... ...

Mi hijastro ahora es mi puta

🔥 Un relato exclusivo de Relaróticos 🔥

Después de tres matrimonios ya estaba harto de criar hijos, tanto propios como extraños, esta era la cuarta vez que me casaba, lo único que me importaba era tener una mujer a mi lado que me facilitara las cosas, no una que necesitara que yo le solucionara todo.

Nora parecía la opción ideal, a sus 37 años mantenía un sensual y cuidado cuerpo… su hijo ya estaba grande, 17 años, yo por mi parte un cuarentón ya más cerca de los 50 que los 40, conservaba aun un atractivo clásico, espalda ancha, brazos fuertes, panza chelera, adicto al deporte y al alcohol, toda mi vida he trabajado de mecánico para compañías de perforación, desde que gane mi primer peso, el dinero se me ha ido en mujeres y alcohol…

Todo marchaba con normalidad durante los primeros meses de mi 4to matrimonio, demasiado bueno para ser verdad pensaba, cada vez que tenía a Nora comiéndose mis hijos crudos… poco me duro el gusto.

Antes de cumplir los 18 Lucio el hijo de Nora nos salió con la pendejada de que era gay, no solo eso, aparte de puto era de esos que se visten de mujer… ¡Pinche suerte! Maldecía en mis adentros, con lo que detesto a ese tipo de gente, siempre dije que prefería un hijo criminal antes que uno homosexual.

El día a día se volvía más tenso, Nora y yo comenzamos a tener problemas en nuestro matrimonio.

Un hombre como yo tiene necesidades, ella lo sabía, más pronto de lo que se esperaría comencé a engañarla, con la vecina, con su prima, con putas baratas… un día peleando apunto estuve de golpearla, cuando Lucio o Lucia su “hij@” se metió entre nosotros y la bofetada que tenía que recibir Nora, la recibió Lucio… “¡Mama! ¡Cállate!” Grito lucio con una voz más femenina que masculina… “Por eso te dejo mi papá” sentencio Lucio… Nora completamente rebasada por la situación salió llorando de la casa…

Yo por mi parte me fui a la sala, fumando un cigarro me encontraba cuando una cerveza fría aparece sobre la mesa de la sala, “Para que se relaje” dijo lucio con esa voz femenina que cada día perfeccionaba más, me tome la cerveza de un jalón, pocos segundos después de poner el embace vacío en la mesa, lucio me trajo otra.

Con la cara roja y con cierto miedo en la mirada se sentó en el sofá de al lado… “Sabe Don Román, no lo culpo por lo que paso” comentaba lucio mientras yo me tomaba la segunda cerveza… “Mi madre nunca ha sabido lo que quiere… por eso papá la dejo”…

Lucio mantenía la mirada en el piso como si de una confesión se tratara…

“Mamá se las da de santa, pero tiene muchas fallas como mujer… lo sé, porque yo en su lugar no lo haría…”

Un breve silencio lleno la habitación… “digo, tanto usted como mi padre son hombres de verdad, que necesitan a una verdadera mujer a su lado, una que los entienda y los trate como lo que son, los reyes de la casa”

Comentaba lucio, mientras yo le daba el sorbo final a la cerveza…

“Mira que para ser puto entiendes bien cómo funcionan las cosas” respondí.… Lucio se paró del sofá, fue al refri por otra cerveza para mí y dijo: “No soy puto señor, yo soy una mujer atrapada en este cuerpo… daría todo por sentir algún día la dicha y la gloria de ser una mujer de verdad…. Y…”

“¿Y?” pregunte en un tono desafiante… “Y sentir lo que es tener un hombre de verdad, no solo a mi lado, si no también…”

“¿También que puto?” le pregunte con un tono golpeado… Él no respondía, “¿También dentro?” insinué en tono irónico… a lo que él respondió: “sí señor, también eso”…

De nueva cuenta el silencio incomodo se hizo presente.

“¿Tú quieres un papá, una familia o qué? Cuestione con curiosidad a Lucio… “Quiero un hogar, donde yo sea la hija… o la esposa… pero más que eso, quisiera ya no tener que estar sola con mamá, ella no me entiende, ella no entiende que necesitamos un hombre en la casa, uno que nos proteja” exclamaba lucio mientras apretaba sus manos en una clara señal de nerviosismo.

