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Mi virginidad con mi tío – 2

🔥 Un relato exclusivo de Relaróticos 🔥

Después de ese baño tan sensual con mi tío, cada tarde de esa semana que iba a su departamento a ver a su perra había un par de calzones con olor a usado en la pies de su cama. Los olía y me masturbaba con ellos y en ocasiones los dejaba con mi semen sobre la cama.

Llegando el fin de semana habían mis papás planeado ir a ver a unas primas de mi mamá, lo cual me parecía aburrido y yo tenía algo más en mente así que propuse quedarme en casa de mi tío y ver tele y jugar videojuegos. Mis papás no pudieron resistencia, le dijeron a mi tío si podía cuidarme y el dijo que no había problema. 

Al irse mis papás y llegar al depa de mi tío me recibió con una mirada y una sonrisa pícara y me dijo «con que esto fue tu idea hee?» y me invitó a pasar a la sala. Se sentó, me puso parado frente a él e hizo que me sentará de frente sobre él.

Me abrazó fuerte por la cintura y yo lo rodeé con mis brazos por su cuello y comenzó a besarme tiernamente mientras me decía que estaba hermoso y me acariciaba la cara, me decía que le encantaba mi cuerpecito y me acariciaba la cintura y la espalda por debajo de la playera.

Con mucho cariño y ternura me preguntó «estás seguro que quieres hacer esto? No quiero obligarte a hacer algo que no quieras y no deseo que nos metamos en problemas» Con nervios le respondí «si quiero tío».
Siguió besándome y yo respondiendole los besos lo mejor que pude, sentía sus manos recorrer mi torso. Nos quitamos las playeras, seguía acariciándome tiernamente y podía sentir su piel sobre mi piel lo cual creaba en mí una nivel de excitación totalmente nuevo en mi. Me dijo que me agarrara fuerte de él así que seguía abrazándolo por el cuello y puse mis piernas alrededor de su cintura, se levantó y me llevó cargando hasta su habitación.

Se acostó y me puso sobre él, desabrochó mi pantalón y logró meter sus manos bajo mi calzón para acariciarme las nalgas y pasar un dedo sobre mi ano. Se sentó y se quitó el pantalón y el calzón quedando nuevamente desnudo frente a mi, instantáneamente hice lo mismo.

Se volvió a acostar y guío mi cabeza hacia su verga la cual agarre firmemente con una mano y empecé a acercar mi boca a ella me dijo que abriera la boca y la metiera sin dudar, que tratará de evitar usar los dientes pero que apretara un poco la boca y los labios. Comencé a mamar despacio pero poco a poco me empezaba a gustar más ese sabor salado de su verga pues la primera vez que la probe estaba recién limpia, ahora sabia a orines, a sudor… una delicia.

Colocó una mano atrás de mi cabeza y marcaba el ritmo que debían tener mis mamadas. Comenzaba a sentir dolor en la mandíbula por tener su verga un rato en la boca fue cuando se sentó, hizo que me acostara y comenzó a mamar.

Sentía la gloria en su boca y su lengua recorriendo mi verga y mi glande de arriba a abajo, lamía mis huevos y los metía en su boca. Fue cuando tomó mis piernas por detrás de la rodilla y las levantó, sentí su lengua recorrer de mis huevos por el perineo y se detuvo antes de llegar a mi ano, el cual comenzó a oler y a decir «te huele delicioso» acto seguido comenzó a lamer, me mamó el culo con más desesperación que la primera vez en el baño. Iba y venía de mi ano a mi verga, me volteo y me puso en cuatro para seguir mamándome el culo por un largo rato.

Me dijo que me quedara así, que no me moviera. Se estiró y de un cajón saco lubricante, mientras seguía metiendo su lengua en mi culo colocó lubricante en su dedo, me volvió a acostar boca arriba. Me besó nuevamente pero ya no con locura y desesperación, fue de nuevo tierno y me dijo «voy a comenzar a dilatarte mas, necesito que relajes tu ano, cuando me sientas dentro no aprietes o te vas a lastimar. Lo haré con calma». Continuó besándome mientras su dedo jugaba alrededor de mi ano.

Me relaje y sentí la punta de su dedo. Apreté involuntariamente y me dijo que me calmara, que respirara y afloja de nuevo mi ano. Después de un tiempo logró entrar un dedo y no sabía cómo entraría su verga pues ese dedo dolía demasiado.


De un dedo paso a dos, el dolor era algo que no esperaba fuera así comenzó a meterlos y sacarlos cada vez más rápido. Sus besos se convirtieron en mordidas de labio y escupidas en la boca. Le pedí un par de veces que parara por qué me dolía. A lo que me respondió «aguántate, o que? No es lo que querías»

Sacó sus dedos y les coloco más lubricante, se acercó a besarme de nuevo fuerte, rápido y muy excitante cuando sentí de golpe sus dedos dentro de mi, solté un grito y rápidamente cubrió mi boca con su mano. Metia y sacaba sus dedos de forma rápida y algo brusca, me dolía demasiado pero poco a poco y con ayuda de sus besos el dolor empezó a irse un poco. Cuando deje de quejarme tanto me dijo «ya estás listo para que te la meta». 

Aún acostado boca arriba con una de sus manos coloco mis manos sobre mi cabeza y las sostuvo fuerte en esa posición, con su otra mano dirigía si verga hacia mi culo. Sentí la cabeza de su pene en la entrada de mi culo, no lograba pasar, me dijo «relájate, respira» sentí en ese instante un dolor indescriptible para mí a esa edad, grite y quise apartarme. Con su mano sofocaba mis gritos y con la otra hacía que mis caderas no se movieron para que su verga no saliera del lugar. 

Comenzó a moverse, a bombear su verga dentro de mi. Seguís sosteniendo mis manos sobre mi cabeza, me besaba, me escupía en la boca e iba subiendo la velocidad en sus embestidas. Puso una de sus axilas sudadas en mi cara y me hizo lamerlas. 

Me dijo que lo abrazara con las piernas pues cambiaría de posición y no quería salirse de mi. Ahora quedó acostado conmigo encima, traté de hacer lo que en el porno y darme mis sentones pero fracase, así que solo quede ahí mientras el hacia el trabajo pesado.

El dolor seguís pero en una escala menor, me inclinaba besarlo y sentía mi verga más grande y dura de lo que jamás la había sentido. Sentía la ficción de su abdomen con mi pene y le dije que estaba a punto de terminar, me dijo que lo hiciera. Eyaculé como nunca, todo cayó sobre su estómago, pecho y unas gotas en la barbilla. Aceleró sus embestidas y salió de mi para terminar sobre su abdomen y llegó hasta su pecho.

Eres una mezcla de nuestros fluidos, me pidió que los lamiera y luego lo besara. Lo hice y quedé acostado sobre él besándonos. Nos quedamos dormidos. Al despertar me hizo que se la mamara de nuevo y yo encantado lo hice hasta que terminó directo en mi boca de nuevo.

Al terminar fuimos a darnos un baño, donde me abrazaba y me besaba tiernamente. Esto se repitió varias veces durante un par de años.

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