Esto paso hace unos meses, en medio de la pandemia, mi hermano suele traer a la casa a su novia y amigos para tomar, fumar y distraerse después del trabajo, tiene un amigo que es barbero, en especial el me llamó la atención desde que lo vi por primera vez.

Antes tenía su barberia en la esquina de mi calle y ahí es a donde iba a arreglar mi cabello y barba, siempre me hacia platica, lo común, si salía de fiesta, que música me gustaba y me preguntaba por mi hermano, yo nervioso sólo contestaba amablemente; realmente me sentía un estúpido por mis respuestas sin chiste, pero es que ese hombre me ponía nervioso, tendría unos 26 años, yo tengo 24, el es más alto que yo, de aproximadamente 1.80, robusto, de esos güeros que son rosas y de ojos color miel, con pelo corto, barba de tres días y voz rasposa pero amigable, aún así ese hombre me intimidaba a pesar de su carisma.

En aquel tiempo no podría haber imaginado que tendría una aventura con el, pero eso cambió. Hace unos meses vino a ver a mi hermano, como cualquier otro día estaban también otros amigos y la novia de mi hermano; como es común bebiendo y fumando. Esta ocasión mis padres no estaban, y yo como siempre me la pasaba en mi cuarto.

Esa noche por cuestiones del destino choqué con el al salir del baño, claramente el ya muy ebrio y drogado, ahí pude sentir su aroma, su torso y percibí su aliento a alcohol y mariguana, a mi en lo personal no me gusta ese olor, pero en ese choque de nuestros cuerpos sentí una chispa y me prendí, sólo lo dejé pasar y entró. No cerró la puerta, yo del otro lado lo escuché orinar y como torpemente salía del baño, me quedé ahí alrededor buscando algo para comer, el me empezó a hacer platica, me ofreció una cerveza y la acepté, enseguida la sacó del refrigerador y me la dió, le di un trago y seguí preparando mi sandwich, le ofrecí uno y el aceptó. Cuando termine de prepararlos le di el suyo y nos sentamos en la sala a comerlos.

No hablamos, sólo ahí uno al lado del otro, yo completamente nervioso y el devorando el alimento que le acababa de preparar. Cuando estaba por terminar note que me estaba viendo mientras se reía, yo creí que era por lo drogado, pero no fue por eso, vi que havercaba su mano a mi cara y mi reflejo fue alejarme un poco y cerrar los ojos, realmente su figura y personalidad me imponen. -Pues si no te voy a hacer nada-.

Abrí los ojos y me incorporé, dejé que acercara su mano a mi y me tomó por la nuca, yo estaba nervioso, no tenía idea de que iba a hacer y mucho menos esperaba  lo que hizo. Con su otra mano tomó de mis comisuras de los labios un poco de mayonesa que tenía embarrada, -te manchaste pendejo jajaja- yo me relajé y procedí a limpiarme con la lengua, pasándola por donde su dedo hizo camino.

Lo que hizo el no lo creí, terminando de decirmelo llevo su dedo a la boca y chupo la mancha que me quitó de los labios. Yo no podía creer lo que acababa de ver, me pareció irreal que el tomara algo de mi boca para después probalo. Supongo que vio mi cara de asombro, por que comenzó a sonreír nuevamente. – ¿Apoco la querías?, te la regreso si quieres-.

Ahí fue donde se acercó a mi y me plantó un beso, yo me quedé inmóvil, creía que estaba soñando, que no era real. Pará mí solamente éramos el y yo en ese momento; desapareció todo rastro de música y gritos de los demás. Reaccioné y acepté el beso, me dejé ir en sus encantos. Nuestros besos fueron subiendo de intensidad. No sé en qué momento llegamos a la puerta de mi cuarto, no supe que había pasado, sólo sabía que me estaba entregando al placer que me daba ese hombre.

Ya en mi habitación nada nos importo y comenzamos a desvestirnos el uno al otro hasta quedarnos en ropa interior. Estaba encantado con su cuerpo, que a diferencia del mío tenía muy poco pelo. Yo por el contrario, soy más bajo que el, alrededor de 1.70, robusto, ni moreno ni clsro, con barba, pelo lacio y ojos grandes color café oscuro. Besaba su cuello y su pecho, no quería separarme nunca de él, fui bajando hasta encontrarme con esa verga que deseaba escapar de sus bóxers verdes, un poco mojados por la baba que le salió de la verga.

