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El más malandro de mis estudiantes

A mi hermano le habían encargado un trabajo de restauración de unas figuras religiosas y necesitaba un sustituto durante cuatro meses para las clases de dibujo que daba en el…

Mi compañero seminarista

 Todo era silencio. Sólo se oía en mi habitación el tic tac de mi reloj despertador, innecesario, porque siempre me espabilaban las campanas grabadas de San Pedro, o algún coro…

Cogiendo con José, cuando debíamos estudiar

Esto me paso cuando tenía unos 15 o 16 años, no lo recuerdo bien, pero si me acuerdo que tenía las feromonas siempre alteradas, quería coger todo o que se…

Historia estudiantil

Esta es una historia estudiantil , Resulta que me encontraba estudiando en una escuela de actuación cuando era joven o más joven había un chico de ojos grises cabello negro…

¡Sorpresa! Como amigos nos tuvimos que asear juntos

Luego de montar un performance para un show local, dos amigos terminan llenos de sudor y de tierra por lo que tienen que meterse a bañar juntos… ¿qué pasará?

El morbo de hacerlo en secundaria

De la excitación me di cuenta que estaba lubricada, tenía un sabor exquisito, sentía mi corazón al mil, me ardía la cara, me faltaba el aire pero yo era feliz con su verga en mis labios, degustando ese sabor, sintiendo cada vena de su pene.

Con Fermín, el popular del Bacho

Así que entró y lo seguí, al llegar noté que ya estaba con la verga de fuera pero estaba nervioso al igual que yo, entré, cerré la puerta y acomodé mis cosas para que no notarán que estábamos dos ahí.

Mau, el buenote del grupo de teatro

«Wow… pero qué tenemos aquí, mira nada más; el pequeño netito tiene un problemita, pero aquí está tu Mauri para ayudarte…» y tomándome totalmente por sorpresa me empezó a bajar el pantalón y los bóxer dejando al aire mi verga que estaba más erecta que nunca.

El director de mi secundaria

Él se unta crema nuevamente en sus manos, su voz es temblorosa, sin duda alguna por la excitación que tiene.

«Metemela rico» palabras de amor

Mientras le besaba hacía movimientos con mi cadera aún con mis jeans puestos. Me acerqué a su oído y le dije: «lo hacemos?», él sólo movió la cabeza diciendo que sí y me dijo con una voz dulce y muy sexy: «sí, pero métemela rico».

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.