“sabes que todo esto empezó por tu culpa… por ser como eres”… “si lo se señor, lo mismo paso con mi padre, por más que intente no logre que se quedara… creo fui yo al final quien lo ahuyento… por ser como soy”

“¿De verdad? Cuéntame porque dices eso”… “Vera” dijo Lucio mientras se dirigía a la cocina por otra cerveza, mis tabacos y un plato de botana… “Yo sabía que mi padre necesitaba una mujer, una hembra, alguien que lo satisficiera en todo…” explicaba mientras dejaba todo en la mesa de estar… “Así que un día intente llenar ese espacio faltante en su vida… al principio creí lograrlo… creí que estaba haciendo un bien, que lo estaba satisfaciendo, que lo hacía sentir pleno como hombre, mientras el me hacía sentir la mujer que realmente soy”… ¿Y qué paso? Pregunte, mientras me acomodaba mi miembro que extrañamente comenzaba a crecer… “Paso que mi madre llego y nos encontró en su cama… yo vestido de mujer con su ropa y mi padre encima mío rompiéndome mi virginal culo…”

“¡Jajajaja!” reí sonoramente, “Así que tu papá te hizo puto ¿He maricon?”… “no señor” contesto lucio firmemente, “Yo nací así, nací con este sentimiento dentro de mí”, mencionaba mientras se colocaba sentado en el piso, cerca de mi…

“¿Por eso se separaron tus padres? ¿Verdad?”

“Así es… mama creyó que papa me estaba haciendo daño, lo que ella nunca ha querido entender es que el solo me hacía un favor…”

Relataba lucio mientras una de sus delicadas manos se posaba sobre mi peluda pierna…

“¿Y supongo que quieres hacer lo mismo conmigo verdad?”, “solo si usted lo permite señor… “

“¡Jajaja!” Reí nuevamente… “Descubramos qué sabes hacer” comente, mientras me hacía aun lado el short que traía y dejaba caer mis grandes huevos… “veamos si sabes usar esa boca, putito, chúpalos” le dije… como si de una pantera se tratara gateo hacia mí con movimientos felinos, su lengua rápidamente hizo contacto con mis peludos huevos… poco a poco su boca fue succionando uno por unos mis huevotes… su lengua los recorría mis bolas por todos lados, su boca caliente, sus suaves labios, comenzaron a hacer que mi verga quisiera salir… poco pudo hacer mi short para ocultar mi potente erección… la cabeza de mi verga se asomaba por la misma abertura que mis huevos… La lengua de Lucio comenzó a hacer maravillas con mi glande, lo lamia cual de paleta se tratara, le daba besitos, apretaba mi cabezota con sus labios, mientras su manos manoseaban suavemente mis pelotas… “que rico la chupas putito”… “

“Dígame lucia señor, por favor, que esta tarde quiero ser suya”…

“pórtate bien Lucy y hoy mismo te hago mujer”, le asevere.

Saque por completo mi short, dejando al aire mis pelotas y mi miembro… “¡Qué grande es!” comento sorprendida Lucy… “todo tuyo princesa” le respondí… nuevamente su boquita cálida retomaba la mamada a mi potente palo, centímetro a centímetro, mi grueso miembro desaparecía en su cavidad humedad… me chupaba la verga con una devoción, con una calma, con una pasión que me hacía querer que esa mamada durada para siempre, sus movimientos de lengua constante sobre todo mi palo hacían que pequeñas descargas eléctricas recorrían mi cuerpo… sus manos jugaban con mis pelotas, acariciaban mis gruesas piernas… llego un punto donde solo se veían mis pelos en la boca de Lucía, se había tragado por completo mi palo… “vaya pedazo de puta” pensé… ninguna mujer antes se había comido así mi falo, podía sentir su campanilla masajeando mi glande, mi tronco, las venas de mi verga se inchaban más y más… esa profunda mamada me estaba haciendo querer acabar más rápido de lo normal…

Lucía se percató de ello, lentamente saco mi miembro de su boca, para proseguir con mis bolas, primero uno, luego la otra, se metió ambas a la boca, el placer que yo sentía era indescriptible, sus manos jugaban con mi pene aprovechando la abundante saliva que tenía, lo apretaba, lo masturbaba, usaba sus dedos de una manera tal que me llevo al borde del placer…

