Esto me paso cuando tenía unos 15 o 16 años, no lo recuerdo bien, pero si me acuerdo que tenía las feromonas siempre alteradas, quería coger todo o que se me ponía por delante.
Era amigo, y somos amigos de toda la vida con José, que tenía unos 12 0 13 años.
José era delgadito, con un culito bien respingón, se le notaba que le gustaban los chicos.
En aquella época, siempre nos juntábamos los chicos de mi edad y era una de mentiras que nos contábamos, que nos cogimos a cual o tal vecina, que de diez cosas que nos contábamos, nueve eran mentiras.
Y así pasábamos las tardes cuando veníamos de estudiar, pero yo siempre, lo buscaba a José, ya que se dejaba refregar, como decíamos en ese entonces, él dejaba que me ponga contra su espalda y apoyaba su culo contra mi pija y dejaba que le frote así, sin que se baje el pantalón y después me hacía la paja con su mano.
Alguna que otra vez metía mi pija en su boca y me daba unas chupadas, pero nada mas que eso, de vez en cuando me dejaba acariciar sus nalgas por dentro del pantalón, hasta que una tarde, pasando por frente de su casa, me llama y cuando entro, estaba con una túnica blanca que le llegaban a los tobillos, cuando entro y lo veo así, a mi se me puso dura la pija de inmediato, y mas cuando se levanta la túnica y me deja ver su culo.
Yo me saqué la pija del pantalón, y se la empecé a pasar por sus nalgas, él se las abría y me dejaba que la meta entre sus nalgas.
Yo buscaba ubicar mi pija contra su ojete, pero no me dejaba, me decía que tenía miedo que le duela, y así, él me terminaba haciendo la paja.
Yo lo buscaba como loco para poder poner mi pija entre sus nalgas, mas de una vez me dejo acabar entre sus nalgas.
Ya estaba aburrido de lo mismo, una tarde en que estaba en su casa, él me estaba dando unas chupadas en mi pija, y le dije que intentemos a ver si le entraba la pija en el culo, y me dijo que bueno, que lo intentemos, y se bajó el pantalón, se paso un poco de crema en el ano, y se agachó abriendo sus nalgas dejando que le vea el ojete, yo mal que mal, se la acomodé contra el ojete e hice fuerza, y José me grito que despacio, que le había entrado muy fuerte.
Quería que se la saque, pero como yo era mas grande que él, seguí haciendo fuerza hasta que por fin le metí toda la pija en el culo, mientras él se quejaba, yo lo empecé a coger, lo cogía rápido, una por la falta de experiencia que tenía y la otra porque pensaba que me iba a decir que se la saque, ya que a medida que lo cogía, se quejaba de que le dolía el culo, hasta que me acabé dentro de su culo.
Cuando se la saqué, José se quejaba, se limpió el ojete y me mostró el papel higiénico sucio de sangre, quejándose de que le dolía mucho el ojete.
Yo me fui con una sensación de alegría por haber podido romper el culo de mi amigo José, al fin me lo pude coger.
Como a la semana lo veo y le pregunte que como estaba del culo, y me dijo que bien, pero que la próxima vez no sea tan bruto, y le dije de volver a su casa, pero me dijo que no, que estaba su hermano.
Al otro día volví y me hace pasar, y empezamos a hablar de lo que habíamos echo, que a él le había gustado que lo coja, pero que le había dolido mucho, mientras José me acariciaba la pija y yo el culo por sobre nuestros pantalones, le dije de volver a hacerlo, que se deje coger de nuevo, me dijo que si, pero que lo haga despacio, yo saqué mi pija y él le dio unas chupadas, se volvió a pasar crema por el ojete y agachándose de nuevo, se volvió a abrir sus nalgas y le vi otra vez el ojete, ya no lo tenía tan cerrado como la primera vez que lo había cogido.
