Aquí les cuento como tuve que sacrificar mi culo la primera vez que me inicié en el sexo gay. Yo estaba al final de la secundaria y en el salón había un muchacho muy amanerado al que todos le metíamos la mano cuando podíamos, pero nadie se había acostado con él.

Tenia un culazo que se notaba a través del pantalón y por el cual a todos se nos hacia agua la boca. Cerca de fin de año tuve la oportunidad cuando me pidió que lo ayudara a resolver la asignación de matemáticas de la cual dependía la nota, ya que yo era un buen alumno.

Me citó en su casa donde estaba solo, porque sus padres trabajaban todo el día. Diego, que así se llamaba, me recibió en un patio donde tenía una mesa y una banca, donde nos sentamos. Comenzamos a desarrollar los problemas y yo aprovechaba para cogerle la mano y de rato en rato lo agarraba de la cintura pero él me sacaba la mano con una mueca graciosa.

Al rato comencé a tocarle el culo y para mi sorpresa se dejaba, lo cual me excitó aun más. De repente se me ocurrió pedirle que nos sacáramos la ropa, lo cual él no quiso y yo hice el intento de irme, después de lo cual él accedió y nos quitamos la ropa para seguir haciendo los ejercicios.

Primera vez que veía su culo sin ropa, era realmente impresionante pero para mi sorpresa su verga también estaba dura. Seguimos con nuestro trabajo mientras yo acariciaba su culo, que era muy suave y durito. Mi pinga estaba a punto de estallar.

Luego le pedí que se sentara encima mío mientras resolvía los últimos problemas lo cual hizo. Yo le acariciaba el culo y al mismo tiempo comencé a acariciar su pinga, que aunque mas chica que la mía ,estaba firme.

Comencé a decirle al oído cosas excitantes como que quería ser el primero en poseerlo y él solo se reía. Al rato salió corriendo por la casa y yo comencé a perseguirlo hasta que lo alcancé en el dormitorio donde lo cogí de la cintura y lo acerqué a mi dándole un beso intenso en la boca.

Acariciaba sus nalgas mientras lo besaba y casi le rogaba para que me dejara penetrarlo. Luego hizo que me agachara y le chupara la pinga, a lo cual accedí con la esperanza de que se entregara. Le hice una mamada prolongada, mientras le metía el dedo en su ano para dilatarlo. Nunca me imagine tenerlo así.

Entonces él me dice:

– Quieres de verdad culearme?-, yo contesté que si, entonces él me dijo:
– Pero yo primero-, lo cual me dejo totalmente sorprendido.

LO MÁS RECIENTE

Tuve que tomar una decisión rápida para que no se vaya y decidí sacrificar mi culo con tal de poseer ese inmenso y delicioso culito por primera vez.
Diego trajo un pote de vaselina de la mesa de noche y me untó el culo especialmente el ano.

Luego me hizo ponerme con mis piernas en sus hombros y comenzó a penetrarme, al comienzo despacio y luego mas rápido. Pude ver su rostro de placer mientras me culeaba y me decía que a él le gustaba por ambos lados. Pensé que no me gustaría pero al rato comencé a sentir yo también placer, mientras Diego me cachaba en otras posiciones.

Me hizo cabalgar encima así como me puso de a cuatro hasta que sentí su leche chorrear por mis piernas. Luego me tocó a mí y no lo desperdicié.

Hice todo lo que había soñado por estos años. Cuando estaba lubricado le metí mi pinga hasta el fondo, mientras él daba grititos de hembra que me excitaban más.

Era el primero en traspasar ese culo divino, lo cual hice en todas las poses que se ocurrieron, hasta terminar con mi leche en su culo. Lo repetí tres veces hasta que ya no me quedó mas leche.

La última le hice en la ducha con el culo enjabonado. Después nos vestimos y Diego me hizo prometer que guardaría el secreto lo cual yo le pedí también por parte mía y salí contento aunque con el culo dolorido.

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