... ...

Lo compré por mil pesos

Me encontré a un necesitado y por mil pesos lo convertí en mi chacal de cabecera.

Me quedé sin trabajo y comencé a venderme

Me despidieron injustificadamente, y al quedarme sin dinero tuve que comenzar a venderme. Nunca pensé que me iniciación fuera tan violenta.

Una carne a domicilio

«¿Usted ha encargado una polla, sí o no?» me preguntó con tono entre enérgico y cortés. Me sacó del trance cognitivo en el que había caído, y entonces comprendí.

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.