Actualmente tengo 30 años, soy de un pueblo de la costa de Colombia y empecé vida sexual a los 14 años con la mejor de las intensidades tanto con chicos y chicas, no soy muy agraciado pero la labia y personalidad me permitieron gozar de compañía sexual desde ese entonces hasta hoy.
A continuación les cuento mi relato.

Cuando estaba en séptimo grado ya yo estaba desarrollado y la naturaleza fue generosa con mi dotación, para ese entonces tenía 14 años y un día me encontraba con otros chicos orinando en el baño de los varones del colegio y de la nada surgió una rara competencia de quién tuviera la verga más grande y como es natural debían estar erectas (no sé si en otras regiones del país pasen cosas parecidas) y fue ahí donde vi por primera vez a quien llamaremos Mateo.

Era un chico de sexto grado pero también de mi edad, de piel negra, pelo bastante liso, practicaba fútbol y por debajo del uniforme se le notaban unas piernas gruesas y unas nalgas paradas y duras. Y cuando saca una verga que para ese entonces debía medir unos 15 centímetros arqueada hacia la izquierda bastante morena y una linda forma y con vellos depilados.

De todas las vergas ahí expuestas la suya y la mía eran las mas grandes y fue ahí cuando ese chico me causó una fuerte atracción.

Pero por ser un pueblo tan machista y como no lo conocía del todo no le dije nada en ese momento y pasaron 4 años en los que se puso cada vez más bueno, en ese tiempo siempre tuvimos un buen trato pero no pasó de ahí. Además se hizo novio de una de mis compañeras y amiga del colegio motivo por el cual menos me atreví a decirle nada.

Ese año yo terminé el bachillerato junto con la que era su novia y a él aún le faltaba un año y una noche de diciembre en ese pueblo como muchos de Colombia se acostumbra hacer verbenas populares y en esa por casualidad me lo encontré tipo 9 de la noche, y los dos estábamos tomados,

Hablamos del colegio, la novia, el fútbol y en algún momento empezamos a hablar de sexo y fuel el momento donde le dije que siempre o bueno que desde ese día en el baño del colegio hasta ese momento sentía mucha atracción por él, que me gustaba mucho y que anhelé probar su verga, él me dice que siempre lo había sabido pero que esperaba que yo tomara la iniciativa y para ese momento yo estaba que rompía el pantalón que llevaba puesto de lo dura que la traía.

Empezamos a buscar clandestinidad y el lugar “idóneo” eran los vestidores del estadio de futbol del pueblo. (No piensen que es un estadio enorme) el sitio era oscuro y cómodo. Buscamos uno que se viera limpio y mientras eso él me venia rozando su paquete por detrás, encontramos el lugar adecuado y saca de su pantalón una verga como de 18 o 19 centímetros y con las demás características que en principio conté.

Me le pegué como ternero hambriento y le di una mamada y el solo sabía gemir y agarrarme de la cabeza y pretender acabar con mi garganta y después de un rato me levantó, me dió la vuelta y bajó mi pantalón y empezó a meterlo sin condón. Y cuando ya había encajado bien empezó a embestirme como se le daba la gana y no sé si por el trago y qué pero se demoraba mucho en venirse y yo obviamente muy feliz.

En algún momento sentí los bombazos de leche y le dije que lo dejara ahí hasta qué yo también llegué.
Aunque no hubo accidente naturalmente nos limpiamos y yo bien dilatado con semen saliendo de mí me despedí de él y más nunca lo volví a ver.

Con los años supe que siguió con mi amiga del colegio y viven en la misma ciudad que yo.
Espero les guste y poder compartir otra de mis historias más adelante.

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