¡Me urgía dar las nalgas!
Respondió a mi lengua enseguida. Me la metía hasta el fondo, sintiéndola en lo más profundo de mi garganta, la sacaba para centrarme en el glande, gordo y sabroso, aún con restos de orina que lo hacían más apetecible.
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Respondió a mi lengua enseguida. Me la metía hasta el fondo, sintiéndola en lo más profundo de mi garganta, la sacaba para centrarme en el glande, gordo y sabroso, aún con restos de orina que lo hacían más apetecible.
Vitín se arrodilló y comenzó a chuparle la polla a Agustín, que comenzaba a gemir al tiempo que le profería toda suerte de insultos a su compañero.
«¿Usted ha encargado una polla, sí o no?» me preguntó con tono entre enérgico y cortés. Me sacó del trance cognitivo en el que había caído, y entonces comprendí.
Me quedé tendido en el suelo, intentando coger aire y respirar, mientras de la boca me salía semen y del culo también. Mientras, los cuatro chavales se reían de mí, incluso alguno me escupía, a pesar de no saber quien era.
Su deseo por poseer mi culo como que lo enloqueció y no solo me folló con energía sino que además lo hizo sin la menor clemencia.
Bajo la cabeza e intento no gemir mientras el cabrón sigue enculando sin inmutarse. Pasados unos segundos, dejo salir mi angustia con un gemido de placer. Intento reponerme un poco para dejarle claro a este tío q conmigo no se juega así.
Pensé que entraría al baño y bueno no lo q hizo fue delante de mi quitarse la ropa y quedarse desnudo frente a mi, ya mis ojos se quedaron fijos a su verga limpia larga y de color moreno.
Fue él quien comenzó a chuparme el pene como nadie lo había hecho jamás y yo estaba excitado como nunca, quería correrme en el momento mismo, pero se quitó, se puso en cuatro, saco una crema de su mesa de noche y se la untó en el hoyo que ahora apuntaba hacia mi verga, la cual estaba dura como un tronco, todo un chocolate (por su color).
Luego venía el pantalón; logré sacarle el cinturón, bajar el cierre y de dos tirones el pantalón ya no existía. Desde ese momento decidí que mi padre esa noche sería mío. Ahora mi pregunta era ¿cómo lograría eso?
Un día antes del viaje, hice un contacto para que me llevara a visitar algún vapor gay de Monterrey. Mi calentura estaba a lo máximo, me comuniqué por teléfono con este chavo y nos quedamos de ver en cierto lugar al siguiente día.