos desnudos, él comenzó a besarme y a morderme el pecho. Me besaba, me mordía me lamía, y fue descendiendo hasta el vientre donde su actuación seguía siendo la misma.

Mi primo y sus 19cms – II

Pasado un rato mi primo me abraza y me apega a su cuerpo quedando su pene totalmente erecto en mi colita, no lo podía creer, esa sensación de que un hombre fuerte me tomara en sus brazos era mágica.

Mi visita al cine porno

En un momento subí mi vista a la cara del dueño, notando que tenía sus ojos cerrados respiración agitada, extasiado y la cabeza iba de un lado a otro como si fuera un limpiaparabrisas.

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.