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Bañándome junto a mi papá

Mi papá tomaba mucho y a veces se perdía en el alcohol, y entonces se me ocurrió que esa era mi oportunidad ya que mi mamá siempre me mandaba a cuidarlo que no se cayera y que a dónde iba lo siguiera.

Mi compañerito de secundario

Le digo que se valla a bañar, las duchas eran de a dos o sea compartías ducha con el de al lado. Él entra y yo entro a la misma que el. Nos bañamos y se me cae el jabón, sí, como de película.

¡Sorpresa! Como amigos nos tuvimos que asear juntos

Luego de montar un performance para un show local, dos amigos terminan llenos de sudor y de tierra por lo que tienen que meterse a bañar juntos… ¿qué pasará?

En los baños del gimnasio

Las miradas de ambos se cruzaron bajo el agua de las duchas. No sabía qué hacer, pero sentía que iba a estallar. Sin que el contacto visual desapareciese, lo vio atravesar la distancia que los separaba. El aire se negaba a abandonar los pulmones de Jaime.

El nalgón que me cautivó

Al verme ahí me da la espalda y lentamente baja la licra liberando sus glúteos rasurados con algo de estrías pero perfectas, para una nalgada y mordida.

Las regaderas de la universidad

Cuando ya me estaba quitando la ropa para meterme a bañar vi que entraron otros 2 chavos del taller de karate y al parecer ya se conocían; cuando me vieron me preguntaron si sabía si había agua caliente, les dije que no porque aún no me metía.

Con el ejército de salvación (1)

Él me dijo que no me asustara, que era un simple juego que podríamos disfrutar los dos y que ya muchos lo había jugado que no era nada malo, me dijo que me acercara y como mi cuerpo no se movía él se acercó y tomó mi mano y la puso en su picha.

En un bar de Buenos Aires

El simple hecho de imaginármelo adentro de la cocina solo con el mozo y ahora verlo enfrente de mi sin camisa, con el pecho grande y sus brazos como troncos, expuestos a mis ojos bajo la escasa luz del bar y la avenida Corrientes, no pude evitar una erección.

La reconciliación con mi novio

Apoyó la cabezota de su pija en el pocito y aflojando sus manos, me dejaba caer un poquito, yo apretaba las piernas con fuerza a su cintura pero igual me iba ensartando en el hermoso sable.

Cruising en el baño de la plaza

Cuál fue mi sorpresa, que se voltea y traía la verga fuera del pantalón y bien parada. Se acerca a mí y me dice “mámamelo“ yo aún con mi asombro ante esa verga de unos 18 cm no reaccioné.

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.