... ...

Mi vecino, el gringo virgen

Le empecé a quitar la playera, me encantaba ese torso güero y lampiño, besé de la boca pasando por su cuello, su pecho, pasaba mi lengua y besaba su abdomen, con mis manos empecé a bajarle el pants y fue entonces que vi esa hermosa verga 17 cm aproximadamente, tal vez más, era algo gruesa, su glande era rosado y tenía la circunsicion.

El chico guapo de la tienda

Entonces nos empezamos a agarrar la verga y las nalgas, Matías me agarraba tan rico mis nalgas y me decía al oído «qué ricas nalgas tienes, ya quiero jugar con ellas». Esa fue la señal.

Mi exprofesor de matemáticas 2: en el parque

Le empecé a lamer el glande él gemía y me decía que era increíble mientras yo podía sentir como latía su verga cosa que me encantaba aunque era difícil lograr meter esa verga en mi boca pero ya con relajación y práctica pude saborear más cada vez.

Mi exprofesor de matemáticas 1

Fue entre plática que me dijo que tenía yo muy bonito cuerpo y si hiciera más ejercicio estaría increíble. Le dije que él tenía un cuerpo muy sexy y él se levanta y me dice que no tanto.

Juegos morbosos: los audios de Whats

Mi marido se puso cachondo y aún siendo activo me propuso quedar. Así que aunque vive algo lejos fuimos para allá. El colega me iba mandando audios con instrucciones. Una de ellas fue que teníamos que ir en el coche sin nada de cintura para abajo. Nos hizo parar llegando a su pueblo y mandarle una foto comiéndosela a mí chico.

Mi jefe y su esposa me convirtieron en su amante.

En pocas palabras ellos querían experimentar algo nuevo pero querían que fuera con alguien confiable, que cumpliera con los gustos de los dos así que yo fui la opción perfecta así fue el día en el que mi jefe y su esposa me convirtieron en su amante.

Una noche de primos

«Pinche vieja, solo me calentó la cabrona, me la chupó y se salió y me dejó con ganas de coger… mira siéntela, esta bien gorda mi v*rga» Esa era la señal que estaba esperando.

Me senté en mi papá borracho

Luego venía el pantalón; logré sacarle el cinturón, bajar el cierre y de dos tirones el pantalón ya no existía. Desde ese momento decidí que mi padre esa noche sería mío. Ahora mi pregunta era ¿cómo lograría eso?

El limpiador de fachadas

En el edificio habían puesto un andamio para limpiar la fachada, y el primer día de ese mes, cuando estaba en la cocina bebiendo un baso de agua alguien dijo «Que rica esa agua… y le terminé dando leche.

Vapor gay en Monterrey

Un día antes del viaje, hice un contacto para que me llevara a visitar algún vapor gay de Monterrey. Mi calentura estaba a lo máximo, me comuniqué por teléfono con este chavo y nos quedamos de ver en cierto lugar al siguiente día.

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.