Somos españoles y nuestra ilusión era hacer un viaje a la República Dominicana por sus playas y gentes . La verdad que cuando llegamos al hotel nos quedamos sorprendidos de la bienvenida que nos dieron el grupo de baile del hotel.

Eran chicos y chicas espectaculares mulatos y mulatas con unos cuerpos perfectos. Estuvimos un rato tomando copas y viendo esos bailes y ya un poco cargados fuimos a la habitación para darnos una ducha y cambiarnos  de ropa para la cena.

Nos desnudamos y nos metimos los dos juntos en la ducha y sin decirnos nada nos empezamos a comer la boca y meter mano y casi seguido yo estaba follando con mi mujer de pies dándola duro por detrás y corriéndome dentro de ella. Terminamos de vestirnos y mi mujer se puso una minifalda muy justa y una blusa sin sujetador que sus grandes pechos se podían apreciar los duros pezones que sobresalían de la blusa.

Fuimos al restaurante a cenar y tomamos muchas cervezas y yo notaba cómo mi mujer y yo estábamos un poco bebidos. Salimos y fuimos a la discoteca del hotel y pedimos unas copas y nos pusimos a ver cómo bailaban. Los bailarines y bailarinas del hotel sacaban a la gente a bailar y uno de los bailarines sacó a mí mujer. Hacía mucho calor y se notaba en el ambiente que la gente estaba muy cachonda con las copas de más y los roces del baile.

Yo miraba a otras chicas como bailaban con los mulatos y las veía como se dejaban tocar y rozar por esos chicos tan  hermosos. Las chicas del hotel eran más recatadas. No me di cuenta que mi mujer se estaba dejando llevar por ese mulato y se rozaba con él como una perra en celo. Entonces paró la música y ella vino hacia mí con la mirada perdida, se abrazo a mí y me empezó a comer la boca y pegarse fuerte contra mi cuerpo. Me dijo que le pidiese otra copa. Yo la veía super excitada.

Tomó la copa casi de un trago y me dijo que pidiese otra. Me empezó a tocar mi paquete por debajo de la mesa y nos volvimos a comer la boca; me dijo que el bailarín la había puesto super cachonda con tanto roce. Me cogió la mano y la metió por debajo de su minifalda y yo aparté un poco el tanga y noté como su coño estaba empapado. Saque mis dedos húmedos y ella se los metió en la boca y los lamió para saborear sus jugos .

Enseguida volvió el bailarín y me pidió permiso para volver a sacar a bailar a mí mujer, yo la miré y le vi en la mirada que estaba con muchísimas ganas de volver a bailar con ese chico, le guiñe un ojo y ella me dio un beso; le dije que disfrutase. Salió a bailar con el chico que la verdad era un guaperas con un cuerpazo. Él la cogió por la cintura y la apretó contra él y ella se dejó llevar. Yo no dejaba de mirarles.

Él le puso sus manos en el culo respingón de ella y ella bailaba con los ojos cerrados dejándose llevar por él. La acariciaba el culo y la rozaba los pechos y ella era su sumisa y yo cada vez más cachondo al ver como mi mujer se dejaba acariciar por eso mulato. Dejaron de bailar y mi mujer y el bailarín vinieron a mí mesa agarrados de la mano a sentarse conmigo. Mi mujer se sentó en medio de los dos y pedimos unas copas para los tres. Mi mujer me empezó a comer la boca otra vez y me di cuenta que mientras me besaba a mí a él le estaba tocando el paquete. Ufff eso hizo que yo me pondría más caliente todavía .

Nunca me imaginé que mi mujer sería tan liberal. Yo le miré a él y le sonríe y él metió su mano por debajo de la mesa y la metió debajo de su minifalda y la empezó a acariciar su tesoro. Ella paró de besarme y yo la dije que estaría tranquila y disfrutase de la noche. Me dio un pico se dio la vuelta y le empezó a comer la boca al mulato. Ella estaba a mil . Yo me acerqué a la barra y pedí dos botellas de champagne y les dije que nos podíamos ir los tres a la habitación. Ella se quedó sorprendida y le dije que esta noche la teníamos que terminar como ella merecía.

Nos fuimos los tres a la habitación y yo puse tres copas de champagne mientras el mulato ponía música. Brindamos y él se quitó la camisa. Dios que cuerpazo tenía el tío. Cogió a mí mujer y se pusieron a bailar para mí mientras yo sentado en la cama les miraba. Mi mujer acariciaba la espalda y el pecho de él mientras rozaban sus partes en un baile sensual; la cogía fuerte del culo y la apretaba contra él y ella se dejaba hacer. Él la cogió y la subió a su cintura y ella enroscó sus piernas al rededor de él y bailando se empezaron a comer la boca .

Ella bajo las piernas y la empezó a soltar los botones de la blusa y a acariciar sus pechos. Ella me miró y yo la sonreí y me mandó un beso y se quitó la camisa y dejó ver sus enormes pechos y esos pezones puntiagudo . Mi mujer me dijo que me acercase con ello y así lo hice. Ella me quitó mi camisa y nos pusimos a bailar los tres juntos, ella en medio de los dos, yo por delante y el mulato por detrás. Y nos empezamos a besar y rozar con ella .

Él y yo empezamos a meterla mano por todos los lados y ella no paraba de acariciar nuestros paquetes. Él le bajó la minifalda y Mientras él con una mano la acariciaba el culo y las tetas yo la acariciaba su mojado coño rasurado. Ella se retorcía de placer y me desabrochó el pantalón y me bajó el calzoncillo y empezó a hacerme una paja con una mano y con la otra buscaba el paquete del mulato. El se bajó el pantalón y apareció su rica polla negra no tenía calzoncillo puesto. Fue mi idea meternos los tres en la ducha y así lo hicimos.

