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Mientras mi compañero de universidad dormía

Hola a todos. Mi nombre es Johann tengo 24 años y soy de La Paz, Bolivia. Mi historia comienza hace unos dos años cuando estaba en segundo año de carrera…

Fui al cine con mi novia y terminé follando con un tío

Os contaré lo que me sucedió hace apenas dos domingos. Como el día había salido malo decidimos ir al cine. Cuando llegamos me dí cuenta que la misma idea nuestra…

Dos amigos desatendidos por sus esposas

Esta noche he tenido un sueño realmente perturbador con mi mejor amigo Oscar, y quiero ponerlo por escrito, aunque adornado. Me llamo Alfredo, tengo 44 años y felizmente casado. Soy…

Un taxista me enseñó a coger

Este relato sucedió hace ya algún tiempo, tenía 15 años apenas. Sucedió, creo, gracias a esta página, por lo que me decidí a compartir esta experiencia. Por privacidad, no daré…

Así disfruté a los primos de mi novia (parte 3)

Esa noche pasamos una velada muy agradable alrededor de la fogata; el tío Gabriel había sacado su guitarra haciéndonos cantar a todos; no pudieron hacer falta los malvaviscos y los…

Así disfruté a los primos de mi novia (parte 2)

Regresamos de la cascada, y cada vez se me estaba haciendo más difícil mirar al tímido de Cesar, de repente me sonreía con una sonrisa tan tierna, marcando su par…

Mi vecino se queda sin agua y pide usar mi regadera

Había llegado el verano a la ciudad. El lugar donde vivo era demasiado caluroso. Normalmente los termómetros se elevan arriba de los 42 grados… ¡muy desagradable para los que aborrecemos…

Caliente y con novia

Fue cuando me sorprendió que se bajó el pantalón y pude ver su paquete, me quedé asombrado y pues no lo dudes y me pegue a lamer su boxer y no aguante más y saqué su pene era como 17 CM.

Puteando en el rancho familiar (parte 3)

Después de la culiada de la mañana Octavio se retiró al pueblo a terminar pendientes antes de la comida, yo continué haciendo maletas con algo de nostalgia, pues hubiera preferido…

Puteando en el rancho familiar (parte 2)

A la mañana siguiente desperté algo tarde por el desvelo; aún me costaba un poco cerrar las piernas por el cogidón, podía seguir sintiendo la sensación de tenerlo dentro; intentaba…

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.