🔥 Un relato exclusivo de Relaróticos 🔥

Buenas. Yo vivo cerca de un paradero de trailers que es enorme. Cada día llegan entre 10 a 20 trailers, y sus conductores son mi fetiche. De hecho he tenido muchos encuentros algunos ya me conocen y me buscan, pero como dicen, la primera vez es la más intensa.

La mía la verdad la recuerdo cómo si fuera ayer. A los 15 años me daba vueltas sin éxito y vendía empanadas para disimular pero nada de acción hasta que vi unas sexo servidoras salir en la mañana contando billetes de lo bien que les había ido en ese lugar. Yo quería eso mismo.

Espere a la luna llena para poder ver mejor el camino que lleva al paradero de trailers y una noche, ya eran como las 10 de la noche, emprendí el camino. Al llegar había como 11 camiones; yo andaba buscando quién tendría los huevos llenos de leche para que los descargarán en mi pero la mayoría ya estaban durmiendo y los que estaba afuera ya tenían mujer.

Estaba por desistir en la misión cuando a lo lejos, con la luz de los carros y poca luz de la luna llena, pude ver un cuerpo colgado de la parte inferior del muelle de carga del tráiler. Ahí estaba semi tapado por el calor, roncando a todo lo que da su sueño profundo en una hamaca hexagonal.

Yo me fui acercando y cuando no vi ninguna persona o carro que me pudiera ver, me metí abajo del muelle de carga a lado del señor. Pude ver como inhalaba y exhalaba con ronquidos fuertes mientras yo estaba literalmente en la tierra sobre las piedras del camino.

El señor solo tenía una camiseta y pantalón de vestir todo desgastado, oliendo a Diesel. Para mi suerte en un movimiento se da media vuelta para quedar frente a frente; yo me bajé un poco más para buscar y tocar su pene. Su bulto quedaba justo en el hexágono de la hamaca lo cual  resaltaba aún más, como con ganas de explotar.

Se veía muy sabroso; yo le tocaba estaba medio bulto adentro y medio bulo afuera. Mi calentura no me dejaba pensar, yo solo sabía que quería leche. Entonces recordé la bragueta y poco a poco la bajé para no despertarlo pero por la presión del peso y la hamaca salió con fuerza pegándome en la cara con la sorpresa que no tenía calzón el trailero.

Qué delicia, ahí estaba una verga colgando con su dos huevos inflamados, muy gordos, llenos de leche. A cómo pude con mis labios toqué la cabeza del pene y la succioné con suavidad para que no tuviera frío.

En segundo fue creciendo la banana de un muy buen tamaño y grosor para ser la primera que mi boca tocaba. Luego sentí un pequeño movimiento del chófer pero afortunadamente no sé despertó y siguió con sus ronquidos.

Yo abajo de él me atragantaba a cada mamada que le daba hasta que sentí como sus huevos se contraían arrojando mucha leche sobre mi cara, tanta que casi me ahogaba con sus fluídos de hombre.

A cómo pude salí corriendo de ahí para evitar ser atrapado perdiéndome entre la maleza. Ya escondido volteo hacia el tráiler y vi como el chófer salió a gatas cómo buscando quién se la había mamado moviendo la cabeza  de un lado a otro mientras metía su bulto y se subía el cierre .

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