Un relato exclusivo de Relaróticos.com

Hola, esto que le voy a contar, sucedió cuando yo tenía 14 años, soy moreno, y en ese tiempo era muy delgado.

Vivía en ese tiempo con mi familia; tengo un hermano mayor, él me lleva 2 años. Todos vivíamos frente a la casa de un hermano de mi padre, él también tenía 2 hijos, uno de 13 y otro de 15 años.

Yo me llamo Angel, mi hermano es Arturo, y mis primos son Mario, el mayor, y Martín, el menor. Siempre pasábamos las tardes y los fines de semana juntos, jugando a todo lo que se nos ocurría. Mi hermano, al ser el mayor del grupo, era más aventado para todo.

Una tarde que estábamos jugando en una fábrica abandonada que está algo cerca de nuestras casas y que es donde pasábamos la mayor parte del tiempo jugando, comenzó a llover muy fuerte y ahí nos quedamos un buen rato en lo que pasaba la tormenta.

Mi hermano traía una revista porno, se la había pedido a uno de sus compañeros de clase. Nos mostró la revista, y claro, comenzamos a verla y a calentarnos. Fue al poco tiempo que los 4 ya estábamos muy calientes, y con nuestras vergas muy duras.

Mi primo Mario, en plan de juego, se la agarraba sobre la ropa y nos decía que si no se nos antojaba, y se reía, todos reíamos, hasta que mi hermano hizo lo mismo, pero él sí la sacó de su pantalón; yo ya lo había visto desnudo, pero nunca con la verga parada, era de buen tamaño, unos 16 CM, circuncidada igual que yo, y con un buen par de pelotas algo peludas.

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Al hacer eso mi primo Mario también la sacó de su ropa y se acercó bromeando a jugar espadazos con mi hermano, y así lo hicieron, mientras que mi otro primo y yo hicimos lo mismo, también jugábamos así, pero en algún momento, mi primo menor me preguntó que cuánto me media, yo le dije que 15 CM aprox, y él me dijo que las midiéramos juntas.

Fue entonces que nos pusimos más pegados frente a frente, y él agarró las dos vergas con su mano y las puso una al lado de la otra, claro que yo no esperaba que me la tocara, y eso, el sentir primero su mano y luego el roce de otro miembro junto al mío, me puso más caliente aún.

Mi primito en tanto las tocaba y acariciaba y al voltear a ver a mi hermano, ellos hacían lo mismo, era como una masturbación doble de cada pareja.

Así seguimos un buen rato, mi hermano y yo también tocábamos las vergas de mis primos, hasta que mi primo mayor se separó un poco de mi hermano, y lo comenzó a masturbar, ya sin tocar su propia verga, yo hice lo mismo con mi otro primo, yo se la comencé a jalar y casi me venía, solo por ver a mi hermano gozando la paja que mi primo le hacía y también por la que yo le hacía a mi otro primo.

De pronto, mi hermano le dijo a mi primo que se la chupara, él aceptó con la condición de que después él se lo haría también, y nosotros solo los veíamos, pero yo no soltaba la verga de mi primo, así que como reflejo le propuse lo mismo, que yo le daba oral, y después el a mi, y claro, aceptamos todos a hacerlo.

Así iniciamos a mamar verga y a ser mamados, y ya en ese punto, queríamos probar más, así que cambiamos de pareja, ni hermano vino con mi primo menor, y yo fui con mi primo Mario, mi hermano estaba dando oral a mi primo, y Martín me daba a mi, pero de pronto, Martín quiso volver a cambiar, yo pensé que quería estar con mi hermano, pero no, él quería probar la boca y la verga de su propio hermano.

Suponen ustedes bien, no solo Martín estaría con su hermano, sino que mi hermano y yo quedamos juntos.

Al principio fue muy raro, comencé a tocarlo y él a mi, y al ver cómo mis primos estaban gozando, nos puso más calientes, mi hermano me empujó hacia abajo y yo comencé a darle oral, su verga me gustó más que la de mi primo, y él me acariciaba el cabello y la cara haciéndome disfrutar aún más.

Después me levantó y se agachó a darme placer ahora él a mi. No miento, el solo sentir su boca caliente en mi verga, fue delicioso, y vaya que él sí sabía cómo chuparla, yo creo que él ya lo había hecho antes con algún amigo o algo así, porque sus labios apretaban mi tronco e iban sacando mi verga de su boca hasta llegar al glande, ahí volvía a meterla toda en su boca, todo un experto.

Por otra parte, mis primos estaban igual, los dos se la chupaban alternándose, hasta que yo sentí muchas ganas de venirme, y mi hermano me dijo que lo hiciera en su boca, y así lo hice.

También Martín se vino en la boca de Mario y ni Mario ni mi hermano dejaron caer ni una gota de nuestro semen, tragaron toda si hacer ni un gesto.

Después nos tocó a Martín y a mí hacerlo, yo le daba apretando mis labios en toda su verga, la sacaba casi toda y la volvía a metérmela, lo que hizo que mi hermano ya no aguantara más y se viniera en mi boca aventando, además de mucha leche, ricos gemidos.

Yo saboreé cada gota de su leche, tenía un sabor saladito y algo dulce, me gustó mucho comérmela; mis primos ya estaban también casi a punto de terminar, y así fue, también se vino en la boca de su hermano.

Los 4 quedamos callados, nadie decía nada, hasta que Mario dijo, «qué buen oral nos hemos dado…» Los 4 reímos y dijimos que había estado genial, aún seguíamos con nuestras vergas fuera de nuestra ropa, la lluvia seguía cayendo muy fuerte, y ya comenzaba a oscurecer un poco, pero aún no queríamos irnos, queríamos seguir ahí, solos, y con nuestras hormonas saltando aún….

Ojalá te haya gustado esta primera parte, espera la segunda muy pronto.

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