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Una noche de primos

«Pinche vieja, solo me calentó la cabrona, me la chupó y se salió y me dejó con ganas de coger… mira siéntela, esta bien gorda mi v*rga» Esa era la señal que estaba esperando.

El limpiador de fachadas

En el edificio habían puesto un andamio para limpiar la fachada, y el primer día de ese mes, cuando estaba en la cocina bebiendo un baso de agua alguien dijo «Que rica esa agua… y le terminé dando leche.

Tensión sexual con el novio de mi amigo

Edward es mi amigo, nunca pasó nada entre nosotros, pero de un tiempo acá noté como entre su novio Jesús Manuel y yo cada vez había más tensión sexual… había que resolverlo lo antes posible.

En el sauna con mi primo

Fue ese día, el primero de marzo, cuando mi primo me marcó y me invitó a ir a un vapor que para relajarnos y tomar unas cervezas; yo tenía 19 años y él recién cumplía los 18. Éramos inseparables desde pequeños.

Convertí a mi compa en pasivo

Mucho tiempo estuve saliendo con un compa bisexual como yo que juraba ser solo activo… hasta que me propuse comerme su culito como meta y aquí les cuento cómo lo conseguí.

En la clase de deportes

«Chúpame el pito» fue la frase más maravillosa que jamás oí decirle a Víctor. Era verano, o al menos estaba muy próximo y los días de calor en el instituto…

El chaparrito me da una gran sorpresa

Una tarde de invierno por accidente conocí a un chaparrito moreno que cuando lo tuve desnudo entre mis brazos me dio la sorpresa de mi vida. «Yo me dejaba llevar por su lengua y sus manos mientras trataba de sacarle la ropa lo más rápido posible.»

Descubriendo a mi compañero de oficina

Después de unos minutos quieto el comenzó a moverse muy suavemente y yo trate se seguirlo, hasta que logramos acompasarnos y a los pocos minutos su pene entraba y salía de mi ano con gran suavidad.

Damián, mi vecino doctor.

Tengo un vecino que es doctor, tenía como 28 años y sospechaba que era gay así que en un momento de calentura recordé que mi madre tenía su número por cualquier emergencia, así que tome su celular para obtener su número y así fue…

Mis recuerdos en la selva

Yo no podía más, mi propia verga estaba a punto de estallar y necesitaba algo. Sin hacer ruido me alejé y di una vuelta para colocarme delante de él, que se diera cuenta y pensara que yo no sabia que él estaba allí. Así lo hice, y él se quedo atónito.

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.