Me tomé un segundo para olerlos, ese aroma me encanta, sudor, orines y verga, todo en el mismo lugar, procedí a limpiar con mi lengua esa mancha húmeda en la punta de su verga, mojando aún más sus bóxers con mi saliba. No aguante mas y libere su verga de esos bóxers, saltó ante mi una verga de cabeza rosada, sin circuncidar gruesa y con venas, alrededor de unos 18 cm, con pubis recortado y grandes huevos.

Aún con la oscuridad de mi cuarto veía como brillaba de la baba que le salía. Comencé a lamerle la cabeza y escuché como se le escapaban pequeños gemidos, eso me prendía más, como pude, metí esa verga a mi boca, poco a poco para irme acostumbrando.

El por su parte, me tomo de la cabeza y me comenzó a coger por la boca, cada vez más y más fuerte, no importaba el ruido que hacíamos o que me faltará el aire, el estaba privado de todo y solo tenía cabeza para darse placer con mi boca. Sin avisarme me separó de él y me levantó, me volvió a plantar un beso y me volteó, ya sabía lo que venía y no sabía si lo podría tolerar.

Me aventó a la cama y quedé boca abajo, ni siquiera se digno en quitarme la trusa azul de rayas que traía esa noche, solamente la hizo a un lado y comenzó a comerse mi culo. -Ya le traía un chingo de ganas a éstas nalgas- yo sólo podía pensar en lo bien que movía esa lengua abriendo mi culo, cabe agregar que si estoy nalgon.

Cuando se separó de mi culo, supe que ya quería entrar en mi. Comúnmente con eso basta para dilatar me y entrar bien, pero con esa verga tan gruesa no sé si aguantaría. Sentí el calor de su verga rozando la entrada de mi culo, sentía como la cabeza de su verga hacia círculos en mi culo o como iba de arriba a abajo. Se detuvo, y comenzó a tratar de entrar en mi, yo sentía como esa cabeza invadía mi ser, me aferraba a las cobijas de mi cama pero seguía firme, no me iba a hechar para atrás, el siguió entrando en mi, poco a poco, cuando tuve la mitad dentro, no sé controló y me la dejó ir toda, deje escapar un grito y el me calló introduciendo sus bóxers en mi boca.

Me salían las lágrimas del dolor, un dolor que me empezó a gustar y querer más y más. Me dio la vuelta y siguió con su bombeo, yo sentía que me revolvía todo por dentro, no sabía de dónde sacaba las fuerzas para coger e tan duro. Yo estaba igual de húmedo y duro que el. Cada vez hacías más fuertes sus embestidas hasta que en una dejo salir un gemido dándome la señal de que había terminado dentro de mi. Se dejó caer sobre mi y así se quedó por un momento.

-No creas que te me escapaste- me dijo mientras tomaba mi verga con su mano. -A ti también te va a tocar-, no tenía idea de a qué se refería, hasta que sacó su verga de mi culo para poder moverse. Yo estaba durisimo y cansado.

Por un momento cerré los ojos y sentí un dolor inmenso en mi verga. Al abrir los ojos veo como se esta introduciendo mi verga en su culo. Estaba tan estrecho que me dolía hasta que entró toda mi verga. De este modo se empezó a mover de arriba a abajo cabalgando mi verga, yo no cabía del placer. El hombre que acababa de llenarme de semen el culo, lo tenía ahora montado de mi verga.

Mis manos recorrieron sus piernas hasta llegar a sus nalgas y marcarle el ritmo. Su culo apretaba riquísimo mi verga, yo estaba a punto de venirme y se lo dije. El se movió más rápido y me hizo venir dentro de él. Se quedó un momento así y luego sacó mi verga de su culo. Se acercó a mí y me volvió a besar. Mientras se vestía me dijo que los bóxers me los regalaba para el recuerdo, se vistió y salió de mi cuarto.

Yo me quedé en mi cama sin poder creer lo que acababa de pasar.
Actualmente sigue viniendo a ver a mi hermano, cuando cruzamos miradas sólo compartimos una sonrisa cómplice y el recuerdo de aquella noche.

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