Mientras estábamos debajo de la ducha no parábamos los tres de meternos mano y mi mujer estaba excitadisima. Nos pidió que nos besasemos los dos.
Yo me quedé cortado pero entre el alcohol y lo caliente que estaba me empecé a besar con él. Besaba muy rico con esos hermosos labios. Ella se puso de rodillas y nos empezó a comer las pollas mientras él y yo nos besamos con más pasión . Uffff estábamos los tres muy cachondos. Nos salimos de la ducha, nos secamos un poco y nos fuimos a la cama. Él se tumbó en la cama y mi mujer se tiró encima de su paquete y empezó a comerle la polla como una desesperada.

Yo me puse debajo de ella y empecé a comerla su rico coño rasurado y todo mojadito por sus jugos. Noto que una mano empieza a acariciar mi paquete y me doy cuenta que es él. Me quedo un poco sorprendido pero lo hace rico y acerco mi cintura a él. Noto que una boca está haciendome una mamada  y veo que mi mujer sigue con la polla negra de él en su boca y el que me está haciendo la mamada es él. Dios que rico lo hacía.

LO MÁS RECIENTE

Mi mujer se dio cuenta y sacó la polla del negro de su boca y se acercó hacia mi polla y entre los dos me la empezaron a comer. Yo me moría de placer, sus dos bocas y lenguas recorriendo mi paquete era una sensación indescriptible.

De repente mi mujer me empieza a comer la boca y me dice que la ayude a comer la polla del mulato que no era muy gorda pero más o menos tendría 18 cm con unos hermosos huevos. Uffff me quedo un poco cortado pero acepto y me acerco a aquel paquete, ella coge la polla con una mano y con la otra me coge la cabeza y la acerca a mí . Y empieza a darla pequeñas lenguetadas y mi mujer se pone con migo a enseñarme cómo hacerlo y de vez en cuando nos morreamos y seguimos comiéndonos entre los dos las polla de aquel hombre.

Mi mujer dijo que quería ser follada por los dos a la vez . A ella le gusta también el sexo anal y fui a buscar a la maleta un bote de lubricante . Mientras yo buscaba el bote de lubricante ella se puso encima del mulato y lo empiezo a follar . Yo unte mi polla de lubricante y le unte su culo también . Ella se puso con el culo más en pompa sin sacar la polla del negro de su coño y yo la empecé a clavar mi polla poco a poco y ella no paraba de gemir. La estuvimos follando duro hasta que los dos nos corrimos dentro de ella.

Ella quedó tumbada encima del negro y yo de ella mientras nuestras pollas estaban dentro de ella dejando salir hasta la última gota de leche dentro de ella .

Nos dijo que ahora la teníamos que lamer la leche de dentro de ella pero cada uno tenía que comer la del otro. Ella se puso a cuatro patas y el negro la empezó a comer el culo que la salía parte de mi leche y el con su lengua empezaba a comer. Ella me dijo que yo tenía que hacer lo mismo y yo así lo hice y me metí debajo de ella y la empecé a comer el coño.

Le sabía a la leche del mulato porque yo a ella en muchas ocasiones la limpio mis lechadas de su cuerpo y sé cómo sabe la leche de un hombre . No me dio mucho repara y la como su coño con mucha pasión. En una de estas miró y veo al mulato que me está mirando abre la boca y veo que tiene mi leche en ella y yo abro la mía y se la enseño y nos empezamos a comer la boca el uno al otro compartiendo la leche del uno al otro.

Mi mujer se hecha a un lado y se queda mirandonos comía nos morreamos con las lechadas y se empieza a acariciar su clítoris y pezones y nos dice «Quiero ver cómo te follas a mí marido» Ummmm yo me quedo paralizado y ella me dice que me ponga a cuatro patas, que quiere que sienta el placer que tiene ella cuando yo la follo por en culo.

Así lo hago y ella me empieza a untar mi culo con lubricante y a meterme dedos. Uffff me gustaba pero tenía miedo de que aquel mulato me aria daño . Ella untó en la polla de él lubricante y poco a poco me la empezó a clavar. Dios me dolía pero estaba tan caliente que quería más . Ella le susurró algo a el al oído y le dio un beso y se metió debajo de mi y empezó a comerme la polla mientras que el me empezaba a follar el culo con más ritmo y ella a comer mi polla con más ganas . Enseguida yo me corrí y ella comió hasta mi última gota mientras el negro seguía follandome. Ella salió de debajo mío y llevo mi leche en su boca hasta la boca del mulato y el trago la leche que ella le paso.

El dijo que se corría sacó su polla y me dijo que yo pondría la cara y abriese la boca y así lo hice. Ella masturbo al negro sacando su leche y tirándola por mi cara y boca sacando un montón de leche. Mi cara y boca quedó cubierta de leche y mi mujer lamió toda mi cara y compartimos los fluidos de él entre las bocas de ella y mía. Uffff quedamos los tres muertos de placer.

Nos quedamos dormidos y a la mañana cuando me desperté vi que estaba solo en la cama y oía jadeos en la ducha y allí estaba mi mujer follando otra vez con el mulato. Me acerqué y me dijo mi mujer que me estaba preparando el desayuno. Me quedé sorprendido porque no la entendía lo que quería decir hasta que dijo el mulato que se corría y me dijo mi mujer y trataría la leche que estaba recién ordeñada y así lo hice tragué aquella delicia de néctar.
El mulato se despidió hasta la noche y mi mujer y yo nos quedamos en la ducha follando.

Salimos y nos tumbamos en la cama y nos pusimos a hablar de la noche tan rica que habíamos tenido. Durante los 9 días que estuvimos varios bailarines pasaron por nuestra habitación y fue el mejor viaje de novios que jamás pudimos esperar.

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