Apretaba todo mi cuerpo para resistir más, esa lucía era toda una experta… “¿Con cuántos hombres no ha de haber estado esta puta?” pensé… después de terminar de jugar con mis pelotas, se puso frente a mí, se bajó su pantalón, dejando ver sus blancas y firmes nalgas, llevaba puesta una tanguita negra que le lucia perfecto, como si de una putita colegiala se tratara, se apoyó en la mesita de la sala ofreciéndome su hermoso trasero… 

por mi parte me acerque a ese hermoso culo, comencé a acariciarlo con mis ásperas y gruesas manos… a masajear esas nalgas, besarlas, morderlas, chuparlas, nalguearlas… Con cada estimulo Lucía lanzaba un gemido de placer, con esa voz tan femenina, tan de putita, tan excitante… Corrí con mi lengua su tanguita, abrí sus nalgas lo más que pude y me dispuse a comerme su rosadito botón… mi naciente barba raspaba esas blancas mejillas, el contraste de mi piel tostada por el sol, con su blanca y tersa piel me excitaba aún más… sus gemidos, la forma en la que se movía, el sabor de su rajita, todo era perfecto… cuando creí oportuno… me aleje, la empine un poco más, escupí directo en la punta de mi verga… y a paso lento pero firme, comencé a atravesar a lucia con mi espada de carne, sus gemidos de dolor, el ver su cuerpo tensarse, sus manoteos, el sentir su culo apretando mi gruesa verga me motivaban más para llegar al fondo, sus ojos pronto comenzaron a llorar, sus sollozos eran música para mí, comencé a nalguearla, la tome del pelo y le grite:

“¡¿Esto querías no putita?!, querías sentir lo que sienten las mujeres”… “Si, si, papi, si eso quiero….” Respondió feliz pero con la voz entre cortada por el punzante dolor que le causaba mi miembro…. Cuando estaba por entrar la última parte, agarre impulso y acerté la estocada final arrancándole un fuerte gemido de placer, quedando de nueva cuenta solo mis pelos afuera de su culo… lo tome de sus finas caderas las jale hacia mí y mantuvimos es apose por unos minutos para que su cuerpo se acostumbrara a mi tamaño…

Una vez que lucía comenzó a moverse lentamente de adelante hacia atrás, supe que era momento de hacerla mía por completo… tomándola de los hombros, metí de nuevo mi pene a tope y sacándolo casi por completo en un movimiento rápido repetí la acción, con cada estocada ella gemía más y más, mi verga era una taladro y su culito un hueco que tarde que temprano terminaría de romper….  

Aceleró los movimientos ya no se la sacaba toda, solo la mitad, en eso, metí mis brazos por debajo de los suyos y alzándola cual trapo la folle en el aire rápidamente mientras la ponía sobre el sofá, Lucia solo alcanzaba a lanzar gemidos de placer y dolor “Ayyy, ayyy, ayyy, sii, sii, ayyy” en esa misma posición sin sacarle mi verga hice que se girada, quedando con frente a mí, coloco sus piernas en mis hombros y comencé a taladrarla nuevamente, mas rápido, más salvaje, con cada embistiéndola jalaba hacia mí para que mi verga llegara más y más adentro…. Mis enormes huevos de toro rebotaban con sus firmes nalgas, de pronto sentí como su cuerpo se tensó… la muy zorra se vino sin siquiera tocarse…. Cuando ella estaba viniéndose su culo se cerró muy fuerte sobre mi verga, causándome un placer abrumador, poco pude hacer por resistir… minutos después de que ella se vino mi potente miembro aventó chorros y chorros de caliente y abundante esperma de macho dentro de su culo de putita… caí desplomado sobre ella, ella me abrazo y nos quedamos así unos minutos mientras recobrábamos el aliento… esa tarde no nos importo nada, la folle en la escalaras, en la cocina, contra la pared, cargándola, con la ropa de mi esposa puesta… llego la noche y la casa estaba de lo más normal… después de saciar mis ganas con lucia había olvidado todo el problema con su madre… mi esposa llego al día siguiente, me encontró más relajado y como no, si la puta de su hija paso toda la noche vaciándome los huevos… hicimos las pases y seguimos con nuestro matrimonio cerca de un año más… hasta que por un descuido de Lucia descubrió fotos y videos de nosotros haciéndolo… ella no pudo soportarlo y nos abandonó… actualmente Lucy tiene 22 años, yo 51 y no podría estar más feliz, al fin tengo lo que tanto desee, una mujer de lujo que sea mi puta personal… le pague la operación de cambio de sexo y hoy vivimos plenos como pareja… quien lo diría que yo a mis cincuenta y tantos podría tener a una belleza tan joven a mi lado.

Lucia es insaciable luego les contare todo lo que hemos hecho con sus amigos, con mis compañeros de trabajo y la más reciente con su padre biológico.

TÚ TAMBIÉN PUEDES PUBLICAR TU RELATO

Escríbenos a redaccion@relaroticos.com  – Puede ser anónimo o con tus propios datos para que más personas te contacten.


¡Comenta! (No es necesario registrarse, solo escribe el comentario y da ENVIAR)

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.