Andrés, el amigo de mi papá (1)
Además yo también miré la entrepierna de Andrés y me pude dar cuenta que al igual que yo esta situación lo excitaba mucho.
Relatos eróticos gay en español
Además yo también miré la entrepierna de Andrés y me pude dar cuenta que al igual que yo esta situación lo excitaba mucho.
Así que comenzamos jugar con nuestras lenguas entrelazadas, en ese momento no había nada que nos preocupara, comencé a quitarle la desabotonarle la camisa, poco a poco.
Tan pronto estuvimos desnudos, él comenzó a besarme y a morderme el pecho. Me besaba, me mordía me lamía, y fue descendiendo hasta el vientre donde su actuación seguía siendo la misma.
Pasado un rato mi primo me abraza y me apega a su cuerpo quedando su pene totalmente erecto en mi colita, no lo podía creer, esa sensación de que un hombre fuerte me tomara en sus brazos era mágica.
En un momento subí mi vista a la cara del dueño, notando que tenía sus ojos cerrados respiración agitada, extasiado y la cabeza iba de un lado a otro como si fuera un limpiaparabrisas.
Papi se sentía a la vez divertido y muy excitado por la visión de las nalgas casi escarlatas de Chiquitín ofrecidas para el castigo.
Comenzó por meter un dedo, eso me puso como loco, me termine de desnudar e intente seguir con mi trabajo, pero mi padre me tomo de las axilas y me atrajo hacia el…
Le hice sentir mi rabo contra su culo a través del pantalón, moviéndolo contra él. Él dijo que lo hiciera, que tenía que seguir adelante y que tenía ganas de sentir de nuevo aquello dentro de él.
Cuando por fin llego, me comento que nuevamente no estaríamos solos, que iríamos a casa de un amigo que estaba bastante bien y que tenia una verga deliciosa, pero lo mejor que tenia era la manera de coger.
Desde que se subió al vagón comenzó a arrimarme su pene erecto en mi trasero, y cada que se llenaba de gente el viaje me pellizcaba las nalgas… cuando me invitó a su depa me fue imposible decir que no.