Jalándomela al lado de mi padre nos volvimos amigos

Mi nombre es Hugo, soy de México, ahora tengo 32, soy alto, blanco, delgado; no tengo tanto pelo en el cuerpo, a excepción de las axilas y la verga, que siempre me ha gustado tener la verga peluda. De adolescente cometí el error de afeitarme, quizás por la edad y lo que veía en las películas porno, se me hacía algo dentro de la moda de ese momento de estar totalmente afeitado y sentir la piel como bebé, pero después de los años me di cuenta que fue un error porque quizás ahora estaría más peludo.

Cuando tenía 22 años, mi papá tenía 42 años, él era moreno, no muy alto, robusto porque en su pasado fue militar, así que sus piernas eran gruesas, no era musculoso, pero al menos se conservaba bien. Varias veces yo lo espié cuando se bañaba, porque acostumbraba a hacerlo en el patio cuando no había nadie más, sacaba un bote y de ahí se bañaba.

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Él tenía la verga peluda también, es por eso que a mí me gustaba tenerla igual, porque de alguna manera sentía que quería verme como él, siempre tuve la fantasía de que me viera desnudo, que viera que tenía la verga peluda como él y que era todo un hombre, yo siempre he dudado que yo soy gay, y la verdad imaginaba también ver porno con él, varias veces soñaba que nos besábamos o que le mamaba el pito, a veces el no usaba desodorante y se tía su olor a sobaco, me molestaba un poco pero yo empecé a hacer lo mismo, y me gustaba oler a hombre.

Varias veces, entre sus cosas, encontré videos pornograficos, y los veía, eso lo descubrí también en mi adolescencia, sentía adrenalina cuando los veía, aunque no como la primera vez que me traumé, pero me gustó desde entonces, y hasta que tuve mi computadora portátil, pasaba todos esos videos a mi laptop, era videos heterosexuales pero aún así me excitaban porque era lo mismo que mi papá veía y eso me causaba morbo.

Una ocasión en la tarde, faltaba un par de horas para irme a trabajar, mi mamá aún no llegaba de trabajar y mis hermanas estaba en la escuela, yo soy el único hombre y el mayor, mi papá acababa de llegar, yo siempre tenía esa costumbre de masturbarme un poco, pero sin terminar para guardar esas energías, pero yo quería que mi papá me descubriera, y empecé a hacerlo con fuerza que se escuchaba como chocaba mi mano sobre mi estómago cuando me estaba jalando el pito, yo lo hacía a propósito, entonces de repente mi papá entró al cuarto, no dije nada, lo vi, yo sin dejar de hacerlo y con cara de pervertifo le dije que me la estaba jalando, pero me excité tanto que me terminé por aventar la leche sobre mi, me limpié y después me preparé para irme al trabajo, pero no hablamos de eso mi papá y yo, y como no teníamos buena relación, pues no había nada de que hablar, aunque quise hacerlo para darle inicio a ver qué pasaba después o sentir esa unión de hombres.

Muchas veces más quise hacer lo mismo, dormía desnudo para ver si un día entraba a mi cuarto y me viera bien que tenía la verga peluda como él, porque en sí él no había visto bien eso de mi, quería ver porno con él, hacer algo de hombres, hasta que una noche logré algo que deseaba pero a la vez no pensé que sucedería porque ya me había rendido y eso ya lo usaba como morbosidad o para calentarme más, al menos me funcionaba.

Era un viernes por la noche, mi mamá y hermanas no estaban porque se habían ido con unos parientes a un rancho, solo éramos mi papá y yo. Yo acaba de llegar del trabajo, ya eran casi las 2 am, pero me gustaba llegar, bañarme, yo acostumbro a dormir desnudo, entonces así me acosté; mi papá ya estaba durmiendo, entonces conecté mi laptop a la TV y puse porno de las películas que mi papá tenía escondidas.

Empecé a casquearme la verga, me sentía caliente, gemia despacio, no fuerte pero si se escuchaba en mi cuarto, de repente también se escuchaban los sonidos que yo hacía entre los choques de mi mano con mi pubis, sudé un poco por la calentura, empecé a oler un poco a sobaco, eso me excitaba un poco más, mis ruidos eran continuos, continuos, sigilosos, pero no lo suficiente, no se cuánto llevaría mi papá viéndome, pero de repente me di cuenta que habia abierto la puerta, estaba parado, no decía nada, solo me observaba, y yo la verdad me sentía bien caliente.

