... ...

Primos y hermanos (parte 2)

Continúa la historia. Mis primos, mi hermano y yo ya no nos limitamos solo a orales, sino que decidimos entregarnos y mutuamente desvirgarnos.

Primos y hermanos (parte 1)

Una tarde mientras estábamos los cuatro jugando, mi hermano sacó una revista porno que de inmediato hizo que nuestras hormonas se dispararan al igual que nuestras vergas.

Me acosté con quien fue mi hijastro

Para mi sorpresa Julián estaba bien pacheco y además mi sorpresa fue que lo encontré desnudo y con la verga bien parada que resaltaba todas sus venas, supongo que como efecto de la hierba.

Secreto entre mi padrastro y yo

«¿En serio tu cuerpo si te permite tener relaciones con hombres?», me dijo mi papá un día que amaneció crudo.

La leche de mi papá

Al momento de llegar al baño veo que mi padre se la estaba jalando a todo lo que da; por un momento me sorprendí al ver tremenda verga grueso y larga y unos huevos grandotes que le colgaban, parecía recién rasurado.

El primo de Valentín

Entré y me acosté a jugar con él, noté que se le paró el pene (no sé por qué) y pude yo notar que mi primo estaba bien armado, le mediría como 18 cm y estaba gorda achatada, o sea, no es completamente circular sino ovalada pero gorda.

Diego y su padrastro

Cuando entré no hice ruido y me di cuenta que se escuchaban gemidos; era Juan que estaba viendo porno y se tocaba la verga mientras tenía los ojos cerrados con la mano dentro de su short.

Con mi primo al final de la peda

Estábamos en una jardinera en la esquina de la casa donde solo entraba poca luz de la calle y yo solo escuchaba cómo gemía despacio para no hacer ruido.

La santa riata de mi hermano mayor

De pronto se acerca a mi, toma mi mano y hace que le agarre el pene y me dice con voz ronca «hazme el paro, wey» apuntando con la mirada su enorme miembro que estaba durísimo.

Mi padrastro y yo

Después de decir eso me volvió a besar y pude sentir su boca con la mía lo cual me volvió loco; este segundo beso no fue un piquito como el otro, no claro que no, éste fue más intenso, me comenzó a besar de manera apasionada, metía su lengua en mi boca, yo no sabía qué hacer, estaba borracho y la verdad me estaba gustando.

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.