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Mi regalo favorito

Mientras me come de una forma impresionante la pija comienzo a gemir y a agarrarle suavemente los cabellos haciendo remolinos y dirigiendo despacio su hermosa boca carnosa que me chupaba desde los huevos hasta la cabecita de mi pija en forma muy rica.

Por amor, me entregué a mi mejor amigo

Su deseo por poseer mi culo como que lo enloqueció y no solo me folló con energía sino que además lo hizo sin la menor clemencia.

Mi vecino, el gringo virgen

Le empecé a quitar la playera, me encantaba ese torso güero y lampiño, besé de la boca pasando por su cuello, su pecho, pasaba mi lengua y besaba su abdomen, con mis manos empecé a bajarle el pants y fue entonces que vi esa hermosa verga 17 cm aproximadamente, tal vez más, era algo gruesa, su glande era rosado y tenía la circunsicion.

El chico guapo de la tienda

Entonces nos empezamos a agarrar la verga y las nalgas, Matías me agarraba tan rico mis nalgas y me decía al oído «qué ricas nalgas tienes, ya quiero jugar con ellas». Esa fue la señal.

Mi exprofesor de matemáticas 1

Fue entre plática que me dijo que tenía yo muy bonito cuerpo y si hiciera más ejercicio estaría increíble. Le dije que él tenía un cuerpo muy sexy y él se levanta y me dice que no tanto.

El limpiador de fachadas

En el edificio habían puesto un andamio para limpiar la fachada, y el primer día de ese mes, cuando estaba en la cocina bebiendo un baso de agua alguien dijo «Que rica esa agua… y le terminé dando leche.

Con mi papá el mecánico

Me llamo Josué, yo tenía 10 años cuando por primera vez veía a mi papá con morbo. A los 12 años yo solía visitar a mi papá a su trabajo por que quedaba muy cerca de mi casa y esto fue lo que pasó uno de esos días…

Descubriendo a mi compañero de oficina

Después de unos minutos quieto el comenzó a moverse muy suavemente y yo trate se seguirlo, hasta que logramos acompasarnos y a los pocos minutos su pene entraba y salía de mi ano con gran suavidad.

Mi primito me dio las nalgas en el campamento

En aquél campamento una de esas noches en las que estábamos muy calientes, porque no habíamos podido hacernos la paja, y éramos de paja diaria, incluso nos la hacíamos juntos mirando películas porno.

Yo me empecé a sobar la verga y él hizo lo mismo. Enseguida las teníamos totalmente erectas.

El chavo más guapo del salón

Un relato exclusivo de Relaróticos.com Era un chavo muy normal, por entonces tenía yo unos 16 o 17 años y no tenía nada de experiencia en lo que amor se…

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.