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Mi violento papi

Después de eso me llevo al baño arrastrando mientras me penetraba y al llegar me metió a la ducha mojandome y golpeándome contra la pared mientras me ahorca y me metía sus dedos en mi boca y la fuerza.

Jugando a las escondidas

Ellos no sabían que decir a lo que yo le dije a mi tio si podía taparme con su frasada él me dijo que no pero le rogué y me metí entre su frasada y mi hermanito empezó a buscar yo debajo de la frasada pude sentir que mi tio estaba sin trusa y con su pene duro.

Cumplí mi fantasía con mi tío

Yo decidí ofrecerme a desvestirlo para que durmiéramos cómodo, y él aceptó, era mi oportunidad de ver realizada mi fantasía, inmediatamente empecé a sentir que se me paraba, estaba quitándole la ropa al hombre maduro que desde años me tenía loquito.

Mi tío y sus fetiches

Me encantaba ver a mi tío trabajar, con sus playeras ajustadas y sus botas de trabajo, con un sombrero de paja viejo que utilizaba para cubrirse del sol, como su color de piel era muy claro, con el trabajo se ponía rojo y el sudor recorría su piel.

Mi tío sádico

Mi tío se llama Antonio, tiene 43 años. Tiene un cuerpo rico, pelón, con barba algo espesa y vellos en el pecho. Nada panzón. Aquella vez me fue inevitable verle el guebo, era gigante.

Fui la amante de mi tío divorciado

Mi tío y yo nos quedamos un rato hablando, ahí surgió el tema de la ex mujer de mi tío a lo que él decía que la extrañaba y así. Yo de verdad siempre había querido experimentar algo con un hombre así que le dije sin tapujos «si quieres puedo ser tu mujer tío» él solo me miró como sorprendido y dijo «deberíamos ir a dormir

Mi sobrino político en casa

Me dice «tío perdón no sé qué me pasó, no vayas a pensar mal» pero yo estaba con la boca abierta literalmente al ver ese hombre tan bello desnudo frente de mí y al ver ese huevo enorme totalmente parado en sus 18cm, grueso, moreno y ligeramente hacia arriba.

Los mecos de mi tío Camilo

Mi tío se bajo el short hasta las rodillas dejando ver su enorme verga que estaba en reposo, para mi era enorme, pero me gustaba, era el primer pene de hombre que veía en mi vida, tenia muchos pelos y una cabecita rosa.

Mi tío me quitó la pena (y la ropa)

Me abrazó y me besó en la mejilla para tranquilizarme, pero más que tranquilizarme me puso a mil sentirme rodeado por sus fuertes y peludos brazos y disfrutar de sus suaves y sensuales labios en mi rostro.

Por andar espiando a mi tío

«Que zorrita saliste, te tragaste toda mi leche acumulada, de haber sabido que te gustaba la verga desde cuando te hubiera tomado como mi perrita»

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.