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La noche que provoqué a mi tío borracho

Parece que funcionó pues mi tío de inmediato se acercó y me acarició mis nalguitas, me las sobó un buen rato y hasta les dio un beso mientras yo me seguía haciendo el dormido.

Aprovechándonos de dos hermanos

Volteé a ver a mi amigo y él estaba en las mismas condiciones, con la polla del hermano menor en la boca tratando de que se pusiera dura.

El chacal me pidió pa las cocas

Esa conversación sucedía mientras yo me acercaba y me ponía en cuclillas para que se me subiera el short y así enseñar aún más de mis piernas blancas y lampiñas (muy femeninas para antojarlo, obviamente).

Mi vecino chacal y casado

Él bufaba, sentía como su cuerpo se calentaba más y más, cuando de pronto sentí sus dedos dentro de mi, me bajé hacerle un oral, le olía rico la vrga, limpia, tenía mucho precum y sabía riquísimo, no tardó en venirse y le pedí que me los echara en las nalgas, quiso meterla y venirse dentro pero no quise, era la primera vez que lo veía.

Lo alcohólico se quita, lo caliente no

Entonces me dijo “yo no soy puto, pero ando caliente… mi esposa esta embarazada y nada de nada y ahora sin tomar alcohol no tengo cómo fugarme”. Le dije que una mamada lo iba a relajar, él se me quedó viendo y me dijo “apoco si la mamas rico” y le dije “pues si quieres te enseño en lugar de decirte” y sin esperar respuesta me acerqué y me bajé a mamársela.

Mi señor mecánico

Entonces el señor se acercó a mi y me dijo en voz baja: “tienes un buen culito y quise que vinieras porque quiero que me des unas mamadas de verga” y lo dijo con tal seguridad y esa ronca voz que yo ya no hablé más cuando me agarró de los hombros y me hincó frente a él.

Mis vecinos, los hermanos calientes

Fue al rato que José me empieza otra vez a meter los dedos en la cama y Pedro nos cacha y dice que si también él podía integrarse; no dijimos nada y en eso Pedro se empieza a tocar su verga sobre el pantalón, se baja el cierre y saca su verga.

Mi compañero seminarista

La noche de domingo yo veía que mi compañero iba mucho al baño y solo se la pasaba en el teléfono así que le escribí «Échale menos saliva para que no se escuche que te la estas jalando”.

Por culpa de Twitter

Después me comenzó a sacar la ropa y yo a él, una a una hasta quedar desnudos y otra vez no comenzamos a besa. Entonces me dio la vuelta y me dio un beso negro que ¡uff! me encantó, me dilato bien rico y luego me comenzó meter su polla, una rica verga blanquita de poco más de 16 centímetros.

Travestido para mi amor

Me sentía tan mujer en sandalias blancas de tacón, pantimedias blancas con encaje hasta la parte alta de mis piernas, brillo labial, el tintineo de los aretes, anillos, y muchas ganas de experimentar mi primera penetración. Recosté mis manos sobre su pecho y rasque sus pezones.

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.