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La gran herramienta de mi padre

Lo que les contaré comenzó cuando yo tenía 16 años, ya casi los 17 y mi padre 43. Mi padre Joaquín y yo fuimos un día a visitar a mi abuelo que vivía fuera de la ciudad y por lo cual nos quedaba un poco lejos de casa. Para el viaje y como salimos de mi casa en la tarde noche, íbamos a mitad de camino cuando se nos hizo noche, por lo cual nos alojamos en un hotel de esos que están a los lados de la carretera.

Ahí rentamos una habitación para dos personas ya que la habitación tenia un litera para ahorrar espacio y enfrente de la litera estaba la televisión; en fin, yo y mi padre nos acostamos, él durmió abajo y yo arriba de la litera y como la televisión estaba enfrente de ella se reflejaba la litera así que yo veia todo lo que hacía mi padre.

Mi padre es un hombre de estatura promedio y la verdad tenía buen cuerpo y el es un hombre que acostumbra dormir en calzón y sin playera y esa noche no fue la excepción. Pasó la noche, ya era como la una de la mañana y yo seguía despierto viendo mis redes sociales y eso escucho a mi padre moverse por lo que me hice el dormido para que no me regañara por estar despierto a esas horas.

Fue en eso que veo de reojo que mi padre se empieza a meter la mano en su clazón y se saco su pene, todo esto lo veía a través de la tele que ya estaba apagada; lo que se sacó era un pene de unos 20 cm aproximadamente y cuando lo terminó de poner duro se empieza a masturbar y yo en eso bajo disque para ir al baño pero era solo para verle su pene.

Obviamente en cuanto me ve bajando se mete rápido su pene de nuevo en su calzón a lo que yo le digo «-tranqui total tenemos lo mismo no-«

Y él me respondió diciendo «jaja si es cierto… a ver el tuyo» a lo que yo me sorprendí un poco pero mi calentura o morbo ya era mucho, así que le dije «primero saca el tuyo» y en ese mismo instante se lo saca y me dice «vas». Ya sin pudor me lo saco y dice «vaya, esté bonito… no como los otros que he visto».

Su respuesta me sorprendió un poco y le pregunte «¿A poco has visto otros?» y él me dice «obvio, hay que probar de todo ¿no crees?» y me dice «¿tú quieres probar un poco más?» y en eso veo que se le empieza a parar el pene y le dije que sí.

Ahí fue cuando me fui sobre de su hermosa y carnosa verga y se la empecé a mamar por varios minutos, hasta que él, ya no aguantando las ganas me puso su falo en mi culito, ambos de pie, detenido yo en la literal y por detrás mío me la empezó a meter, primero lento luego con más ritmo. Así me cogió toda la noche y luego de eso lo hemos hecho varias veces, prácticamente cada que estoy solo con él.

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