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Siendo la perra del taller de mecánicos

Cuando estaba por terminar la carrera enhteva hacer mi servicio en una paraestatal, como quería algo relacionado y entre al taller de mantenimiento , mi jefe era un sujeto un…

El mecánico fogoso (parte 2)

No hay victoria sin sacrificios», o «no hay debut sin dolor»… quizá cualquiera de las dos frases se aplican para resumir aquel momento en que una feroz mandioca, entrando y…

El mecánico fogoso (parte 1)

Alfredo, un mecánico, se pone a disposición de los tempraneros deseos sexuales de Josué, un chico de 17 años y lo coje salvajemente. El movimiento era intenso e imparable, los…

Mi padrastro, el mecánico

Hola quiero contar este relato que me sucedió cuando tenía x años vivo en el estado de chiapas , México pues resulta que mi mamá se había enamorado de un…

Mi padrastro, el mecánico

Hola quiero contar este relato que me sucedió cuando tenía pocos años; yo vivo en el estado de Chiapas, México y resulta que mi mamá se había enamorado de un…

Un mecánico me desvirgó y me ofreció a sus empleados después

Esta anécdota comienza cuando empiezo a trabajar en verano para comprarme mis cosas ya que tenia edad de valerme por mi mismo y conseguí trabajo para limpiar una panadería por…

Soy el amante del mecánico casado

Un día domingo, salí de mi modorra y comencé a masturbarme, recordando el placer inmenso que había sentido con la penetración de ese hombre. Me metí algo en el culo…

Mi señor mecánico

Entonces el señor se acercó a mi y me dijo en voz baja: “tienes un buen culito y quise que vinieras porque quiero que me des unas mamadas de verga” y lo dijo con tal seguridad y esa ronca voz que yo ya no hablé más cuando me agarró de los hombros y me hincó frente a él.

La trusa de mi mecánico

De reojo, por detrás de su espalda semi curvada, alcance a ver la trusa roja y el resorte negro que llevaba. Me prendió tanto esa posición que estiraba más la cabeza para ver más.

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.