Al notar su presencia paré pero seguía sobándome, y en mi calentura solo le dije que estaba cachondo, y él me dijo que esa películas esos videos se le hacían conocidos, yo por no seguir en ese tema de los videos y no entrar en detalles y que realmente eran los mismo que el tenía, le dije “si, están chidos”, mi mente me obligaba a ser más explícito con él, entonces le dije que si quería ver, y se pasó.

Él siempre acostumbra a estar sin camisa, se sentó en un sillón cerca de mi cama, yo estaba nervioso, él solo veía pero no hacía nada más, yo me frotaba la verga, la luz estaba apagada, no se veía mucho; después mi papá se bajó el short que traía, se le veía parada pero igual no se notaba mucho por la oscuridad, entonces le dije que iba a prender una lámpara para que hubiera más luz, el dijo que si, pero para eso me paré, la prendí, yo estaba más caliente todavía porque ahora si me iba a ver bien cómo había crecido y que ya era todo un hombre.

Él no sabía que yo era gay porque me gusta ser varonil, además iba al gym así que mi cuerpo no era musculoso pero si estaba robusto, entonces cuando me vio me dijo que tenia la verga peluda como el, que así tenía que ser, y yo también se la vi y si era verdad, eran igual de peludas, solo que la verga de mi papá era morena, los huevos igual nos colgaban y estaban peludos.

Yo hablaba con él con palabras explícitas, le dije que si que a mí me gustaba tener la verga peluda y también las exilas, que quería parecerme a él, el solo sonreía pero el también estaba excitado porque era un momento solo de los dos, entonces me acosté en la cama otra vez, mi cama era grande, así que le dije que se acostara a mi lado para estar más cómodos y disfrutar el momento entre padre.

Ahí la verda se rompió el hielo que por mucho tiempo tuvimos, entonces seguíamos viendo los videos, los dos gemíamos como dos perros en brama, de un momento a otro yo levanté un brazo poniéndomelo en la nuca pero de lado de él, y percibió mi olor a sobaco, entonces me dijo: “no mames, te huelen los sobacos a hombre, como debe de ser cabrón”; yo le dije que si, que me eso me gustaba oler a macho a la verga!

Mi papá decía; “ESOOO!l El también se puso su mano en la nuca y también le apestaban los sobacos, yo a proposito lo olía cuando volteaba a verlo, pero el olor se mezclaba en el cuarto, se sentía bien chido todo eso, parecía un sueño erótico. Ambos seguíamos gimiendo, mi papá decía frases como: «que rica paochita»; yo solo me dejaba llevar por el momento, pero había momentos que descansábamos, hacíamos más lento el momento, y entre conversaciones me decía que si no quería que hiciéramos un trío después y nos echaramos a una vieja, que le metiéramos la verga los dos, yo le dije que si, pero le pregunté que si ya había cogido con otras viejas y me dijo que sí, que no lo hacía mucho para cuidarse y por precaución, pero que eso le causaba adranalida, a mi eso me calentó más escucharlo.

Después de pausas seguimos con lo nuestro, vergas peludas, olor a sobaco, a hombre, padre e hijo juntos jalándose el pito, él me dijo que ya pronto se iba a venir, y le dije que yo igual, entonces empezamos a hacerlo más rápido, los gemidos se prologaban, hasta que nos venimos al mismo tiempo, nos brotaba la leche en nuestros estómagos, nos miramos y solo sonreímos morbosmente.

Él se paró y se fue a bañar y después yo hice lo mismo, cada quien se fue a acostar en su cama, al día siguiente platicamos que nos la pasamos bien, yo me sentía más liberado, y me bañaba así como él, en el patio y delante de él, y él hacía lo mismo, ya no había nada que ocultar, pero solo cuando estábamos solos. Varias veces más seguimos viendo porno y jalándonos el pito juntos, no hicimos el trío porque con el tiempo me vine a vivir a EU, pero hasta el día de hoy me sigue calentando todos esos momentos con mi papá. Espero les haya gustado mi relato. Me gustaría hablar con personas que hayan tenido alguna experiencia similar.