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Cruising en Santiago de Chile

En el camino estaba una lámpara y lo pude ver el chico blanco de 175 cm, ojos verdes, una barba poblada y unos labios gruesos y carnosos.

Mis primos son mis novios

Él no dijo nada, solo se dio vuelta poniendo sus nalgas pegadas a mi cuerpo, se bajó el boxer y tomó mi verga con su mano y la dirigió a su culo; yo no sabía qué hacer, él me jaló de la cintura para que yo quedara en la misma posición que él.

El rico morro de la motocicleta

«Ya me hacía falta salir de la casa no te conté pero soy casado desde hace tres años vivo con mi mujer y tenemos una bebe y estar todo el tiempo en casa me está volviendo loco» me dijo el sexy motociclista.

Luis, mi instructor de gym

Al inclinarme, pude sentir cómo algo se endurecía, él se pegaba cada vez más a mí y sentía su miembro en toda su longitud. «Si yo tengo buen cuerpo, tú tienes buenas nalgas increíbles» dijo.

Me visitó en el trabajo

En mi trabajo tenía que tomar medidas de los cuerpos de los clientes para hacer los alquileres ya que eran totalmente a la medida, y entre conversaciones e insinuaciones él me dijo que le gustaría saber la medida de su pene, yo no lo podía creer, los nervios me traicionaban y mi cuerpo se estremecía, pero me arme de valor y le invite a pasar atrás a el vestidor

Mi viaje en tren

Se empezó a acercar más y más a mi vagón, venía con un morral, el celular en la mano y con la otra, se agarraba el bulto. No le sacaba la mirada de encima, cruza hacia mi lugar y se pone al lado mío, donde se hace una L entre la ventana y esa paredcita pegada a la puerta.

El mejor enfermero

Ya de ahí subió a los muslos hasta que me metió la mano en el culo y empezó a manosearlo el muy descarado, hasta me hizo presión con su dedo índice en mi agujero del culo por encima de la ropa todo mientras empezaba a tocarse en su pene donde se le notaba un bulto prominente.

En el Ejército de salvación (2)

Confieso que no estaba sintiendo mucho dolor, más bien el morbo de tener dos pichas en mi y mamar dos más me tenían lujurioso y en eso les pedía que me cogieran como ellos querían y ya empezaron a meter y sacar la picha sin ningún trabajo.

Mi abuelo me hizo su amante

Era una delicia, jamás me hubiera imaginado que mi abuelo estuviera tan bien armado, ya que 4 de mis 5 tíos me habían cogido y no estaban así de buenos.

En un bar de Buenos Aires

El simple hecho de imaginármelo adentro de la cocina solo con el mozo y ahora verlo enfrente de mi sin camisa, con el pecho grande y sus brazos como troncos, expuestos a mis ojos bajo la escasa luz del bar y la avenida Corrientes, no pude evitar una erección.

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.