... ...

El negro José y mi primo

Pero cuando volteamos a ver al negro todo cambió, pues tenía una verga a 22 cm, gruesa, llena de venas, muy rica y apetecible. Sin experiencia sexual de ninguno de los 3 solo nos empezamos a masturbar mutuamente, después decidimos pasar a algo más y terminar con nuestra inexperiencia.

Esa mágica habitación

«Además, no te quieres perder esto» me dice y se sacó la polla; madre mía, la polla que tenía era enorme y gorda de 21 cm o más. Se acercó a mí y yo cachondo viendo esa polla le digo que sí, que me lo quedo.

El cuñado de mi hermano

Él me dice «tápate wey, que asco» y empezó el juego de arrimarle el pene mientras que él me decía que ya me cambiara y en ese juego le agarró el paquete y para mi sorpresa detecté que ya lo tenía duro.

Mi primo adolescente

Yo pienso un momento, sabía que era más chico que yo, pero pues era un ofrecimiento y para ser sinceros, mi primo siempre ha estado muy rico.

Mi vecino el drogadicto

«Ay amigo, esos chavos por dinero hacen lo que sea, la neta yo si le pagaba por darle unas chupadas, está riquísimo el cabrón.» y yo me quedé pensando en Omar y en lo que me había dicho mi amigo, la verdad si me animaría a pagarle para me dejara chuparle la verga.

El peluquero y yo

Fue en ese momento que me puse muy nervioso pero no dije nada; él siguió diciéndome que a esa edad a cada rato quería estar cogiendo. Yo le dije que no, que nunca lo había hecho, y me dijo que no lo creía porque ya se había dado de que se me había parado.

Casi gemelos

Yo ya sabía reconocer cuando llegaba muy ebrio, y como él y yo nos parecemos me causaba morbo verlo indefenso, es como si me viera a mi mismo, por lo que esa noche tuve una idea: decidí aprovecharme de él,

Robando colágeno juvenil

Justo en una conocida app conocí un joven de 21 años activo con el que estuve chateando y conociéndonos durante unos 2 meses, hasta que un día quedamos en vernos y así lo hicimos.

El maduro que me hizo suyo

Llegó un momento en que se paró y me llevó a su habitación donde me quitó toda la ropa y me dijo que me pusiera en 4 y sin dudarlo lo hice dejando mis nalgas a su disposición.

Él me lleva 30 años

Nos acostamos, comenzamos a besarnos, él me tocaba mucho y en lugares que me gustaba; tocaba mucho mis piernas y me sentía cómodo con el hecho de que le gustaba así tal y como soy.

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.