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Mi regalo negro

Yo me arrimo al negro, siempre de rodillas a la altura de la verga de los dos, y le agarro el calzoncillo pero antes de bajárselo aprieto con mi boca abierta la verga del negro varias veces aún bajo el bóxer del negro y fue entonces que aparece un pedazo que jamás había visto algo igual.

Historia de amor en CU

No contesté, lo avente al pasto y lo dejé sonar. Mi novio llamó tres veces más, pero ninguna llamada conteste.

El capataz de mi rancho

Tranquilo chiquito, esa es la prueba de que fuiste una buena hembra, es mi leche con algo de sangre. Ahora me perteneces y cada vez que lo necesites aquí estaré para darte la leche que tu culito ansía.

Encontré a mi novio en la cama con otro

Me agaché y solo asomaba un poco mis ojos para apreciar lo que estaba ocurriendo ahí. El tipo estaba sentado en el sillón y mi novio encima de él, besándose. No estaban desnudos, solo estaban fajando, aunque ahí no quedó la cosa, mi novio bajó al piso para hincarse y el tipo sacó su verga así que mi novio comenzó a mamarla.

Aprovechando que mi esposa salió de viaje

Tenía un culo exquisito, era como tener a una mujer gordita culona, ni si quiera se le veía el pene y apuntando mi verga a su ojete lo penetré con fuerza, enterrándosela hasta el fondo, sacándole fuertes gemidos femeninos que mas me excitaban.

El semental de mi papá

Me perdí un poco mirándolo, sobre todo sus pies delgados, con dedos y uñas bien formados, que estaban uno encima del otro y que también se habían descubierto cuando jaló la cobija.

Mi entrenador personal

A penas llegué a donde el estaba, acercó sus labios a mi oído y me dijo jadeante «te voy a coger, sé que te gusto, me encantas y hoy serás todo mío». Él sabía que me moría por ser suyo, que solo deseaba su potencia sobre mí.

Me visitó en el trabajo

En mi trabajo tenía que tomar medidas de los cuerpos de los clientes para hacer los alquileres ya que eran totalmente a la medida, y entre conversaciones e insinuaciones él me dijo que le gustaría saber la medida de su pene, yo no lo podía creer, los nervios me traicionaban y mi cuerpo se estremecía, pero me arme de valor y le invite a pasar atrás a el vestidor

Mi viaje en tren

Se empezó a acercar más y más a mi vagón, venía con un morral, el celular en la mano y con la otra, se agarraba el bulto. No le sacaba la mirada de encima, cruza hacia mi lugar y se pone al lado mío, donde se hace una L entre la ventana y esa paredcita pegada a la puerta.

«Metemela rico» palabras de amor

Mientras le besaba hacía movimientos con mi cadera aún con mis jeans puestos. Me acerqué a su oído y le dije: «lo hacemos?», él sólo movió la cabeza diciendo que sí y me dijo con una voz dulce y muy sexy: «sí, pero métemela rico».

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.