Se la volví a acomodar entre sus nalgas, apoyo mi pija contra su ojete y haciendo fuerza de nuevo, José vuelve a quejarse cuando le empezó a entrar en su culo, esta vez fui mas suave, se la iba metiendo de a poco, ya José no se quejaba, él me iba diciendo cuando hacer fuerza y se la siga metiendo sin dolor, hasta que se la volví a meter toda.
Me dijo que me quede quieto, con sus nalgas aplastadas contra mi cuerpo, estábamos de pie los dos, yo estaba apoyado contra una pared y Jose apoyado contra mi, «es que tenés muy gruesa la pija, me duele», me decía José, sin moverse, ni dejar que me mueva, «no te muevas hasta que mi ojete se acostumbre, me duele mucho», me seguía diciendo José, estando los dos quietos con mi pija toda dentro del culo de mi amigo.
José estaba agachado, sacando bien su culo para afuera, hasta que se empieza a mover, quejándose de dolor, pero se movía, me decía que yo me quede quieto, mientras él lo movía en círculos, subía y bajaba su cuerpo, despacio entre quejidos de dolor, yo lo agarre de su cintura y empecé a hacer que le entre y le salga del culo, despacio, escuchaba como se quejaba, José mientras se movía y yo metía y sacaba mi pija de su ojete, él seguía con sus nalgas abiertas.
Me pide que se la saque, que le dolían las piernas, que se quería acomodar en el sillón de su casa, yo le saco la pija del culo, y José se acomodo en cuatro patas en el sillón, volviendo a abrir su nalgas, su ojete estaba abierto, redondo, y cuando se la meto, le entró toda y sin que se queje, me decía que lo coja mas rápido, que ya no le dolía.
Yo empecé a meter y sacar mi pija de su culo mas rápido, me decía que mas fuerte, que ahora le gustaba, y yo lo seguía cogiendo mas fuerte y mas rápido, hasta que como es lógico, a esa edad me acabé enseguida en su culo, volviendo a llenárselo de leche como la primera vez que lo había cogido.
Fuimos al baño, yo me lave la pija y él se lavó el culo, y seguimos hablando, que la primera vez que lo había cogido le había dolido mucho el ojete, que ahora le había pasado el dolor y que le había gustado que lo vuelva a coger.
José mientras hablábamos, me acariciaba la pija, se acostó en el sillón, dándome unas chupadas en la pija hasta que la hizo poner dura de nuevo.
Cuando estaba dura de nuevo, se puso en pie y agarrando mi pija con la mano, se la acomodó contra su ojete y se fue sentando sobre mi pija, volviendo a meterla en su culo de nuevo, hasta quedar sentado sobre mi, habiendo metido mi pija por completo en su culo de nuevo, «me gusta como me coges, quiero que me vuelvas a coger», me dijo, moviendo su culo en círculos, levantando y bajando su cuerpo, haciendo que mi pija le entre y le salga del ojete, ya no se quejaba de dolor, ahora gemía de placer.
Yo miraba como subía y bajaba, como mi pija entraba y salía de su ojete, se le salió una vez, vi lo abierto que tenía el ojete, la volvió a agarrar con su mano y la volvió a acomodar y se sentó, haciendo que el que gima fuera yo al sentir como volvía a entrar toda mi pija en el culo de mi amigo Jose y lo seguía cogiendo.
Gemíamos los dos mientras no parábamos de coger, José subía y bajaba mas rápido y fuerte de mi pija, me decía que me vuelva a acabar en su culo, sus manos estaban apoyadas en mis rodillas y sus movimientos eran cada vez mas rápidos, hasta que lo agarro de su cintura y lo siento, metiendo lo mas adentro que pude mi pija en su culo, y me empecé a acabar de nuevo, viendo como José movía su culo en círculos gimiendo mientras yo le volvía a llenar el culo de leche, lo siguió moviendo un rato mas después que termine de acabarme, se quedó quieto, sentado en mi falda, no sacaba mi pija de su culo, «ya está, ya me rompiste bien el culo, ahora te podes ir y volver otro día y me seguis cogiendo», me dijo, levantándose de mi pija y haciendo que me vaya de su casa después de habernos lavado.