... ...

La casa del estudiante

Pedro fue el que nos motivó un día a jalárnoslas en conjunto y descubrir quién sacaba más leche; con el tiempo pasamos (a sugerencia de él) a hacer jaladas cruzadas; así le llamaba él a pajearnos unos a otros.

Oso tapatío

Yo creí era por los movimientos del camión, algo accidental, después repagaba su bulto a mi mano y sentí su erección, eso me despertó el libido, no mentiré, empecé a mover mi mano, y sentía como crecía su miembro aun por debajo del pantalón.

Cruising at gym

Yo comienzo a descargar el agua acumulada cuando de pronto siento una mirada. ¡Si! Al otro lado estaba el chavo haciéndose un poco para atrás. En eso volteo, mis nervios a punta, y él voltea a verme y ya se me había parado. Volteo a verlo nuevamente y se hace un poco más para atrás, permitiéndome ver cómo se la está jalando.

Me ganaron las ganas de follarme a mi papá

El morbo me ganó y sin querer ya estaba tocándolo mientras mi mente me decían que no pero mis manos que sí y es que su olor a macho,  a sudor, a borracho, todo me volvía loco y olvidándome de mi mente empecé a chuparle el culo
.

El confinamiento con mis hijos

Le conté a un amigo de un chat de padres, lo que sucedió y él me aconsejó que me masturbara porque era obvio que mi hijo sentía curiosidad, pero le daba pena preguntarme y así lo hice.

Las regaderas de la universidad

Cuando ya me estaba quitando la ropa para meterme a bañar vi que entraron otros 2 chavos del taller de karate y al parecer ya se conocían; cuando me vieron me preguntaron si sabía si había agua caliente, les dije que no porque aún no me metía.

Comprando chavitos musculosos

—Oiga patrón, ¿y por cuánto me va a salir todo esto del gym y el entrenador?—. Me preguntó —No tranquilo, solo quiero algo a cambio Hernán. ¡Quiero follarte!—. Le respondí de una manera serena, tranquila y denotando seguridad.

Pervirtiendo a dos amigos

Decidí meterme a bañar y me quité toda la ropa frente a mis amigos, yo como si nada, quedé desnudo e incluso les pregunté si no querían bañarse de una vez; ellos se voltearon a ver y, casi al mismo tiempo, dijeron que sí.

Asistiendo a mi roomie lesionado

Mi compañero de piso, Cristóbal, había tenido un accidente con la moto y le habían tenido que ingresar debido a las contusiones que se llevó. Por suerte las más graves eran sólo dos fracturas. El principal problema era que las dos escayolas le inutilizaban ambas manos por lo que pasó a ser totalmente dependiente, apenas podía comer solo al principio.

Dos primitos

Fue cuando aproveché el momento que él pedía a gritos que le mamara la verga, así que fui metiendo mi mano debajo de su shorts, luego su trusa y pude sentir todos los pelos que traía.

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.