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En el sembradío

Regresaba a casa, tenía como 26 años; yo iba en el transporte, en la parte de atrás; viajábamos cuatro pasajeros, yo en medio, todos dormidos, así que aprovechando saqué mi revista erótica, me encanta ver traseros, y mi verga empezó a reaccionar, me tapé un poco pero no me di cuenta que el de a lado también veía mi revista. Se la ofrecí para que la viera pero no quiso, en vez de eso me insinuó con su vista que lo que quería ver era otra cosa.

Era un chavo muy joven y de buen ver. Pedí mi bajada y el me siguió, rápido conversamos de gustos y me sorprendió que tan chavito le gustará la verga; yo para no perder la oportunidad le dije que si le gustaría ver y saborear la mía y en ese momento, emocionado me dijo que si. ¿Pero dónde? Solo había una parcela y resultó que él conocía un lugar allí mismo, dónde él mismo espiaba a los que iban a coger. Me llevó y vi que había un colchón de papel, pensé, si se va a hacer».

Ya animados nos empezamos a tocar, y lo cargué de sus nalgas y resultó que estaba buenisimo, mejor que muchas viejas, y él mostró que quería mi verga, nos cachondeamos un buen rato y le pedí que se recostara boca bajo con las piernas juntas, (mi pose favorita) estaba riquísimo, estaba asombrado, y empecé a sobarlo , como lo disfruté, y se veía que él también. Mientras él sobaba mi verga hasta que me dijo «ya»…

Lo recosté nuevamente y me apreté detrás de él, con la verga bien parada y babeando y se la apunte a su hermoso culito, Cómo estaba chavito pensé que iba a estar difícil, pero para mí sorpresa, con un poquitito de trabajo le fue entrando sabroso sino. Ambos lo disfrutamos al máximo, Hasta sentir mis huevos en sus riquísimas nalgas.

Así nos quedamos un rato, y luego empezó a moverse pidiéndome que le bombeara. Empezó el bombeo, dale y dale. Le comenté si ya estaba contento y se safó para sorpresa, quería mamarla. Lo hizo rico, hasta los huevos, le dije si los quería en la boca y se volvió, en mi trasero.
Ya le entró más fácil, después de un rato le dije que ya y me rogo que no la sacará.

Le llene de leche su rico culo, hasta que se fue bajando el tamaño de mi verga se la saqué. Rico ver cómo escurría la leche en sus grandes nalgas.
Se las mordi y nos vestimos. Los dos satisfechos quedamos en repetirlo y así fue varias veces, hasta que su familia sospechó y ya no lo dejaron. Pero fue riquísimo chavito.

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