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En la cumbre del trabajo

Le dije «dime tu habitación y sabrás si soy o no capaz». Así fue. Me bañé y subí. Se sorprendió al verme en la puerta de su habitación. Le dije, «aquí estoy, ¿cómo que no era capaz?»

Mis deseos más íntimos

Tengo tantas ganas de vergas que las improviso: palos de escoba con amarradijo de trapos cubiertos con un condón; picos de botella de vino, de las de cuello largo; lo…

Mi ingeniero favorito

Héctor media 1,75 aprox, es bisex con una complexión normal ni gordo ni delgado, blanquillo con algunas canas en su cabello y barba lo cual a mi me gustó mucho de él.

Mientras fui seminarista

Cuando me giré a verlo él se estaba masturbando. Y yo me quedé quieto por un momento hasta que le pregunté si necesitaba ayuda, a lo cual respondió que si yo quería él no se molestaba.

El negro José y mi primo

Pero cuando volteamos a ver al negro todo cambió, pues tenía una verga a 22 cm, gruesa, llena de venas, muy rica y apetecible. Sin experiencia sexual de ninguno de los 3 solo nos empezamos a masturbar mutuamente, después decidimos pasar a algo más y terminar con nuestra inexperiencia.

Esa mágica habitación

«Además, no te quieres perder esto» me dice y se sacó la polla; madre mía, la polla que tenía era enorme y gorda de 21 cm o más. Se acercó a mí y yo cachondo viendo esa polla le digo que sí, que me lo quedo.

El cuñado de mi hermano

Él me dice «tápate wey, que asco» y empezó el juego de arrimarle el pene mientras que él me decía que ya me cambiara y en ese juego le agarró el paquete y para mi sorpresa detecté que ya lo tenía duro.

Mi primo adolescente

Yo pienso un momento, sabía que era más chico que yo, pero pues era un ofrecimiento y para ser sinceros, mi primo siempre ha estado muy rico.

Mi vecino el drogadicto

«Ay amigo, esos chavos por dinero hacen lo que sea, la neta yo si le pagaba por darle unas chupadas, está riquísimo el cabrón.» y yo me quedé pensando en Omar y en lo que me había dicho mi amigo, la verdad si me animaría a pagarle para me dejara chuparle la verga.

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.