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Diego, el nalgón de mi salón

Les contaré lo que me pasó en mi época de secundaría, por allá del 2002-2003 pasó ya en el último año en CDMX. Había un compañero que resultaba ser «el popular del salón», pongamosle de nombre Diego, desde segundo grado empezó a desarrollarse muy bien, sobre todo el culo, tanto así que los compañeros le apodaban «nalgón».

En fin, ya al entrar a tercer grado el desarrollo era obvio, su voz se engrosó, creció, y su trasero pues se veía muy bien, varias chicas andaban tras de él, cabe aclarar que era también el típico chico buga que gustaba de estar ligando niñas…

Yo nunca fui mucho de llevarme con él, no se había dado tanto la convivencia más que de compañeros de salón, aunque recuerdo que hubo pocas ocasiones que coincidimos en trabajos en equipo o mesas de laboratorio, ya en el último año cambió el asunto, pues había algunas actitudes hacia mi y hacia los que no «encajabamos», ya saben, chamacos en crecimiento que si eres o estás cambiando internamente pues no eres «normal», había las clasicas dudas de «¿será gay?, ¿por qué no habla?, ¡qué raro es!», en varias ocaciones a mi personalmente me hacia comentarios de que si me gustaba la verga, o que si me gustaban los hombres y yo solo contestaba «estás loco, calláte». Se juntaba con otro compañero, pongámosle Luis, ambos un tanto fresas y mamones.

Luis también en el último año empezó a desarrollarse muy bien, recuerdo que tenía unas cejas pobladas y ojos grandes que lo hacian ya muy guapo, pero menos que Diego. En fin, a esa edad les dediqué muchas jaladas por las noches, imaginado como serían sus vergas, imaginando encontrarlo en los baños y que me hiciera mamársela, si ya tendrían vellos púbicos, recordando el olor de su sudor en las clases de educación física y danza… y justo fue en la clase de danza donde empezó todo.

Una ocasion tuvimos evaluación, teníamos que pasar por fila a presentar los pasos aprendidos, el profesor nos acomodó en filas de «niñas y niños y por estaturas» al fondo del salón quedamos los más altos y todos amontonados, justo delante mio quedó Diego, todos ibamos con shorts, mientras los demás compañeros hacian lo suyo empecé a sentir una mano sobre mi verga, era la primera vez y para mi sorpresa era Diego, se volteó y me dijo: «la tienes bien rica», yo me quedé un tanto pasmado pero también excitado, hasta creo que lubriqué.

Cuando terminó la clase el muy cínico me preguntó: «te gustó» (ahora que lo pienso fue algo muy rápido y equis, pero en esa época fue delicioso), pasó así algún tiempo y en ocasiones me mandaba besos o me guiñaba el ojo, pero yo lo tomaba como un «ahh… pinche chamaco castroso» hasta que llegarón los últimos trabajos finales. Química… el profesor nos dejó presentar un tema sorteado en equipo e igualmente armando los equipos de trabajo, casualmente me tocó con Luis, al final de la clase nos pusimos deacuerdo sobre «si cada quien hacía su parte» o realmente nos juntaríamos a trabajar, el contestó que no tenía problema, que si quería el viernes podríamos irnos a su casa a investigar y preparar el trabajo, a lo que asentí.

Llegó el viernes y cual fue mi sorpresa que a la hora de la salida Diego también se fue con nosotros, según iba con Luis a ver algo de su taller, pues los dos iban en electricidad, me puse medio nervioso porque sí o sí iba a tener que convivir con ambos fuera de la escuela, tomamos transporte para llegar a la casa de Luis, el micro como ya deben saber y/o recordar se atascaba de chamacos a esas horas, más que cerca de la secundaría había otra, nuevamente quedé junto a Diego, y en un enfrenón volví a sentir una mano, pero ahora en mi culo… y un ligero guiño por parte de él.

