Relatos eróticos gay en español
Yo tenía mucha comunicación con mi tío, me hablaba dos o tres veces a la semana el vivía en Acapulco, Su esposa Tita tenía problemas de pareja, pero ella y su Hija en periodo vacacional se iban a puebla con Leer más
Mi tío, tomo amor por mi, mi piel tersa Delicada sin vello y cuerpo fino con gran trasero. de la cdmx mis vacaciones las paso en la playa de Puerto Vallarta donde vive mi tío y paga todos mis caprichos Leer más
Les contaré como convencí a mi sobrino Bryan para que no se fuera a vivir a otra ciudad y se quedara conmigo. Mi sobrino tenía cuatro años cuando sus padres se divorciaron, su papá se fue a vivir a otra Leer más
Esto me sucedió cuando no había definido mi sexualidad, el estudiaba en otro departamento y cada vez me llevaba regalos, y me hizo una promesa de ayudarle en lo que necesite para sus tareas resulta que estudia botánica entonces con Leer más
Hola tengo 28 años, les vos a contar la pequeña aventura que tuve con el esposo de mi tía. Esto ocurrió entre mis 12 y 13 años. Habíamos ido a la playa y nos habíamos tomado fotos, al paso de Leer más
Les contaré algo que me paso cuando era más pequeño, en aquel entonces tendría 11 años, ya me llamaba la atención los hombres. Pues siempre me quedaba espiando a los adultos cuando se les marcaba el bulto y de puro Leer más
No habia nadie en la casa, mi abuela no estaba, pero mi tio se encontraba durmiendo, era una habitacion chica donde si o si compartian camas, como en esa habitacion estaba el televisor, pues llegue y lo prendi, me puse a tomar un té.
Me relaje y sentí la punta de su dedo. Apreté involuntariamente y me dijo que me calmara, que respirara y afloja de nuevo mi ano. Después de un tiempo logró entrar un dedo y no sabía cómo entraría su verga pues ese dedo dolía demasiado.
Él ya estaba dentro del agua, rápido se hecho shampoo y mi enjuagó para salirse del agua y dejarme la ducha, al quitarse la espuma de la cara volteo a verme y luego por un segundo a mi erección, no dijo nada. Hice lo mismo bajo el chorro del agua, tallandome la cabeza mientras él se tallaba el cuerpo.
Sentí las manos del flaquito abriéndome las nalgas, y sentí también esa cabeza en punta ajustándose a mi agujero, sentí la saliva del flaquito empapando más la zona, y sentí, con terrible dolor mediante, cada uno de los centímetros de esa verga que me estaba matando.