Llegamos a casa de Luis, todo normal, su madre nos dio de comer algo para luego irse al super, su hermana había salido con su novio, así que quedamos los tres completamenete solos, Luis nos llevó a su recámara pues ahi estaba la computadora (ya saben, una de escritorio), pusó algo de música, en ese tiempo estaba de moda «Sin Bandera», mientras sacaba mis cosas para empezar el se empezó a cambiar el uniforme, primero la camisa y después el pantalón, Diego empezó a decir que se había puesto bien rico, que bien mamado, cosas típicas de los chavos de esa edad con sus amigos, las cosas que un heterosexual le dice a sus amigos y que a una persona gay le pueden llegar a excitar jajajaja; siguió después con el pantalón. yo sólo miraba ajjaja y así sin más se quedó en bóxer, de esos aguados, se acercó a prender la computadora y se agachó para presionar el boton del CPU, Diego siguió con un «culazo» jajajjaa, y entonces Luis se bajo un poco el boxer para enseñarle las nalgas, (ahora pienso… típico buga) Diego me preguntó: «¿cómo ves a este wey, anda de caliente?» yo seguía un tanto intimidado, pero me dije, pues ya, hay que dejarse llevar y relajarse, solo reí y dije, «sí, verdad», a lo que me pregunto: «¿te ha gustado cuando te agarro la verga?, ahí me quede shockeado, Luis seguía en boxers y se volteó a verme con una risita en los labios.

Cuál fue mi sorpresa que se bajo el boxer y dejó salir su verga ya con vellos púbicos, unos 13 cm flácida, con prepucio, huevos colgando, y como una de mis mayores fantasías Diego se acercó y se la empezó a acariciar, no podía creerlo, los weyes populares del salón estaban manoseandose bien rico jajajjajaa, me dijeron ven, inmediatamente me levante y Diego me tomo de la mano y me la puso en su verga, yo inexperto la empecé a acariciar muy suave, a lo que me dijo: «agarrala bien», se bajó el pantalón con todo y boxers, la de él era un poco más ancha y totalmente pelada, se la agarré con más fuerza, mientras él masturbaba a Luis, ya deshinibido me quité también el uniforme, era una extraña escena de tres chamaquitos pre adolescentes disfrutando de cuerpos agenos, empecé a agacharme más y más hasta que me arodillé y como un imán mi boca fue primero a la verga de Diego.

Su sabor era delicioso, entre algo amargo y salado para pasar a dulce, y después a la de Luis, con prepucio, (desde ahi agarré el gusto por vergas con pellejo), en fin, mis deseos se habían cumplido sin esperarlo, le estaba comiendo el pene a los dos, ambos decian cosas como: «pues si le gusta la verga», «salió putito», «te gusta mi amor», «¿vas a querer lechita?» , eso me exitaba más, no pasó mucho tiempo cuando Diego dijo, «ya va a salir» y Luis hizo algo que no me esperaba, y pues yo todo inexpero se me hizo raro y un poco loco, (ahora es lo más normal ajjajjajaja), se acercó y empezó a lamérsela y justo cuando eyaculó abrió la boca y los pocos mecos que soltó se los comió, Diego solo se reía, y le dijo: «Pinche Luis tragón»,

Después Luis también se vino, pero pero esta vez fui yo quien puso la boca jajajjajajaa no quería desperdiciar la oportunidad de probar esa leche que tanto me habían preguntado si me gustaba o no ajjajaaja, fueron pocos también los mecos que arrojó pero los pude saborear, eran dulcecitos, viscosos, mis primeros mecos jajajjaa, cómo olvidarlos jajajajjaaa, casi de inmediato también me vine, nos limpiamos y nos vestimos de nuevo, empezamos a sacar información del trabajo, eso quedó como algo que había pasado y ya, no hubo besos jajaja ni algún comentario o expresión de lo sucedido.

El trabajo al final cada quien lo hizo por su cuenta, después de ahi la relación fue igual, solo de compañeros de clase y nada más. Terminó el ciclo escolar y con el la secundaria, jamás los he vuelto a ver, aunqué sí por redes sociales pero en fin, fue la primera experiencia y esa nunca se olvida.

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.